En Barranquilla existe un Carnaval ‘alternativo’ dedicado a la tradición y la esencia popular

Con un espíritu más barrial y comunitario, el Carnaval de la 44 se convierte en el escenario donde la tradición y la espontaneidad de los barranquilleros se sienten en su estado más puro.

Nacido como una alternativa para rescatar la autenticidad de las fiestas carnestolendas y conservar la tradición en Barranquilla, el Carnaval de la 44 es hoy una de las manifestaciones más representativas del folclor local. Su origen se remonta a inicios del siglo XXI, cuando grupos folclóricos y gestores culturales decidieron crear un espacio para que comparsas, danzas y disfraces tradicionales tuvieran mayor protagonismo, alejándose del espectáculo comercial que con el tiempo ha caracterizado al Carnaval de Barranquilla.

«Nuestros orígenes vienen del año 2000, cuando vimos los conflictos que se presentaban en la Vía 40, como la cantidad de grupos que no alcanzaban a bailar o se presentaban ya muy de noche y nadie los veía. Decidimos trasladarnos para darle valor a ese esfuerzo y sacrificio, y que los barranquilleros pudieran apreciarlo. Con el tiempo, se generaron más desfiles y así nació el Carnaval de la 44 como una organización con sus propios eventos, salvaguardando la tradición», detalla Edgar Blanco, director de la celebración alternativa.

El Carnaval de la 44 es hoy una de las manifestaciones más representativas del folclor barranquillero. | Foto: Cortesía - Carnaval de la 44

A diferencia del desfile de la Batalla de Flores en la Vía 40, por ejemplo, el de la 44 tiene un carácter más espontáneo y cercano a la comunidad. Sus calles se convierten en una pasarela de expresiones populares, donde cumbiambas, congós, garabatos y disfraces individuales interactúan con el público, recordando la esencia del carnaval como ‘una fiesta de y para el pueblo’.

«Aquí no hay vallas que nos separen del desfile, ni protocolos que nos alejen de la tradición. Es un carnaval donde bailamos juntos, donde la gente se une de verdad para celebrar nuestras raíces», afirma al respecto María del Carmen Gutiérrez, bailarina de cumbia y participante del desfile desde hace 15 años.

Otro de sus grandes distintivos es la participación de comparsas independientes y agrupaciones barriales que encuentran en este escenario un espacio para visibilizar su arte sin las exigencias logísticas y económicas de los eventos oficiales. 

Aquí, la creatividad y el ingenio popular se representan como un símbolo de resistencia cultural. En cada baile, en cada tambor y en cada disfraz hay una reivindicación de la identidad caribeña, una afirmación de que el Carnaval no solo pertenece a los grandes escenarios, sino también a las esquinas de los barrios, a las casas de los hacedores y a las calles donde nació esta tradición centenaria.

Las calles de Barranquilla se convierten en una pasarela de expresiones populares, donde cumbiambas, congós, garabatos y disfraces individuales interactúan con el público, recordando la esencia del Carnaval como una fiesta de y para el pueblo. | Foto: Cortesía - Carnaval de la 44

«Es una propuesta cultural que le apuesta a la tradición, nuestros grupos folclóricos se basan en música en vivo para cada una de las actuaciones. Además de que todos nuestros eventos son gratuitos. También nos enfocamos en que en ninguno de nuestros eventos o grupos haya alguna marca publicitaria o algo que tenga que ver con religión o política», explica Blanco.

Los cuatro eventos principales del Carnaval de la 44 son la Coronación de los Reyes ―este año, por ejemplo,  la coronación de la reina incluyó la presentación de las 13 danzas aprobadas por la UNESCO en la declaratoria del Carnaval como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y la Batalla de Flores Sonia Osorio (01 de marzo, sábado de Carnaval, en la carrera 44), que rinde homenaje a la bailarina y coreógrafa, fundadora del Ballet de Colombia y una de las embajadoras del folclore nacional en el mundo. 

También están la Gran Parada Carlos Franco (03 de marzo, domingo de Carnaval, en la Carrera 21), bautizada de esa manera en honor al folclorista e investigador barranquillero; y el Desfile de La Conquista, que se lleva a cabo el 04 de marzo saliendo desde el Boulevard de la 8 y llegando hasta el barrio Simón Bolívar

Se trata de encuentros que han permitido la expansión del festejo como una organización independiente con identidad propia y que lo han llevado de contar con 68 grupos folclóricos en sus inicios a superar los 300 en la actualidad, con una asistencia promedio de un millón de personas

«No queremos que los cuatro días de Carnaval sean solo para tomar ron, sino para disfrutar de las danzas y la tradición. Si quieren vivir una experiencia donde hagan contacto directo con el patrimonio y la tradición, desde su terraza o desde el bordillo, y respirar cerca de las danzas y disfraces, asistan al Carnaval de la 44″, enfatiza el director del evento.

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