En Quibdó, Chocó, una agrupación busca que los jóvenes encuentren en el arte una herramienta de paz

Jóvenes Creadores del Chocó es una corporación que invita a la juventud del departamento a reinterpretar las vivencias de su territorio a través del teatro y la danza.

La Corporación Jóvenes Creadores del Chocó es una organización artística y cultural sin ánimo de lucro que, desde hace más de 12 años, busca generar entornos protectores para niñas, niños y adolescentes del municipio de Quibdó, a través del teatro, la danza urbana y folclórica.

La corporación ha buscado promover la cultura como un espacio de encuentro, reflexión, reconciliación y convivencia pacífica. 

“El arte ayuda a entretejer la comunidad y construir la apuesta al cambio, generando dinámicas de relación comunitaria más humanizadas. Nosotros creemos que el arte tiene poder para transformar, crear espacios de diálogo y para romper barreras, traspasar fronteras invisibles”, dice Katherin Gil, directora y cofundadora de la corporación.

Quibdó, lamentablemente, se posiciona como uno de los municipios con más altos índices de criminalidad en Colombia, registrando en el 2021 un balance de 138 homicidios.

La violencia que vive el municipio afecta principalmente a los jóvenes, quienes encuentran en la práctica artística un espacio seguro donde desarrollar sus habilidades.

“En Jóvenes Creadores del Chocó ponemos primero a la persona e intentamos brindar condiciones que permitan a los artistas crecer y encontrar oportunidades laborales a partir de lo que estamos haciendo”, comenta Gil.

Por ejemplo, Jonier Andrés Mosquera dice que su vida cambió tanto personal como profesionalmente desde que ingresó en 2017 a Jóvenes Creadores del Chocó.

Siendo él bailarín y coreógrafo, en lo profesional la corporación ha sido su universidad de aprendizaje artístico y de la vida.

Las danzas urbanas y folclóricas son algunas de las artes que emplea la Corporación Jóvenes del Chocó para llevar un mensaje de paz. / FOTO: tomada del Instagram @jovenescreadoresdelchoco

A nivel personal dice que estar en esta agrupación le ha permitido ampliar la perspectiva de su proyecto de vida y lo ha vuelto una persona más sensible y empática.

“Nuestro contexto ha estado muy inundado por la violencia, el desempleo y el desplazamiento. Pero hay una luz, una esperanza que se llama arte y nos permite proteger la vida y la dignidad del pueblo chocoano, la niñez y la juventud”, dice Mosquera.

Y continúa, “nosotros estamos totalmente convencidos que el arte y la cultura nos permitirá llegar a esta la Colombia profunda que es muy vulnerable, pero tiene todas las capacidades y la voluntad de aprender”.

Igual piensa Gil, quien cuenta que a Jóvenes Creadores del Chocó han llegado adolescentes que pertenecían a bandas delincuenciales y han tenido una transformación individual y comunitaria gracias al arte. 

“Se vuelven jóvenes resilientes, agentes de cambio, que asumen compromiso con ellos mismos y con la comunidad”, cuenta.

El arte les ha permitido crear otro tipo de diálogo colectivo y comunitario alrededor de los temas de violencia. Entre pasos de baile y montajes escénicos han logrado abordar problemáticas que antes creían que solo podían solucionarse o entenderse con violencia y eso es un logro.

Jóvenes Creadores el Chocó tiene un grupo fijo de aproximadamente 25 artistas, pero anualmente reciben más 400 niñas, niños, adolescentes y jóvenes de las siete comunas de Quibdó para instruirlos en las diferentes áreas de formación artística: teatro, danza urbana y danza folclórica.

Este programa educativo se imparte en la escuela Crearte, donde las clases son totalmente gratuitas y son realizadas por los jóvenes que hacen parte de la compañía Jóvenes Creadores del Chocó.

“Es un equipo muy experimentado que ha trabajado mucho en fortalecer sus capacidades artísticas. Algunos ya son profesionales, otros están terminando sus carreras universitarias, otros el colegio”, comenta Gil.

Un repertorio pacífico

Jóvenes Creadores del Chocó se concentra en tres pilares: la transformación individual, la formación académica y el impulso a la investigación y la creatividad. / FOTO: tomada del Instagram @jovenescreadoresdelchoco

Todas las obras de Jóvenes Creadores del Chocó son elaboradas por los miembros del colectivo, a partir de las vivencias que ocurren en el territorio.

Entre sus obras de teatro se encuentran Bojayá: masacre y olvido, que evoca los hechos ocurridos en la masacre de Bojayá en mayo del 2002. La puesta en escena surgió a partir de diálogos, entrevistas y encuentros con las víctimas y una visita al lugar de los hechos. 

También está Revolución pacífica, obra que contó con el acompañamiento del maestro de la danza afrocontemporánea en Colombia Rafael Palacios.

Esta puesta en escena surge del entendimiento de las vivencias y preocupaciones de los jóvenes del municipio de Quibdó alrededor de la violencia, los obstáculos para salir adelante, la contaminación del medioambiente y las oportunidades laborales.

“Desde Jóvenes Creadores del Chocó consideramos que la juventud no debe ser silenciado. Su voz viene desde la incomodidad, que busca una transformación radical y profunda. Desde su sentir se representan como copartícipes de la construcción de la sociedad, buscando eliminar las desigualdades que se están presentando en el Pacífico colombiano”, comenta Gil.

La corporación busca entender cómo se sienten los jóvenes, cuál es su apuesta, su filosofía de vida y el proyecto político que quieren asumir, porque consideran que las juventudes son agentes de cambio, no solo desde el discurso sino también desde sus acciones pacíficas y artísticas. 

La juventud es arte y esta es fundamental para que su voz se pueda levantar y proyectar en los escenarios de poder que están cerrados, pero que deben garantizar su participación efectiva”, dice ella.

Escena de la obra Bojayá: masacre y olvido, en el marco del proyecto Pasos de resistencia. / FOTO: tomada del Instagram @jovenescreadoresdelchoco

Por su parte, la obra Desde la orilla pretende generar una critica alrededor de la manera en la que viven las personas del Pacífico colombiano, con sus necesidades básicas insatisfechas, una alta taza de empobrecimiento, la falta de desarrollo en las comunidades y la violencia.

Su última creación ha sido Cuestión de dignidad, obra con la que buscan decirle al mundo que no deberían cuestionarlos cuando ellos se preguntan ¿cuándo se va a materializar el estado social de derecho en el Pacífico, en el municipio de Quibdó, Chocó

“Todavía se ve el desarrollo desde el privilegio. ¿Cuándo podrán las comunidades vivir en condición de dignidad? Para nosotros la palabra dignidad es muy importante, porque garantiza los mínimos vitales y cuestiona el racismo estructural”, dice Gil.

Aunque desde Jóvenes Creadores del Chocó se reconocen las problemáticas estructurales del territorio, Gil comenta que siempre buscan invitar a las personas a ver al Chocó con otros ojos, que les permitan reconocer su bondad y potencialidad.

“El departamento del Chocó es muy rico. Sabemos que las principales noticias que se escuchan del Chocó son muy desalentadoras, pero hemos intentado disminuir el ruido de estas narrativas que se han impuesto sobre nuestros territorios y hablar, en cambio, sobre su riqueza en recursos naturales renovables y no renovables, en biodiversidad y en activos culturales”, resalta Gil.

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