El autor brasileño Roger Mello presentará en el Festival Épico, en Barranquilla, su obra de teatro El mundo en la mano. Habló con Colombia Visible sobre cómo las artes ayudan a eliminar fronteras territoriales e idiomáticas.
Roger Mello es considerado, en la actualidad, como uno de los autores e ilustradores para niños más reconocidos del continente. También será el encargado de la inauguración en Barranquilla del Festival Épico (realizado por la Fundación Círculo Abierto, con apoyo del Ministerio de Cultura y de la Secretaría de Educación de la Alcaldía de la capital del Atlántico) en su regreso a la presencialidad.
El jueves 12 de mayo, Mello presentará su obra El mundo en la mano, una adaptación de El elogio de la locura de Erasmo de Róterdam, en el auditorio Fábrica de la Cultura.
Mello ha estado al frente de la ilustración de más de 100 libros, incluidos 22 escritos por él. En 2002 ganó el galardón Swiss Espace-enfants, así como el Premio Jabuti en las categorías Literatura e Ilustración Infantil con ‘Meninos do Mangue’ (Niños del manglar).
En 2014, se convirtió en el primer artista de América Latina en ganar el Premio Hans Christian Andersen, considerado el Premio Nobel de literatura infantil. En 2018, su libro ‘You Can’t Be Too Careful!’ (Nunca se es demasiado cuidadoso) fue nombrado Libro de Honor de Batchelder por la American Library Association.
Colombia Visible habló con Mello (quien se comunica en lo que él denomina como ‘portuñol’) sobre cómo, a pesar de las barreras idiomáticas, la literatura, la ilustración y, en general, las artes sirven para conectar a América Latina.
A su juicio, ¿cuál es la importancia de que las artes le hablen a públicos infantiles y juveniles?
A mí me parece que cuando escritores o escritoras para ‘adultos’ piensan en la literatura infantil y juvenil, en la ilustración creada para niños, no la conocen de verdad. En términos de Brasil, se puede decir que últimamente la literatura para niños es mucho más experimental que la de los adultos.
En portugués la palabra para niños es la palabra ‘crianças’, y hace referencia a aquellos que se crían, pero no se trata de decir que, entonces, la literatura infantil es importante porque se dirige a la próxima generación, sería decir lo mismo de siempre.
Es fundamental este público no solo como público, si también como una posibilidad de esta crianza de este niño como aquel que redimensiona la posibilidad de experimentar. Cuando hablamos de literatura, lo hacemos de manera general, pero hay un público lector muy específico que son los niños y las niñas.
¿Cómo entender la unión de literatura e ilustración?
Nunca estuvieron separadas de verdad. Eso tiene que ver con la historia del libro. Si uno considera que el libro más antiguo del mundo es El libro de oro etrusco, ese es un libro completamente ilustrado.
Antiguamente era una simbiosis: el libro era la casa de la palabra y de la imagen. Ocurre que con el invento de la imprenta, cuando el libro se vuelve un objeto comercial, era más caro reproducir la ilustración. Pero esa unión siempre ha existido.
Hablando de El mundo en la mano, ¿cómo dirigirse desde el teatro a niños, niñas y jóvenes?
El mundo en la mano tiene mucho de literatura, es una adaptación del Elogio de la locura (de Erasmo de Róterdam). Y en un sentido más literal, el libro siempre está en escena, es un objeto escénico, ayudando a que las fronteras se mezclen. La dramaturgia es un género múltiple: está la imagen, está el vestuario y también el texto hablado.
¿Por qué son importantes espacios como el Festival Épico?
A través de Épico hacemos una amistad que me parece que, además de ser una parceria amorosa, sin fronteras, es una armonía que conecta mucho a Brasil y a Colombia. Y tenemos mucho en común. Es una unión fantástica.
Me parece que Círculo Abierto, con Épico, se transforma en un espacio sin fronteras entre las artes. Siempre habrá texto, siempre habrá textualidad, estamos en el continente del texto. Épico es una posibilidad en este maravilloso territorio colombiano de tener toda América Latina, una América ancestral, conectada.
¿Cómo las artes ayudan a superar las fronteras?
Las artes es el sitio donde artistas y no artistas se encuentran. Cuando hablamos de libro, de teatro, de ilustración, estamos hablando de múltiples manifestaciones artísticas, que se pueden convertir en un género híbrido, y si es un género híbrido, es multifrontera. Por eso hablamos de géneros impuros, porque la vida es impura, los humanos somos impuros. Todo es experimentación.