Durante 115 años la dinastía Balanta, en Timbiquí, ha resguardado la mística que rodea la música del Pacífico colombiano. Las productoras Páramo Films y Locolor realizaron un cortometraje para que la historia trascendiera las fronteras del departamento del Cauca.
La familia Balanta es conocida y respetada en Timbiquí por el gran árbol genealógico que se desprende de ellos, siempre emparentado con la música y las artes.
Según cuenta la tradición oral, una mañana de 1907 llegaron a lo que hoy es Santa Bárbara de Timbiquí cuatro señores de apellido Balanta, las esposas y una veintena de hijos. El alcalde de ese entonces decidió asignarle a la numerosa familia una zona conocida como La Loma.
Sin embargo, con el crecimiento del barrio y la llegada de otras familias, los Balanta tuvieron que trasladarse hasta El Pasto, allí la descendenncia se multiplicó y con ella la responsabilidad de mantener vivos los ritmos tradicionales de la región.
Fernanda Pineda y Hanz Rippe trabajan en Páramo Films, una productora independiente que hace aproximadamente 9 años se dedica a la realización de piezas audiovisuales que cuentan las historias de los territorios para trascender las fronteras locales. La historia de la familia Balanta fue una de ellas.
“A nosotros nos llamó mucho la atención que para ellos la música no es solo un oficio, sino que está conectada con mitos alrededor de los bosques y con la propia espiritualidad de la comunidad”, menciona Fernanda Pineda, realizadora audiovisual en Páramo Films, quienes rodaron el corto ‘Balanta’ junto a la productora alemana Locolor.
Gregor Kuhlmann, uno de los directores de Locolor y quien participó en el rodaje del proyecto, cuenta que buscaban «crear un trabajo accesible a todo tipo de público, pues a través de la música se facilita el intercambio cultural». Asimismo, menciona que en Alemania nunca había visto ni escuchado algo similar y que quedó «fascinado con la energía y la magia que emana la región Pacífica colombiana».
Ambos coinciden en que compartir la mística alrededor de la familia fue una de las experiencias más enriquecedoras del rodaje.
‘Balanta’ cuenta la historia de toda una dinastía a través de los relatos de vida de tres protagonistas, para quienes el guasá, el bombo y la marimba son instrumentos y armas de resistencia con las que defienden su cultura y su territorio víctima del conflicto armado.
“Espíritu Balanta y Estrellas de Timbiquí o cualquier músico de la familia puede optar por trasladarse a Bogotá y hacer dinero, pero no es lo que les interesa. Ellos se consideran herederos de los sonidos del bosque y por eso desean preservarlos”, explica.
Una de las historias más curiosas que Fernanda Pineda encontró en medio del rodaje está relacionada con que el tratamiento que los mayores le dan a la música no es igual al que le pueden dar los niños, dada la carga espiritual de esta música. «Los niños de la dinastía tenían prohibido escucharla y estar presentes mientras los adultos tocaban los instrumentos. Hacerlo era considerado una travesura», explica Fernanda.
Gregor comenta que en el corto se ejemplifica cómo los niños lograban solucionar esa ‘prohibición’ a través de las historias de vida de Don Emeterio y Diego. Ambos tuvieron que crear sus propios instrumentos cuando eran pequeños: uno construyó un bombo con cocos y el otro una flauta con el tallo de papaya. Es decir, las circunstancias los terminaban obligando a aprender sí o sí a construir sus propios instrumentos.
Según Fernanda, este cortometraje, además de tener el objetivo de visibilizar en distintos festivales internacionales la historia de esta dinastía, debe ser una oportunidad para que en las demás regiones del país se reconozca esta música como patrimonio inmaterial y como un puente para «conectarnos, en medio del bosque, con esa espiritualidad que puede llegar a no ser tan auténtica en la ciudad por los afanes de la vida cotidiana».
Gregor, desde su perspectiva de ciudadano alemán, cree que mostrar estas historias, que suelen «ahogarse en la industria musical», permite que en otros lugares del mundo sepan lo que ocurre en esas «zonas que suelen ser como puntos oscuros del mapa colombiano a raíz del desconocimiento de lo que allí sucede».
Los miembros de Páramo Films y Locolor siempre resaltan que gran parte de la magia del corto se concentra en la frase que dijo Mauro Tovar García sobre la dinastía: «Si Gabriel García Márquez no hubiera nacido en Aracataca sino en Timbiquí, los Buendía habrían sido los Balanta”.