Ocho proyectos liderados por jóvenes de cuatro países de América Latina fueron reconocidos en la séptima edición del premio Social Skin, una iniciativa del Grupo Bolívar Davivienda que destaca soluciones reales a desafíos sociales con herramientas como inteligencia artificial, biotecnología, salud femenina y gestión de residuos.
El pasado viernes 6 de junio, Grupo Bolívar Davivienda anunció a los ganadores del premio Social Skin, uno de los reconocimientos más relevantes en la región para quienes apuestan por transformar su entorno desde el emprendimiento con propósito, caracterizado por impulsar soluciones reales a problemas sociales urgentes, promover la sostenibilidad y fortalecer un ecosistema donde la innovación y el impacto caminan de la mano. Este premio se ha convertido en una plataforma clave para visibilizar, acompañar y potenciar a quienes lideran el cambio desde lo local con visión global.
En esta edición, 719 proyectos se presentaron a la convocatoria, una muestra del compromiso de los jóvenes en Colombia, Panamá, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Guatemala y México por responder activamente a los retos de sus comunidades.

Durante la jornada de sustentación, 19 equipos de distintos países presentaron sus proyectos y dialogaron con expertos de alto nivel, como Lina Cuervo, directora ejecutiva de Vlue Impact Capital; Alejandro Gómez, CEO y Partner Pantera Makers; y Diana Alejandra Ramírez Country Director NESsT Colombia, sobre cómo llevar sus ideas a otro nivel de forma estratégica.
“La clave es ir más allá de la intención: el impacto gestionado debe ser el núcleo del negocio, impulsando sostenibilidad y valor. La inversión de impacto es un vehículo estratégico para ello”, sostiene Lina Cuervo, directora ejecutiva de Vlue Impact Capital.
Los ocho ganadores, seleccionados por cuatro jurados con experiencia en innovación y emprendimiento, recibirán mentorías personalizadas y un capital de entre 7.000 y 12.000 dólares para fortalecer su crecimiento. Desde su creación, el premio ha destinado más de 434 mil dólares en esta materia.
Estos son los proyectos seleccionados:
- Selva (Colombia): busca mejorar la salud femenina con pruebas rápidas y accesibles para infecciones vaginales.
- Witlab (México): utiliza inteligencia artificial y biotecnología para replicar insumos químicos y crear productos de limpieza sostenibles.
- Kumpels (Colombia): aplica IA para prevenir errores de medicación y aumentar la seguridad hospitalaria.
- ART/wear (Colombia): desarrolla wearables que mitigan los temblores causados por Parkinson y Temblor Esencial sin efectos secundarios.
- Elastic Energy (Colombia): propone un sistema de almacenamiento de energía con savia natural, sin químicos.
- Onefly (Colombia): transforma residuos orgánicos in situ mediante biotecnología, sin generar desperdicios.
- Bioreact (Guatemala): crea biopesticidas a base de plantas para combatir plagas en cultivos.
- Innovaciones Circulares (Costa Rica): convierte aguas residuales agropecuarias en fertilizantes de liberación lenta para regenerar suelos.
“Muchos de estos proyectos también se presentan en programas de otros países para ganar visibilidad (…) Antes, recuerdo que uno estudiaba para salir de casa o comprarse un carro. Hoy los jóvenes quieren cambiar el mundo. Hay personas que realmente están viviendo su pasión”, señala Cortés.
Ese espíritu transformador se refleja incluso en el nombre del premio: Social Skin, una alusión a llevar lo social en la piel y a trabajar, desde la raíz, por temas claves para lograr una sociedad más justa, equitativa e incluyente como la educación, las ciudades sostenibles, la salud y el medioambiente.
“Participar en Social Skin ha sido una experiencia muy enriquecedora. Es un orgullo que Witlab haya quedado finalista entre tanto talento. Las mentorías han sido muy valiosas y motivadoras, y me alegra ver el talento latinoamericano brillando. Gracias al Grupo Bolívar y Davivienda por esta oportunidad”, Luis Alfonso Velázquez, CEO Witlab, uno de los proyectos ganadores.
De acuerdo con Miguel Cortés, la apuesta del Grupo Bolívar Davivienda con este premio trasciende el apoyo económico: se trata de construir comunidad: “Una empresa no solo debe pagar prestaciones a sus empleados. Tiene la responsabilidad de aportar a su entorno. No puede ser posible que a una empresa le vaya bien y al entorno mal, eso no es sostenible. El reto es crear un ecosistema donde los emprendedores encuentren pares, colaboren y construyan juntos un mundo mejor”, asegura Cortés.
En ese ecosistema, las ideas que surgen desde la pasión y el compromiso social son las que terminan marcando la diferencia. Son proyectos que nacen de una necesidad, pero que se consolidan como empresas con impacto y futuro.
“Nosotros tenemos un lema: ‘en nuestras manos está hacer un mundo mejor’. Y creemos firmemente que son los emprendedores sociales quienes pueden lograrlo. Porque es tu pasión, lo que llevas en la piel y en el corazón, lo que hace que un emprendimiento pueda cambiar el mundo”, concluye Cortés.