Ante el riesgo que viven durante las temporadas de lluvias, los habitantes del sector de Perdices en Guayabetal (Cundinamarca) realizan un trabajo conjunto con la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres del departamento.
La lluvia en Guayabetal, Cundinamarca, no es solo lluvia. El agua en este municipio suele estar acompañada de emergencias, sobre todo, de deslizamientos por la creciente del río Negro, una de las principales fuentes hídricas del departamento. Y uno de los lugares más afectados es el sector Perdices.
Por eso, la comunidad que vive allí se ha organizado, con apoyo de la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres, para hacerle frente a las emergencias que se han presentado desde la década de los años 70.
Y es que no es una preocupación menor. De las 82 familias que viven allí, explica Álvaro Velásquez, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Perdices, hay 35 que se encuentran en riesgo por los deslizamientos.
Los dos últimos eventos más graves, recuerda Álvaro, ocurrieron en agosto de 2019 y de 2021. En la temporada de lluvias de 2019, la emergencia afectó duramente a la Vía al Llano (que pasa por Guayabetal) causando su cierre. En 2021, la emergencia llegó a tal punto que 74 familias tuvieron que ser evacuadas ante el temor de que la subida de la quebrada Perdices pusiera en riesgo sus vidas.
“Me asomé a ver el río por la ventana, pero lo que me impresionó fue que ya se había ido parte de la ladera. Ya no había árboles ni vegetación. Al rato, lo que empezamos a ver fue cómo comenzaron a caer las casas”, dijo al diario El Espectador, Gladis Rojas, una de las damnificadas.
Ante esa realidad, la comunidad decidió unirse, con la conciencia de que no son hechos aislados, sino que, eventualmente, como explica Álvaro, se pueden repetir.
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Trabajo conjunto para la gestión del riesgo
Sin embargo, no es una conciencia que se crea sin un trabajo previo. Por eso, explica Álvaro, la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres ha ido en repetidas ocasiones a Guayabetal para dictar charlas sobre gestión del riesgo.
También se han realizado varios simulacros de evacuación que sirven para cuando se presente un posible deslizamiento de tierra.
“Así hemos aprendido que no nos debemos afanar, que debemos tomar las cosas con calma mientras buscamos un sitio adecuado” para resguardarse, señala.
Además, dentro de la comunidad han surgido varios liderazgos entre personas que se convierten en los responsables de alertar a sus vecinos en caso de deslizamientos o de crecientes. También son quienes guían a los demás para llegar a ese lugar seguro que menciona Álvaro.
Y es, también, una organización comunitaria para acompañar a los más afectados. La Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres pone a disposición psicólogos y demás personal necesario para la atención de los damnificados, pero Álvaro resalta, desde Guayabetal, que también hay una preocupación comunitaria por ayudar.
“Cuando ocurren los hechos”, señala el presidente de la JAC de Perdices en Guayabetal, “ellos (los funcionarios de gestión del riesgo) llegan instantáneamente al lugar de los hechos y toman un control. Prestan todas las ayudas necesarias para lo que está sucediendo: realizan censos, dan mercados y colaboran en lo que requiramos”.
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