Desde 2015, la Fundación Semblanzas de Río Guapi ha trabajado en semilleros artísticos que potencian y visibilizan el talento local de más de 350 niños y jóvenes músicos del municipio y veredas aledañas.
Limones es una vereda de Guapi conocida por ser un buen semillero de músicos tradicionales. Allí, la mayoría de los niños crecen escuchando los ritmos típicos de la región y viendo a los mayores interpretar los instrumentos durante las fiestas.
Varios de los músicos que integran la agrupación Semblanzas del Río Guapi son oriundos del lugar. Ellos, con el tiempo, se han convertido en un ejemplo para su comunidad sobre lo lejos que se puede llegar con la música. Esta, además de haberles permitido hacer múltiples presentaciones y discos, ha sido una herramienta para construir paz dentro de su territorio.
“Cuando empezamos el proceso en 2015, uno de los mayores retos fue el tema del desplazamiento forzado, porque Limones es una población bastante afectada por el conflicto. Nosotros nos agarramos del arte para mitigar los miedos y el sufrimiento de los chicos”, comenta Yamile Cortes, música, profesora y tallerista de la Escuela Semblanzas.
Uno de esos jóvenes que quedó encantado viendo las presentaciones de los músicos de Semblanzas fue Juan Camilo Pedraza Solís, quien hoy tiene 20 años y estudia un técnico auxiliar contable en Cali.
Comenzó a practicar marimba y canto cuando aún estaba en el colegio. Salía de las clases y, por las tardes, todos los días, se dedicaba tres horas a aprender a interpretar instrumentos los tradicionales del Pacífico. Los días que no tenían ensayos, practicaba solo en su casa. Dice que esa disciplina fue la que aseguró el éxito de su proceso.
“Cuando la Escuela Semblanzas llegó a hacer los talleres a Limones estábamos muy afectados por los grupos armados. Algunos jóvenes le iban perdiendo el amor a la cultura. Vivían asustados y hasta tomaban la decisión de seguir los pasos de los grupos”, recuerda el joven.
En 2018, tuvo que irse de Limones hacia Guapi, porque los colegios de la vereda solo llegan hasta noveno de bachillerato. Cuando llegó al casco urbano, comenzó a seguir más de cerca la agrupación y con el tiempo, al ver su talento, el manager de la Escuela Semblanzas lo incluyó en una agrupación que ese año participó en el Patronito.
“Tuve la fortuna de ir al Petronito y luego arranqué a participar en eventos folclóricos con la comunidad. Algunos de los miembros de Semblanzas comenzaron a tener la agenda muy ocupada y en 2021 me dieron la posibilidad de darles talleres de música a los niños”, comenta Juan.
Además de contribuir con la formación artística, la Escuela creó espacios de esparcimiento y recreación, muy poco comunes en las veredas de Limones, Quiroga y Joanico, donde tienen presencia actualmente.
Comenzaron con treinta niños y hoy , tras ocho años de trabajo, ya son más de 350. Les enseñan danza, música tradiciona y urbana, construcción de instrumentos tradicionales y canto. Según Yamile, estos espacios disminuyen los riesgos de que los jóvenes consideren enlistarse en grupos armados y que vean, además, que sí es posible construir un proyecto de vida a partir de la música.
Por otro lado, Juan Camilo también recuerda que muchos de sus compañeros de clase habían perdido las ganas de estudiar antes de que la Fundación llegara con las actividades. Sin embargo, para poder participar en los talleres era necesario mostrar un buen desempeño académico, factor que los motivaba a esforzarse con las asignaturas y, además, a terminar sus ciclos académicos.
Después de varios años, el joven reconoce que participar en los talleres fue crucial para poder terminar su bachillerato. A pesar de estar en Cali, siempre recuerda su tierra y la marimba aún lo acompaña los martes y jueves, cuando se reúne a tocar con sus amigos para «seguir puliendo» su talento y quizá, algún día, poder formar su propia agrupación.
Este año, la Fundación Semblanzas llevará a ocho jóvenes de entre 13 a 17 años a un intercambio cultural en Guyana, una motivación más para premiar a quienes llevan un desempeño adecuado en la institución y en la escuela de música. «Así ellos dicen: tengo que ser uno de los mejores en el colegio si quiero seguir siendo parte de la Fundación Semblanzas y si quiero que los profes, en un futuro, me lleven fuera de Guapi», concluye Yamile.