En el departamento del Tolima, pasando por Ibagué, Murillo y Santa Isabel se encuentra un recorrido alternativo para ingresar al Parque de los Nevados, basado en el ecoturismo comunitario.
En el municipio de Villamaría, la vereda del Cedral y el municipio de Salento, ubicados respectivamente en los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío, se encuentran las entradas más frecuentes al parque compuesto por los nevados del Tolima, del Ruiz y de Santa Isabel. Sin embargo, existen otras alternativas para llegar a estas montañas, como La Ruta del Cóndor.
Se trata de una iniciativa comunitaria que promueve el ascenso al nevado del Santa Isabel por el departamento del Tolima. “Con esta ruta queremos desarrollar un verdadero ecoturismo histórico, que no solo cree ese sentido de pertenencia y valor de los recursos naturales que tenemos, sino que también promueva la reconciliación”, comenta Johana Ovalle, líder comunitaria.
Junto al turismo de naturaleza, la historia de esa región del país y de la economía cafetera, se combinan en narraciones audiovisuales y orales diseñadas para los turistas. Estas hacen de cada parada o estación del recorrido un punto de encuentro en el que los guías, habitantes de las veredas, recuerdan relatos y vivencias familiares.
Algunos de los habitantes de las veredas por la que pasa la ruta ofrecen servicio de camping y avistamiento, como la finca ‘El Águila’. Estos se prestan bajo las restricciones y cuidados ambientales de Parques Nacionales. “Nos estamos capacitando para también enseñarles a los visitantes por qué es importante respetar a la naturaleza cada vez que visitamos Áreas Protegidas”, aclara Johana.
Desde el manejo adecuado de los desechos que se generan por los visitantes hasta la siembra de árboles nativos de la región, las iniciativas que promueven los habitantes de los municipios de Murillo y Santa Isabel también buscan cuidar el ecosistema.
El recorrido
La Ruta del Cóndor va desde la ciudad de Ibagué, pasando por el municipio de Murillo y llegando hasta el nevado de Santa Isabel, el cual tiene una altura de 4968 metros. Según Johana, el camino recibe su nombre gracias a que en su transcurso se puede avistar esta ave emblemática del país.
“Desde pequeña veía los cóndores cerca de la finca de mis abuelos, y asumí que era algo normal. Pero con el tiempo me di cuenta de que la zona del páramo de Santa Isabel es el hábitat de esta especie, allí mismo se encuentran casi seis nacimientos de agua. Por eso, el municipio es considerado la estrella hídrica del departamento”, puntualiza Johana.
El punto de partida se encuentra en Ibagué. Es necesario recorrer los 95 kilómetros desde la capital tolimense hasta el municipio de Santa Isabel, conducir hacia la vía de Lérida y, 16 kilómetros después de pasar el municipio de Venadillo, desviarse para ascender al casco urbano de Santa Isabel.
La primera parada de este ascenso se encuentra en la vereda Palomar, en el mirador Alto de letras, “allí se pueden divisar los tres nevados, el del Tolima, de Santa Isabel y del Ruiz”, aclara Johana. Se continúa subiendo al sector de Alto bonito, ubicado a hora y media del mirador, donde está la estación de carga de animales para entrar al nevado de Santa Isabel.
Durante el camino se puede divisar una estación de camping que permite aclimatar a los viajeros a las condiciones del ascenso antes de continuar.
Para culminar se debe pasar por las fincas de ‘El África’ y ‘El Águila’, de allí hasta el glaciar del nevado son cuatro horas de camino y tres más para llegar a la punta. En total, el ascenso desde el casco urbano del municipio hasta el nevado de Santa Isabel se estima en un promedio de 12 horas con jornadas de descanso.
Con este proyecto se busca, en palabras de Johana, “posicionar al Tolima como una de las entradas principales al Parque Nacional Natural de los Nevados. Esto ayudará a gestionar los recursos para mejorar las vías de acceso y movilizar la economía de los municipios en torno a un ecoturismo comunitario”.
Al ser el volcán nevado con menor altitud (4968 metros), la montaña glacial de Santa Isabel es la más accesible del Parque Nacional Natural de los Nevados. Además, es una importante fuente hídrica, ya que alimenta los ríos Totarito, Azul y Mozul, que hacen parte de la gran cuenca del río Magdalena.