La música de marimba fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010. Hoy, los 'luthiers' de la marimba continúan fabricando este instrumento para rendir tributo a toda la carga ancestral y espiritual que evoca con sus 'sonidos de la selva'. Conozca cómo se fabrica el mítico instrumento en cinco pasos.
La marimba es el corazón de la música tradicional del sur del Pacífico colombiano. Es ella la encargada de marcar el ritmo de los currulaos, bundes, alabaos y jugas. Tanto la música de marimba como los canto y bailes que se desprenden de ella fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010. El reconocimiento se hizo no solo porque la técnica de construcción e interpretación ha sobrevivido cientos de años entre la población de la costa Pacífica colombiana (y también en algunas regiones de Ecuador y Guatemala), sino también porque sus ‘juntanzas musicales’ propician el intercambio de saberes y sabores.
Y es que, de todos los instrumentos que conforman la música del Pacífico, la marimba es la que mayor misticismo atesora. Hoy se conoce el paso a paso de su fabricación en los talleres de ‘luthiers’, sin embargo, siglos atrás, cuando la población recién se familiarizaba con ella, surgió un mito que sostenía que un día un hombre había regresado de la selva con el instrumento armado. Según él, un duende le había enseñado las técnicas de construcción.
Ever Riascos, de la Fundación Palma Chonta, prefiere creer que el instrumento llegó a la costa Pacífica a través de los esclavos africanos que se asentaron en el territorio con estos xilófonos de madera.
Hace más de 20 años Ever es dueño del taller de Palma Chonta, ubicado en Guapi, Cauca, municipio en cuyo casco urbano se encuentran plantaciones de la palma.
En Guapi es muy común escuchar las melosas notas del instrumento recorrer las calles mañana, tarde y noche, pues la marimba casi que hace parte del mobiliario de los hogares. Los niños, además, se la escuchan tocar a sus abuelos desde pequeños. Muchos de los músicos dicen, incluso, que han sido arropados por la calidez de sus notas desde el vientre materno.
Por otro lado, en el Pacífico de cierta forma existe una conexión entre el instrumento y el concepto de hogar. La marimba está hecha con madera, y la gran mayoría de casas en esta zona, sobre todo antes, eran hechas con el mismo material. Así, la marimba terminó convirtiéndose simbólicamente en el hogar donde reposa la cultura del pacífico.
El taller de Ever es una casa de dos pisos. La primera planta está dispuesta para cortar, moldear y lijar el material y la segunda para ensamblar y afinar los instrumentos. Fabrican marimbas, bombos, cununos y guasás. Las marimbas de Palma Chonta son las más conocidas del Pacífico por su calidad y por haber ‘marcado la pauta’ de las técnicas estándar para su fabricación.
Los Riascos fueron quienes agregaron los parales de madera. Esta modificación hace que hoy el instrumento se interprete de pie. Ya no debe colgarse del techo o de un arco completo para tocarse suspendida en el aire. Antes era tradición que la marimba estuviese colgada en el centro de la sala y que las personas se congregaran a bailar y cantar alrededor de ella. Según los viejos músicos, esto permitía que el instrumento se aireara. Es decir, que respirase y tuviese, así, mayor vitalidad.
Ever recuerda que los orígenes de Palma Chonta se remontan a cuando su hijo, Kike Riascos (integrante de Herencia Timbiquí y conocido en Colombia como ‘el rey de la marimba’) comenzó a tocar el ‘piano de la selva’. Kike, a la corta edad de 9 años, aprendió música en escuelas del municipio, y rápidamente ganó fama por ser ‘un duro’ con el instrumento. Sin embargo, la marimba que tocaba pertenecía a la alcaldía.
Fue entonces cuando su padre vio la necesidad de construirle una propia. Le pidió ayuda a los ‘luthiers de la marimba’ y la armó. Luego sacó otro par y así, de a poco, comenzó a surtir al pueblo con el instrumento. Los años lo ayudaron a perfeccionar la técnica y a encontrar los materiales adecuados para su fabricación: palma de chonta, guadua y madera. Hoy maneja tan bien el tema que dice que puede armar una marimba en 24 horas o menos.
La marimba en cinco pasos
Paso 1: moldear y lijar
El primer paso es moldear y lijar los dos marcos y parales que sostienen el instrumento. La base de la marimba se construye con madera perdiz, pues es la que más genera acústica.
Uno de los secretos para que la marimba sea resistente es que el material debe cortarse en luna menguante. Hay un sustento científico detrás: la gravedad de la luna.
Cuando la luna está en pleno, la fuerza de gravedad que hace que el agua suba por la guadua y por la chonta, provocando que la madera quede húmeda. Pero lo que se necesita es que esté lo más seca posible para que no se pudra tan rápido. Por eso el proceso de secado puede durar hasta cuatro meses.
Paso 2: ensamblar las piezas del marco
Una vez la madera tiene su respectiva forma, se pegan las las piezas de la base con goma de madera y tornillos.
Cuando el marco ya está armado se pinta y se deja secar por varios días.
Hay chontas específicas que sirven para bajos, otras para medios y otras para altos. No se puede cortar una chonta de más de tres metros de altura, ya que la palma tiene la particularidad de comenzar gruesa e irse adelgazando, y las partes delgadas no sirve.
Paso 3: organizar los tablones
Las marimbas promedio tienen de dieciocho a veinte tablones. Puede haber algunas con menos o más, ya que existen dos tipos de marimba: la sencilla, que es la de un solo teclado (diatónica) y la de doble teclado (cromática).
Se dice que las tablas de la marimba “se van curando”, es decir, entre más viejas, más suenan.
Hay dos tipos de músicos en una misma marimba: el bordonero, que hace los bajos, y el requintero, que hace las notas altas. Ambos pueden tocar al tiempo.
Paso 4: ajustar los tablones
Una vez los tablones estén instalados de mayor a menor, se procede a asegurarlos en los bordes con una pita que se va entrelazando de arriba abajo. Al final se amarrar a un chazo de gancho metálico para mantener las tablas en su sitio.
Cuando los tablones saltan a la hora de tocar con los tacos (los palos con extremos de caucho) es porque requiere que les ajuste esa pita.
Paso 5: encontrarle la resonancia a las teclas con su respectivo canuto
El último paso es instalar los canutos, los cilindros de madera hechos con guagua que se ubican debajo de las tablas. Los canutos amplifican y precisan el sonido de las teclas.
La marimba se puede afinar a oído, con afinador a 440 o con agua, la técnica más artesanal.
En esta última se llena un tarro con agua y se golpea tecla por tecla. Si no tiene buena resonancia se le riega de a poco hasta que quede humeda, luego se mete inserta un palo y hasta donde marque la humedad, se corta el canuto. Mientras que la chonta da la nota, las guaduas de los cunutos dan la resonancia.