«Qué buenas las tengo»: la iniciativa para que las mujeres amen sus senos y cuiden su salud

El colectivo Qué buenas las tengo nació como una excusa para recordarles a las mujeres la importancia de aceptar y apropiarse de su cuerpo. Con el tiempo se convirtió en una iniciativa que trabaja en pro de apoyar la lucha contra el cáncer de seno.

Karen Rodríguez es una bogotana, publicista y activista, que desde años atrás empezó a cuestionarse sobre el mundo de desigualdades en el que viven muchas mujeres y sobre cómo los diferentes medios las hacen dudar de sus capacidades y hasta de su físico. 

Todas estas condiciones la hicieron pensar que era necesario crear espacios de visibilización femenina, en donde se les hablara a las mujeres de aceptación y apropiación. Pues, según ella, «si no se empieza por el amor propio es muy difícil resaltar en otros aspectos».

Esto fue lo que la impulsó, en 2015, a hacer junto a su socio, Andrés López, el proyecto Qué buenas las tengo, una alusión a los senos y a la necesidad de apoderarse de esa parte femenina sin miedo, sin remordimiento y con aceptación.

Según su creadora, cuando este proyecto inició, se cuestionaba mucho sobre las oportunidades, espacios y vitrinas que les faltaban a las mujeres en diferentes ámbitos.

 “Ahí dije: ‘Yo creo que a las mujeres nos hace falta como una motivación, como un impulso. Así como cuando te dicen ’métale huevos’. Yo dije creo que nos hace falta es como ponerle ‘tetas’ a la vida”, cuenta Karen.

Allí fue cuando se dio cuenta de que hacía falta un método de apropiación, de aceptación y de acabar con los tabúes que se habían creado alrededor del cuerpo femenino, pues varias mujeres con las que hablaba se sentían completamente intimidadas cuando se mencionaban los senos.

“Es muy importante que las mujeres empecemos a valorar nuestro propio cuerpo. Desde el proyecto tratamos de evitar el tema del tabú, el sexismo y, claramente, la censura”.

Karen Rodríguez
Karen Rodríguez creo Qué buenas las tengo como una iniciativa para empoderar a las mujeres a través del positivismo del cuerpo. / FOTO: Cortesía

Así nació Qué buenas las tengo, la frase motivacional y ahora proyecto, que creó Karen para que quienes conocieran su iniciativa se miraran al espejo y pudieran empezar a hablarse de una forma mucho más amorosa.

Desde esta idea, junto a López, director de arte, empezaron a realizar contenidos digitales y productos que promovieran este mensaje: iniciaron con fotografías, piezas con mensajes de empoderamiento y camisetas con ilustraciones de kiwis, papayas, peras, aguacates y limones ubicadas justo en esa parte del pecho, la que suelen censurar las redes.

A medida que el proyecto fue creciendo, comenzaron a colaborar con artistas, escritoras, creativas, grafiteras e ilustradoras y, anualmente, sacan un calendario en el que, mes a mes, dejan mensajes de apropiación y positivismo alrededor del cuerpo.

“Es un proyecto que da la posibilidad a 14 mujeres de presentar su trabajo en una edición impresa. Ellas trabajan alrededor de un tema enfocado en ‘las tetas’ y allí hacen su propuesta”, cuenta Karen.

Todo el proceso de crecimiento los llevó a darse cuenta de que era necesario ir más allá de las redes sociales y empezar a trabajar en otros frentes, como la lucha para prevenir el cáncer de mama.


Un reflejo en las cifras de mortalidad 

De acuerdo con estimaciones de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc, por sus siglas en inglés) desde 2018 en Colombia se han presentado 13.380 casos nuevos de cáncer de mama. Según el Ministerio de Salud, «la mortalidad por cáncer de mama en mujeres va en ascenso anualmente. Mientras que en 2009 se registraron 2.243 muertes, en 2019 fueron 3.535, lo que representa un incremento del 36,5 %.  

En una década, este tipo de cáncer cobró la vida de 22.174 mujeres entre los 30 y 70 años. 

Estas cifras les hicieron entender a Karen y a Andrés que no servía de nada enviar mensajes de autoestima si no estaban ayudando en otras problemáticas. Allí decidieron crear la canción ‘Toca tus tetas’, una melodía que explicaba a las mujeres cómo bailar, cantar y, al mismo tiempo, hacerse el autoexamen de seno.



“Además, empezamos a trabajar con una agencia para realizar más mensajes de impacto y que ayudaran a  concientizar sobre lo que significa perder una teta”, asegura Karen.  

Sin embargo, toda esta movida artística ha trascendido más allá de ser solamente un mensaje entre mujeres; pues, en los últimos encuentros de emprendedores, Karen ha visto que “logramos que más personas se involucren en los problemas reales que vive la población femenina”.  

Según Karen, detrás de cada mujer que conoce el proyecto hay una amiga, “luego una hermana, pasa a una mamá, a las tías, las abuelas y a más mujeres que reconocen la importancia de aceptar su cuerpo y de trabajar en pro del mismo”.  

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