“Un video viral no cambia el mundo, pero puede cambiarle la vida a una familia”: Soy Campesino

En el primer episodio de Influencia Positiva, Andrés Guerrero, creador de Soy campesino, relata cómo la iniciativa dignifica la manera en que los colombianos se relacionan con el campo y quienes lo habitan.

Desde hace casi tres años, Soy Campesino conecta directamente a productores rurales con consumidores en las ciudades, eliminando intermediarios y devolviendo la dignidad al agro. “Empezamos con la idea de que el campesino pudiera mostrar sus productos y venderlos directamente en Bogotá. Así nacieron campañas como la Quesatón, la Papatón y la Guanábanatón”, cuenta para Influencia Positiva su fundador, Andrés Guerrero, que además es trabajador social de profesión.

Lo que comenzó como una propuesta sencilla, hoy moviliza a cientos de personas que prefieren comprar directamente a campesinos, pagando lo justo y asegurando que todas las ganancias lleguen al productor. “Los ciudadanos también ganan, porque compran un 40% o 50% más barato. Y lo más bonito es ver la cara de satisfacción de los campesinos al volver a sus hogares con todo el fruto de su trabajo”, afirma.

Esa labor, continúa, no está exenta de desafíos. Uno de los mayores es visibilizar una realidad que pocas veces llega a las redes: el envejecimiento del campo colombiano. “El 90% de quienes trabajan en el campo son adultos mayores. Los jóvenes no ven oportunidades y se van a las ciudades. Pero cuando ven que su papá vendió bien en una campaña, muchos se animan a volver a sembrar.”

Gracias al uso creativo de plataformas digitales, Soy Campesino ha inspirado a una nueva generación de productores que, además de cultivar, crean contenido, enseñan sobre sus procesos y comercializan sus productos de forma directa. “Muchos de nuestros seguidores ahora tienen más audiencia que nosotros, vendiendo su café, su chocolate, mostrando su día a día y ayudando a sus comunidades”.

Soy Campesino es que su nombre real es Diego Andrés Guerrero, un trabajador social originario de Tunja, Boyacá. A través de su proyecto Soy Campesino, ha logrado visibilizar las problemáticas y realidades del campo colombiano | Foto: Influencia Positiva

Para su creador, el objetivo es claro: hacer del campesinado colombiano una figura visible, reconocida y valorada. “El campesino es el verdadero protagonista de nuestro contenido. Yo solo aparezco al principio y al final. El resto del tiempo, ellos enseñan cómo se poliniza una semilla, cuánto tiempo tarda una guanábana en crecer o cómo se hace el queso artesanal. Y la gente los ve como lo que son: estrellas, héroes de nuestro país”.

Pese a las dificultades económicas y logísticas que conlleva producir contenido de calidad, este influenciador insiste en que vale la pena: “Ellos se merecen lo mejor. Por eso invierto en cámaras, micrófonos, lo que haga falta para que sus historias se escuchen con claridad. Porque si fuéramos 20 influenciadores haciendo esto, lograríamos más que cualquier agencia de desarrollo rural”.

En Influencia Positiva, el proyecto de Colombia Visible que destaca a aquellos creadores de contenido que usan las redes sociales con propósito, celebramos iniciativas como Soy Campesino, que demuestran que las redes sociales pueden ser mucho más que entretenimiento: son herramientas para transformar realidades, conectar mundos y sembrar futuro.

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