Cundinamarca Apropia Ciencia, Tecnología e Innovación (CACTI), en el que han participado 14.500 personas desde 2020, trabaja para formar agentes de cambio que mejoren la calidad de vida de sus comunidades.
El programa Cundinamarca Apropia Ciencia, Tecnología e Innovación (CACTI) arrancó en 2020, en cabeza del gobernador Nicolás García, como una apuesta de la administración actual para buscar soluciones ingeniosas a problemáticas dentro del territorio a través de iniciativas desarrolladas por estudiantes y profesores dentro de las instituciones educativas de 67 municipios priorizados.
Tres de los objetivos a los que le apunta el programa son: fortalecer las competencias en ciencia, tecnología e innovación de estudiante y profesores, involucrarlos en mayor medida con las problemáticas de sus entornos y lograr desarrollar soluciones creativas entorno a las mismas. Para ello cuentan con la dirección de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) de Cundinamarca y del Instituto UNNO del Parque Científico de Innovación Social, de la Universidad Minuto de Dios (UNIMINUTO).
Hasta el momento han participado 14.500 personas: 386 profesores, 12.000 estudiantes, 477 agentes educativos y 1.717 líderes de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Para Logdabina Martínez, licenciada en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, y docente desde hace 5 años en el Liceo Mayor de Soacha, “este proyecto busca que los estudiantes sean protagonistas y agentes transformadores de cambio en su mismo entorno”.
También agrega que es gracias a las guías interactivas, donde aparecen tres personajes icónicos en CACTI (Fakundo, Nekonec y Dalia), que los estudiantes logran «encontrar más interesante un proceso de investigación». A través de esos tres personajes se les dan los pasos y etapas para avanzar hasta plantear soluciones innovadoras.
«CACTI los ha ayudado mucho a interiorizar las teorías y luego llevarlas a la práctica. Por ejemplo, para qué les sirve conocer los grados de un triángulo a la hora de programar con un lego”, explica Martínez.
Toda la dinámica del proyecto basa sus contenidos en la metodología STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). Gracias a ella, varios de los docentes que vienen participando en el mismo manifiestan haber notado mejorías en los niveles de participación de los estudiantes y en lograr que el proceso educativo sea más integrador entre las distintas asignaturas.
El programa CACTI tiene identificadas previamente ciertas problemáticas que está atravesando cada municipio, que pueden ir desde retos de conectividad o de contaminación ambiental. Sin embargo, es trabajo de los participantes realizar una cartografía más detallada de los problemas que afectan a cada contexto.
A partir de ese relacionamiento, desde el plantel educativo construyen una propuesta interdisciplinar, es decir, que abarque las áreas abordadas bajo la metodología STEM y también otras como artes, ciencias naturales o idiomas.
Todos los profesores coinciden en que este tipo de aprendizajes basados en retos y resolución de problemas les permite a los estudiantes, además de trabajar su ingenio, llevar a la practica lo que aprenden e impactar el propio entorno en el que se desarrollan durante su cotidianeidad. Así se crea un mayor sentido de pertenencia y se establecen las bases para un posterior liderazgo social.
Angela Santana, licenciada en Pedagogía Infantil, participó en CACTI como Agente Educativo durante el 2020. En ese entonces, Angela trabajaba en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Allí tenía que tratar con niños de la primera infancia (de 0 a 5 años), por lo que, al inicio, le resultaba complejo imaginar cómo hablar de matemáticas e ingeniería con sus estudiantes, más en épocas de pandemia cuando todas las clases eran virtuales y muchos de ellos, al vivir en la ruralidad, tenían dificultades de conexión.
“Uno cree que ingeniería y matemáticas son solo cálculos complejos pero ,en realidad, nosotras como agentes educativas ya tratábamos estos temas ESTEM con ellos, por ejemplo, a la hora de armar un jenga, el armatodo de bloques, plastilina… En CACTI nos abrieron el panorama para que en cada hogar hicieran su rincón dedicado a la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas”, explica Santana, quien logró graduarse del diplomado que ofrece el programa, con 120 horas de duración.
Otro de los impactos que los docentes resaltan que CACTI ha traído a sus instituciones es hacer que los estudiantes hablen con más propiedad sobre términos tecnológicos y, además, que se familiaricen con competencias y presentación de proyectos en público.
Institución Educativa Departamental San Antonio (Tausa): los ganadores que irán a representar a Cundinamarca a una Feria de Ciencia y Tecnología en México
William Armando Bolívar es docente de Tecnología e Informática desde hace 14 años en la Institución Educativa Departamental San Antonio, ubicada en una zona rural que limita con el Embalse del Neusa. Allí, los participantes de CACTI identificaron que su problemática principal era la contaminación por residuos sólidos.
Gracias a la creatividad y dedicación de los estudiantes, su idea de solución para este problema los llevó a resultar ganadores del Encuentro de Construcción de Comunidad en el que el premio principal es un viaje para representar al departamento y al país en la Misión internacional de Ciencia y Tecnología, en México.
Bolívar cuenta que los estudiantes plantearon como solución aprovechar las botellas PET para transformarlas en dos productos que aún están como prototipos: el primero es un filamento para impresoras 3D; el segundo es convertir el material en lana plástica, útil para esta zona de gran tradición en el tejido.
Con este último, William explica que se basaron en las máquinas que se utilizan para las ventas de dulces de algodón. Allí, el azúcar se convierte en algodón gracias al centrifugado.
“En resumen, lo que se haría para obtener la lana plástica es calentar las botellas plásticas que no estén en condiciones tan buenas hasta que queden casi como una pasta. Esta llega a un recipiente que centrifuga y lo convierte en lana plástica”, explica el docente.
Además, dentro de todo el proceso de CACTI, y para asegurar la coordinación entre las entidades, los profesores cuentan con el acompañamiento de un formador de la Universidad Minuto de Dios que ha sido asignado a cada institución.
“Esa persona nos da las directrices sobre las tareas que debemos realizar y hace un seguimiento del proceso”, comenta Bolívar quien, además, añade que en su institución han logrado trabajar dos pilares con sus estudiantes: la programación de robótica educativa y la solución de una problemática donde está ubicada la institución.
En marzo, 10 representantes de los estudiantes y el profesor Bolívar estuvieron en Zipaquirá presentando el prototipo de su proyecto con las botellas PET luego de haber clasificado a nivel regional. Una vez en el lugar, los estudiantes expusieron la idea de solución del prototipo durante dos días. Su proyecto resultó ganador y pasaron a la final, en Tenjo, junto con las seis mejores propuestas de toda Cundinamarca.
“Ellos llamaron a ese encuentro la Construcción de la Comunidad de Aprendizaje. Los estudiantes estuvieron también dos días armando el prototipo con legos y exponiendo la idea frente a los jurados de UNIMINUTO, Colciencias y de la Secretaría de Ciencia y Tecnología. Fuimos la mejor idea de solución, por eso iremos a la Misión internacional de Ciencia y Tecnología en México a final de año”, explica el docente.
La Institución Educativa Departamental Técnico Industrial de Tocancipá participarán en el First Robotic Competition (FRC)
July Tatiana Martínez es egresada y docente de la institución desde hace 3 años. Cuenta que, en su caso, al ser un colegio técnico, dentro de la programación académica ya tenían presentes temas de soldadura, electricidad, robótica y demás, los cuales facilitaron su acercamiento con el proyecto CACTI.
La docente, cuyo papel es de acompañamiento y apoyo en la parte técnica del desarrollo de las ideas, manifiesta que, luego de iniciar el proceso con Cundinamarca Apropia Ciencia, Tecnología e Innovación, los semilleros de investigación se fortalecieron, los liderazgos estudiantiles se afianzaron y la autonomía para el proceso de aprendizaje ahora está más presente durante las actividades.
“Cuatro docentes de la institución asumimos este reto en plena pandemia e inscribimos a 128 estudiantes. Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que los estudiantes han adquirido las habilidades necesarias para que mañana logren construir un mejor país desde sus áreas de interés”, explica la profesora.
Una de las problemáticas en la que los estudiantes ya han trabajado es la contaminación alrededor de la minería. Durante el encuentro anterior, la Institución Educativa Departamental Técnico Industrial de Tocancipá presentó el prototipo de un dron que pudiese ofrecer una ubicación en tiempo real de los índices de contaminación de una zona en específico. Esa información sería enviada a un centro de control en la Alcaldía.
“Lo que impacta es que ellos se han acercado a la programación y la robótica no en un rol de consumidores sino de lideres. Son ellos quienes están diseñando los proyectos”, agrega Martínez.
Gracias a CACTI, se les abrió la oportunidad de inscribirse en la First Robotic Competition (FRC), en Estados Unidos, una de las ligas de robótica para alumnos más importantes a nivel internacional. “Con este logro los chicos se han dado cuenta de la cantidad de puertas que puede abrir la tecnología y la innovación”, agrega Martínez.