Conozca el trabajo comunitario que hizo a Miguel Rizo merecedor del Premio Jóvenes por la Vida otorgado por la Gobernación de Antioquia. A través del Colectivo Juvenil y Escuela Mox Dance, Miguel le enseña a su comunidad el poder del arte para transformar vidas y territorios.
Miguel Rizo tiene 24 años. Nació en Bogotá, se crio en Chocó y hace cinco años reside en Bello, Antioquia. Encontró en la danza una herramienta para expresar todas las influencias culturales de diferentes regiones de Colombia que ha acumulado durante su vida. Danza folclórica, urbana y de salón…, dice que cada paso de baile que da es sinónimo de libertad para él. Y también para los jóvenes de la Escuela Mox Dance de la cual es líder.
Es estudiante de Licenciatura en Lenguas Extranjeras en la Universidad de Antioquia. Escogió esa carrera porque una de sus grandes pasiones es enseñar, pues sus abuelos se dedicaban a la docencia, y cree que es algo que lleva en la sangre.
La danza para él, además de ser un canalizador de emociones, se ha convertido en su estilo de vida: “La danza para mí ha sido una herramienta para salir adelante y autoexplorarme. Es mi motor”, dice el joven que fue escogido como uno de los nueve jóvenes ganadores de los Premios Departamentales Jóvenes por la Vida 2022, otorgados por la Gerencia de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Gobernación de Antioquia.
Pese a que durante un tiempo hizo parte de la Plataforma Municipal de Juventudes del municipio de Bello como dinamizador de arte y cultura, el premio lo recibió por el trabajo social y artístico que adelanta como su Colectivo Juvenil y Escuela Mox Dance que, según él, ha impactado de forma directa a 1.000 jóvenes.
«En un principio comencé con un colectivo para la comunidad LGBTIQ+, luego lo amplié a la comunidad en general para combatir aspectos deteriorantes, como el consumo de sustancias alucinógenas, la delincuencia y la depresión”, explica Miguel, quien reconoce que su trabajo comunitario le ha ayudado a aumentar su empatía y paciencia.
Pese a que reside en Bello y que los trabajos de coordinación se hacen desde allí, en Mox Dance convocan a los jóvenes a ‘parchar’ con las actividades del grupo juvenil de toda la subregión del Valle de Aburrá del departamento. Antes de pandemia, Miguel cuenta que llegó a tener hasta 3.000 jóvenes vinculados en los procesos en diferentes municipios. Su intención siempre ha sido visibilizar los talentos de los jóvenes antioqueños y brindarles un espacio de autorrealización seguro.
La entrega de los premios se dio del 5 al 7 de diciembre en el marco de la Asamblea Departamental de Juventudes de Antioquia. Allí, su escuela tuvo dos intervenciones, entre ellas la apertura de los Premios Jóvenes Por la Vida.
Dice que este premio es un reconocimiento al trabajo de todos los jóvenes que, a través del arte, han logrado enfocarse en nuevos proyectos, fortalecer sus relaciones interpersonales y familiares y creer en el poder de la persistencia. Según él, una de sus mayores alegrías ha sido el poder demostrar que “con disciplina se puede alcanzar cualquier logro”, aunque muchas personas al inicio se muestren incrédulas.
Uno de los proyectos a largo plazo de Miguel Rizo es convertirse, algún día, en concejal. Y también le gustaría poder llegar a ser presidente de Colombia. Sin embargo, para él la política no es solo sentarse en un congreso u ocupar un ministerio. Para él, todo lo que sea que tienda a interacciones sociales es política.
La Agenda Antioquia 2040 es un plan estratégico de largo plazo, creado por todos los antioqueños, con el que trabajarán en conjunto el gobierno departamental, la academia, el sector social y privado, para cumplir las metas establecidas de convertir al departamento en un espacio equitativo, educado, competitivo, sostenible, multicultural y enfocado en la paz. En pro de fortalecer ese proceso, el departamento quiso respaldar a diferentes lideres juveniles ubicados en los diferentes territorios antioqueños, para que sean ellos quienes impulsen a la sociedad a cumplir dichas metas.
El fortalecimiento de los liderazgos juveniles es necesario para consolidar desde los propios territorios las grandes metas que se contemplan para el futuro de Antioquia.