Andrés fue ganador de uno de los premios Jóvenes por la Vida, que resaltan la labor de líderes juveniles en Antioquia. Hoy es un referente para los jóvenes de su natal Segovia, así como para todos los del departamento.
Desde que estaba en la primaria, Andrés ha tenido una vena por el liderazgo y, sobre todo, por el trabajo comunitario. Con poco más de 12 años, Andrés integraba los órganos del gobierno escolar, siempre con una idea fija en su cabeza: escuchar y ayudar a sus compañeros con lo que necesitaran.
Tenía talento para liderar: era carismático y estudioso, y desde muy temprano supo que debía usar esas habilidades para buscar el bienestar de su comunidad.
Cuando creció se postuló como personero y salió elegido con la votación más alta de la historia de la Institución Educativa Santo Domingo, en el municipio antioqueño de Segovia, con un total de 2176 votos.
Desde allí, con un profundo conocimiento acerca de las necesidades e intereses de sus compañeros, decidió enfocarse en tres temas particulares: la educación sexual y reproductiva, la salud mental y el gobierno escolar.
Cuenta que en ese momento, pocos meses antes de que comenzara la pandemia, en su institución educativa se habían disparado los números de suicidios y de intentos de suicidio entre jóvenes y niños, así como de casos de embarazo adolescente y de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Por ello, Andrés comenzó a buscar ayuda profesional, no solo en el colegio sino en la alcaldía municipal y en la Gobernación, así como en la sede de la Universidad de Antioquia, donde hoy es estudiante de Administración Ambiental y Sanitaria, con el objetivo de generar espacios de escucha y de atención a los jóvenes de su institución.
Y aunque en un principio fue difícil abordar los temas con los jóvenes, pues no es fácil identificar a una persona que puede estar pensando en quitarse la vida y tampoco lo es convencerlo de que hable con alguien al respecto, los espacios creados por él tuvieron un gran éxito entre sus compañeros, que hoy, ya egresado, lo ven como un referente.
Por otro lado, Andrés promovió y lideró espacios para dar a conocer qué es, cómo funciona y por qué es importante el gobierno escolar, así como para fomentar a las generaciones más pequeñas a participar de él, “para que fueran ellos los que tuvieran el liderazgo y las riendas de la institución”, dice.
Eso haciendo especial énfasis en que impulsar la participación en ese tipo de escenarios desde el colegio, el lugar donde los niños y jóvenes pasan alrededor del 80% de su tiempo, es de vital importancia si se quiere construir ciudadanos activos y conscientes del importante papel que tienen en la sociedad.
Además de todo ello, Andrés forma parte de un grupo de banda marcial, así como de deportes, donde también ha llevado todos sus procesos, dedicado principalmente a la escucha de las necesidades e intereses de los jóvenes.
En esos espacios, donde también funge como líder musical y deportivo, Andrés suele llevar actividades lúdicas a las que dedica una sesión con el objetivo, por ejemplo, de fortalecer las relaciones interpersonales entre los jóvenes del grupo, para conocerse mejor y formar amistades.
“Me reúno con los jóvenes, les pregunto que cómo van, qué pasa, qué necesitan, para poder ir al fondo de sus problemas y desde allí poder generar una solución efectiva. Además, voy mucho al colegio de donde me gradué a decirle al rector ‘ey mira que te tengo este tallercito que aprendí, una actividad lúdico deportiva para hacer con los jóvenes para sacarlos del estrés académico’”, cuenta.
El Premio Jóvenes por la Vida
Por todo ello, el pasado cinco de diciembre, Andrés fue galardonado con el premio de Jóvenes por la Vida, que entrega la Gobernación de Antioquia para destacar la labor de líderes juveniles de todo el departamento.
Andrés fue seleccionado en la categoría de ‘Jóven por la Vida‘, representando a toda la subregión del Nordeste Antioqueño, compuesta por diez municipios.
“Para mí eso genera mucho orgullo, no solo porque es algo que gané por mi gestión y lo que he podido hacer por mi comunidad, sino que fue también algo de toda la subregión”.
Precisamente por ello, dice, siente que tiene una gran responsabilidad, más ahora que nunca, de poder llegar a más jóvenes, no solo de su municipio, sino del departamento también.
Al final, dice, lo más importante de todo su proceso es que no se quede solo en él, sino que pueda enseñar todo lo que ha aprendido a lo largo de su vida, con el objetivo de que cada vez más jóvenes se asuman como líderes y agentes de cambio.
Por ello considera que su proceso como líder ha sido un éxito: “yo miro acá en mi pueblo jóvenes de 12, 13, 14 años que tienen procesos con sus amigos desde el colegio, la cultural, el deporte y eso es lo que yo quiero que siga pasando”, concluye.
La Agenda Antioquia 2040 es un plan estratégico de largo plazo, creado por todos los antioqueños, con el que trabajarán en conjunto con el gobierno departamental, la academia, el sector social y privado, para cumplir las metas establecidas de convertir al departamento en un espacio equitativo, educado, competitivo, sostenible, multicultural y enfocado en la paz. En pro de fortalecer ese proceso, el departamento quiso respaldar a diferentes lideres juveniles ubicados en los diferentes territorios antioqueños, para que sean ellos quienes impulsen a la sociedad a cumplir dichas metas. El fortalecimiento de los liderazgos juveniles es necesario para consolidar desde los propios territorios las grandes metas que se contemplan para el futuro de Antioquia.