El programa ha logrado expandir la cobertura del servicio de gas domiciliario a 30 municipios de Nariño. En total se espera beneficiar a 37 mil familias de estratos 1 y 2, tanto con la instalación del servicio como la reducción en el costo de las facturas.
Hasta 2020, solo 8 municipios de Nariño contaban con servicio de gas domiciliario y en la actualidad, en las cabeceras municipales del departamento, aproximadamente un 6,5% de los hogares de estrato 1 y 2 cocinan sus alimentos con leña.
Sin embargo, gracias a diferentes programas de subsidio de instalación, conexión interna y de ampliación de cobertura del gas licuado del petróleo (GLP), la gobernación ha logrado ampliar la cobertura del servicio a 30 de los 64 municipios. Es decir, ahora, en total, son 38 municipios cuyas poblaciones gozan de este servicio básico.
Según la subsecretaria de minas Johana Andrea Morillo, más de 37 mil familias se beneficiarán con estos programas: “Nosotros priorizamos a la población de máxima pobreza, las familias de estratos 1 y 2. De acuerdo al proyecto se establece el cupo de usuarios que podrán ingresar a cada programa”, explica.
Los proyectos se están desarrollando a través de convenidos de la gobernación con operadores que previamente tengan una tarifa de distribución de mercado aprobada ante la CREG. Dos de ellos son la empresa de servicios públicos INS y Montagas, con las que han sacado adelante las diferentes fases del proyecto.
Johana Morillo explica que, con INS, lograron entregar totalmente el primer proyecto de gas domiciliario en los municipios de Cumbal, Guachucal y Potosí, cuya ejecución inició a finales de 2020 y actualmente ya beneficia a 3.520 familias de estratos 1 y 2.
Por otro lado, con Montagas tienen un segundo macroproyecto en ejecución en el que ya acabaron la primera fase en 18 municipios (Tangua, Yacuanquer, Imués, Funes, Providencia, Ancuya, Sandoná, Linares, Cumbitara, El Rosario, Tablón de Gómez, Los Andes, Santacruz, San José de Albán, Buesaco, San Bernardo, Belén y La Cruz).
Dicha fase contemplaba “la construcción de redes principales, las conexiones y las acometidas internas”, explica Morillo. La segunda fase abarcará todo el tema de conexiones internas, y proyectan entregarla entre junio y agosto del presente año, beneficiando a 18.163 usuarios.
Otros dos proyectos en los 9 municipios restantes (El Tambo, San Lorenzo, Chachagüí, Nariño, Puerres, Consacá y Samaniego, Ipiales y Ospina) también se encuentran en fase de ejecución.
Según la gobernación, este programa estuvo pensado para lograr tres impactos: mitigar la contaminación por CO2 provocada por quienes cocinan con leña, disminuir el uso de cilindros de gas, que suelen ser contrabandeados en la zona fronteriza con Ecuador y, además, aliviar el bolsillo de los nariñenses, pues el uso del Gas licuado del petróleo ha significado un ahorro del 50% en las facturas. Anteriormente, las familias pagaban alrededor de $75 mil mensuales. Ahora, en los lugares ya conectados, solo deben pagar entre $25 y $30 mil.
Morillo comenta que las personas interesadas en el servicio deben postularse en los puntos de atención u oficinas permanentes de los operadores entregando la documentación requerida. Luego, la entidad verifica si cumplen con los requisitos para poder ser incluidas en la lista de intervención.
Uno de los requisitos, por ejemplo, es que la vivienda esté ubicada en un área de cobertura por donde pase la red del servicio de gas.
“Nuestro trabajo contempla el diseño de los proyectos, la construcción de las estaciones de almacenamiento y redes de distribución, y el subsidio a las conexiones de los hogares menos favorecidos, familias de estratos 1 y 2”, afirma el Gobernador de Nariño, Jhon Rojas. En total, el departamento espera beneficiar a más de 37 mil usuarios con este proyecto de subsidios de instalación y conexión de GLP domiciliario.
Para Morillo, que el departamento esté desarrollando estrategias para suplir necesidades básicas de su población, como el servicio de gas, también es una manera de “irse desligando”, de a poco, de la dependencia de suministros como combustible y ACPM que tiene Nariño con el norte del país.
“Con estos proyectos estamos poniendo un almacenamiento estratégico de gas en cada municipio, así ya no vamos a depender de la pipeta”, menciona.
El proyecto también estuvo pensado para tener un impacto ambiental positivo pues, con el total de beneficiarios que dejarán de cocinar con leña, se logrará una reducción del 65.8% en emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y una reducción de la deforestación, ya que no se utilizarán las 1.595 toneladas de leña que se solían consumir anualmente.
Además de la disminución en el valor de las facturas y la mitigación del contrabando de pipetas de gas, el programa también representó una fuente de empleo que contribuyó en la reactivación económica del departamento, pues se generaron 55 empleos directos y más de 2.000 indirectos, según cifras de la gobernación.