Navegando Con Sentidos ofrece experiencias de turismo accesible en siete departamentos. En ellas se incluyen desde muestras gastronómicas hasta recorridos sensoriales por reservas forestales y ríos.
Con la intención de crear espacios de esparcimiento para población con discapacidad y diversidad funcional, en 2021 se consolidó Navegando Con Sentidos, una empresa que ofrece recorridos turísticos sensoriales en Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca, Tolima, Antioquia y Cundinamarca.
“Existe una etiqueta de que todos debemos ser perfectos. No. Con una sola persona que yo sensibilice todos los días es que voy a lograr transformar. Esa es mi visión y mi tarea. Mi propósito es defender los derechos de esta población vulnerable”, comenta Hernán Cardona de 41 años, fundador del proyecto.
Desde 2010, surgió en él el interés de crear un proyecto a través el cual materializar todas las iniciativas que tenía para esta población. Además de los recorridos, la empresa también ofrece conferencias de sensibilización, diagnósticos accesibles los lugares turísticos, diseño productos en formatos accesibles (lenguaje de señas, audio descripción y lenguaje braille) y, además, evaluación de infraestructura para determinar su nivel de inclusión.
Con respecto a este último punto, Hernán cree que en todo diseño de ‘arquitectura incluyente’ se necesita la evaluación de una persona en situación de discapacidad, ya que ellas son las más idóneas para dar el visto bueno de, por ejemplo, la textura podotactil y la inclinación de las rampas.
De hecho, una de las premisas de la Convencion de las Naciones Unidas sobre las personas con discapacidad es “Nada para nosotros sin nosotros”.
Actualmente pueden ofrecer hasta diez recorridos mensuales. Hernán explica que primero se realiza una visita previa a los lugares potenciales para incluir en los recorridos para tener un contexto de la ruta más accesible para la experiencia. Y también paradas en las que se pueden implementar sonidos, fragancias, sabores y texturas con la intención de complementar la experiencia sensorial.
Las personas hacen los recorridos con los ojos vendados. En Caldas, por ejemplo, se ofrece avistamiento de aves en una reserva forestal. Allí, Hernán, quien es ciego de nacimiento, se encarga de enseñar a identificar las aves a través de los sonidos que emiten:
“Ya yo sé diferenciar cuándo es una tangara multicolor, una guacharaca o un cucarachero común. Me falta el sentido de la visión, pero he desarrollado otras habilidades como la memoria, el tacto y la escucha”, comenta el fundador, quien también explica que ofrecen diferentes frutas para que las personas adivinen los sabores y, además, explican la historia del lugar que visitan.
En promedio un recorrido puede durar tres horas, dependiendo el destino. En destinos como en Quindío, por otro lado, se ofrece una visita al río La Vieja, y la duración se extiende un poco.
Allí, la experiencia está más relacionada con el tacto; cómo se relaciona el visitante con el río mojando sus piernas o manos, oliendo la flora que lo rodea, a través de una balsa de guadua. De esta forma, Hernán cree que se logra despertar una mayor sensibilización con la naturaleza.
Paula Narváez, traductora de inglés, italiano y portugués y directora ejecutiva de la empresa, cree que además de los recorridos la experiencia con la cena sensorial también ha sido muy poderosa ya que “en ambos casos se vive por un par de horas como vive una persona ciega”. La cena sensorial básicamente es un encuentro gastronómico donde las personas degustan diferentes platos con los ojos vendados.
Hernán, quien tiene una amplia trayectoria en cargos relacionados con la promoción de la accesibilidad a la población discapacitada, cree que este proyecto además de ayudarlo a consolidar su proyecto de vida, le ha permitido “hacer que las personas se pongan por momentos en sus zapatos y los vean como ejemplos de esperanza y superación”, explica.
A diferencia de otras operadoras turísticas que intentan implementar el turismo accesible, ambos coinciden en que es notable la diferencia entre cómo percibe la situación alguien externo a alguien que lo vive todos los días la discapacidad. Las herramientas y las referencias de cómo implementar los ajustes para las que las iniciativas, efectivamente, satisfagan las necesidades sensoriales, físico motores, intelectual, psicosocial de esta población.
A futuro esperan poder desarrollar capacitaciones para que personas con discapacidad se conviertan en guías turísticos en los territorios en los que operan y, así, garantizarles una oportunidad dentro del mercado laboral. «No importa si tenemos o no discapacidad, sino que somos especiales por nuestras capacidades, conocimientos, talentos y experiencias. Somos especiales por lo que somos, no por lo que tenemos», concluye.
Las personas pueden inscribirse a los recorridos a través de los teléfonos: (+57) 302 554 4014 o (+57) 321 505 7226