Con un plan que busca garantizar el servicio a al menos 1.000 hogares de 30 de sus municipios, el departamento busca reducir la brecha del servicio en lo rural.
Menos del 30 % de la población rural en Antioquia tiene acceso a agua potable, según Maryori Maya Lopera, gerente de Servicios Públicos del departamento.
“Tenemos grandes falencias a raíz de la lejanía y de que son poblaciones dispersas. Construir redes de acueducto no es fácil y cada vez que se construye una, el valor de esta se refleja en la tarifa del usuario”.
Eso, agrega, ha hecho que muchos hogares rurales no cuenten con cobertura de agua potable, cosa que es ya de por sí preocupante, pero que adquiere mayor gravedad en cuanto se agregan elementos como la crisis climática y el hecho de que el agua a la que acceden esas poblaciones, proveniente de nacimientos naturales, está cada vez más contaminada y “no tiene las mismas condiciones que antes”.
Y agrega la gerente: “Vamos a garantizar que mínimo 1.000 viviendas en Antioquia tengan agua potable y dejen de tomar agua cruda”.
Un objetivo que la administración departamental espera alcanzar a través de la instalación de un tanque de agua de aproximadamente 500 litros en cada uno de esos mil hogares, “para que tengan siempre abastecimiento de un día, así como continuidad ininterrumpida del servicio”. Además, se instalan filtros y otros sistemas que generan las garantías de potabilidad.
Adicionalmente, cuenta Lopera, este es un modelo innovador en la medida en que si bien en la ruralidad existen plantas de agua a las que acuden las comunidades para abastecerse, muchas veces también deben suplir la necesidad de agua para otras actividades más allá del consumo.
Este nuevo sistema, sin embargo, asegura que el tanque será solamente para consumo y desde un punto específico de la vivienda: la cocina. Con eso, asegura la gerente, “a nivel de costos de utilización generamos un valor agregado a los municipios”.
Además de ello, a través del programa “generamos empresa, porque cada municipio y cada vereda tiene la obligación de hacerle mantenimiento, verificación de cumplimiento y reportar indicadores”. Eso, entonces, genera empleos que, también, benefician a las comunidades de las veredas y municipios.
De acuerdo con la información oficial, los hogares que participan en el proyecto están distribuidos en 30 municipios del departamento que de manera voluntaria aceptaron ser parte del mismo. Sin embargo, Lopera asegura que hay interés por parte de alcaldes de otras poblaciones para participar. Además, cuenta que la estrategia ha sido aplaudida a nivel nacional y esperan que sea replicada en otros departamentos.
Por ahora se espera que la implementación de esta primera fase termine en diciembre de este año, con una inversión aproximada de 3.000 millones de pesos, enmarcada dentro de la Agenda Antioquia 2040, un plan estratégico con el que el departamento, de manera colectiva y en profunda asociación y sintonía con la ciudadanía antioqueña, está planeando cómo debe ser su desarrollo durante las próximas dos décadas. Uno de sus objetivos es llevar agua potable a los 125 municipios del departamento, así como a sus zonas rurales, y llevar el indicador del 30 al 100 %.