Mariposas en Verano, es un proyecto ecológico que busca darle una segunda vida a materiales desechables y generar consciencia sobre el cuidado ambiental.
Mariposas en Verano es una marca de accesorios ecológicos y sostenibles, que fue creada entre 2009 y 20012 por Sandra Romero, conocida también como Sandra ‘Tierra Verde’. Esta diseñadora artesanal, atravesó durante esos años una serie de situaciones médicas complejas que la impulsaron a hacer una transformación en su vida.
Fue así que empezó a convertir en aretes los diferentes tipos de materiales reciclables que había en los empaques de los medicamentos, como el cartón o el plástico.
En ese momento la diseñadora consolidó Mariposas en Verano como una marca que diseña sus productos con materiales recuperados.
“Decidí utilizar en un principio los empaques vacíos de los medicamentos, porque estos no son reciclables y terminan tirados en cualquier parte del planeta. Ahora también trabajamos con plástico recuperado de botellas de baja densidad o blíster, metales como aluminio, cobre y hierro y vasos y/o palos de paleta. Con esto hacemos los accesorios y artefactos”, comenta la diseñadora.
Para María Camila Mosquera, profesional en administración ambiental, la utilización de residuos que está realizando la marca es muy importante, especialmente hablando de empaques de medicamentos, porque estos son difíciles de reciclar ya que vienen forrados en aluminio y la mayoría de personas no se toman el tiempo de separar este elemento del plástico y depositarlos en el reciclaje.
“Hoy en día para mí todos los emprendimientos que quieran incorporar ‘residuos’ como materia prima en sus procesos merecen ser resaltados, porque están evitando el envío de dichos residuos a disposición final, están alargando la vida útil de estos elementos que para la mayoría son considerados como ‘basura’”, opina.
Convertir lo desechable en algo deseable
Para poder convertir los empaques de medicamentos en joyería, Mariposas en Verano hace un proceso de selección y limpieza del material adecuado.
Una vez realizado esto, se debe retirar el aluminio del blíster, que es el plástico con ‘burbujas’ donde estaban las pastillas.
Estas ‘burbujas’ son pintadas, con base en el estudio de la tabla de color desde lo psicológico, espiritual, artístico, y en ellas se encapsulan flores, como la Siempre Viva, con resina eco-poxy. Una vez se seca se procede a cortar, pulir y brillar el accesorio.
Romero quiere mostrar al público que “es posible transformar un material que para muchos puede ser considerado ‘desechable’ o ‘basura’, en una pieza diferente, única y bonita. Esta resignificación y reflexión hace que las personas cambien su percepción y tomen conciencia en diferentes ámbitos de su vida”.
Además, la creadora de Mariposas en Verano considera que ningún producto pierde calidad o estilo al estar hecho con materiales desechables. Por el contrario, cada pieza se vuelve única debido a su proceso artesanal y ambiental.
Romero considera que su labor contribuye a que el mundo de la moda y la joyería, industrias que están incluidas entre las más contaminantes del planeta, sean más sostenibles: «Es un cambio importante y urgente».