En un departamento que constantemente busca innovar en movilidad con este medio de transporte, estas son las líneas de acción con las que la comunidad antioqueña celebra el Día Mundial de la Bicicleta.
Este 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, una fecha pensada para visibilizar los beneficios que su uso le asegura tanto a quienes se transportan en ella como al medioambiente en general.
Muchos coinciden en que este medio de transporte, sobre todo en zonas urbanas, comenzó a utilizarse con mayor constancia después de la pandemia del covid-19. Pero Antioquia, por ejemplo, es un departamento que siempre se ha caracterizado por poseer una ‘cultura ciclista’, como la llama Laura Palacios, actual gerente de Bicicletas.
“El uso de este medio de transporte es muy común en las zonas rurales del Oriente. Allí los campesinos, por ejemplo, las utilizan para dirigirse hacia los cultivos de flores o para llevar a sus hijos a los colegios”, comenta la gerente.
Y es que, a partir de la ordenanza N° 18 de 2018, la promoción de la bicicleta en Antioquia se decretó como una política pública, es decir, las bicicletas no aparecen como acompañamiento de proyectos más grandes, sino que hacen parte de la movilidad activa; tiene sus propias estrategias, campos de incidencia y trabajos específicos.
“Muchas ciudades al pensar en las ‘bicis’ las ven solo como un medio para lograr una movilidad sostenible, pero nosotros le hemos apuntado a que la misma comunidad vea todo el potencial que estas dos llantas tienen para darle el departamento», explica Palacios.
Una de esas estrategias se centra en el desarrollo de infraestructura para una movilidad sostenible. Se trata de toda una línea de cicloinfraestructura que abarca 60 Kilómetros de tramo vial especial para las bicicletas. Hasta el momento, según comentan, se han ejecutado casi 20 de ellos.
En 2021 se construyeron 18,6 kilómetros de cicloinfraestructura, algunas zonas donde ya está finalizada son Bello, Copacabana, Urabá y Apartadó.
“También tenemos un Sistema de Bicicletas Públicas con tres estaciones y 70 bicicletas en Carmen de Viboral, Urabá y La Ceja, funciona como un convenio interadministrativo”, explica Palacios.
Este proyecto de cicloinfraestructura busca lograr estrategias de movilidad más seguras y saludables donde los ciclistas sean reconocidos en las calles como actores que merecen respeto.
La bicicleta como herramienta deportiva
Otro de los frentes hacia el que direccionan el uso de la bicicleta en Antioquia es la recreación y el deporte. La profesionalización del deporte de alto rendimiento ha representado para el departamento un hito. Por ejemplo, iniciativas como la creación del equipo de mujeres ciclistas de Antioquia demuestra el interés de generar espacios que “cierren las brechas de género en este deporte, donde, tradicionalmente, se les ha dado más protagonismo a los hombres”, comenta la gerente.
La idea es que se consolide una selección de 12 mujeres entre los 15 y 25 años que vean el ciclismo como una oportunidad de desarrollo profesional y deportivo. Inicialmente se presentaron 130 deportistas, pero el grupo, según explican, se ha venido reduciendo con pruebas médicas, físicas y psicotécnicas. De ese gran número fueron escogidas 40 ciclistas. Actualmente, se espera la siguiente fase del 7 de junio en la que se definirán quiénes de ellas tienen el mejor puntaje para estar en la selección.
Por otro lado, Laura Palacios comenta que otra de las acciones con las que los grupos de ciclistas del departamento han sentido el respaldo desde la Gobernación ha sido el acompañamiento en eventos (o rodadas) privados y propios con los que se busca promover el turismo en bicicleta hacia los municipios.
Una de las mejores rutas de ‘mountain bike’, según comenta, se encuentra en La Palma. Su idea es replicar rutas de ese tipo para lograr que la bicicleta sea un motor económico que ayude a visibilizar los municipios del departamento a través de procesos de señalización:
“Identificamos 26 posibles puertos que, como en La Palma, se prestan para darle reconocimiento al ciclista y al municipio. Con la señalización lo que queremos es crear corredores seguros donde cualquier visitante que llegue a estos lugares tenga una experiencia agradable”, comenta la gerente Palacios.
La bicicleta como herramienta para solucionar problemas sociales
Las bicicletas también se han pensado como una herramienta para solucionar problemas sociales más complejos como la deserción escolar. En Antioquia es común que existan grandes distancias entre los colegios y los hogares de los estudiantes de las zonas rurales del departamento. Por eso, desde la Gerencia desarrollaron dos estrategias para esta población.
La primera se trata del proyecto Mi Bici a la Escuela, una convocatoria para que los municipios postulen proyectos para recibir bicicletas que podrán ser utilizadas en el transporte escolar de niños a partir de los 10 años. La idea, según comentan, es priorizar la población de zonas rurales con limitaciones económicas para asegurar “que puedan asistir al colegio sin tener que caminar largos trayectos”.
También está la Biciescuela, una herramienta pedagógica en la que se habla del papel que juega la bicicleta en el reciclaje, la sostenibilidad e incluso la salud mental de cada joven. Comenzó el año pasado y, hasta el momento, ha recorrido 18 municipios y ha impactado a 4.082 niños y niñas. “Son actividades itinerantes que adelantamos en diferentes sectores con niños de 3 a 5 años. Son bicis de balanceo”, explica Palacios.
Otra zona de Colombia donde también existe la Gerencia de la Bicicleta, además de Antioquia, es en Bogotá. Sin embargo, Laura comenta que lo que diferencia en las estrategias de ambas zonas es que la gerencia de la capital funciona más como un ente articulador con colectivos, pero que en Antioquia la Gerencia desarrolla y promociona sus propios procesos.
De acuerdo con Palacios, “la ‘bici’ en Antioquia ya no se utiliza solo para el trabajo. En el caso urbano son muy comunes para la recreación y deporte también. Eso demuestra que los ciclistas del municipio sí se están apropiando del espacio público; que tenemos cada vez más motivos para decir que Antioquia rueda segura y participativa hacia temas como, por ejemplo, la carbononeutralidad, que es uno de los objetivos de la Agenda Antioquia 2040”.