La Corporación Humanitaria Reencuentros recopila y entrega información clave para dar con el paradero de personas dadas por desaparecidas en ocho departamentos del país. Hasta 2023, los excombatientes han documentado más de 1.000 casos.
La Corporación Humanitaria Reencuentros está conformada por 132 firmantes excombatientes de las FARC-EP que decidieron dedicar su proceso de reincorporación a la búsqueda de personas dadas por desaparecidas.
Su iniciativa nace en 2016, en el marco de la firma del Acuerdo de Paz con el Gobierno Nacional. Fue una estrategia de los firmantes para comenzar a arar el terreno mientras se oficializaba la creación del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
“Lo que hicimos fue un trabajo previo a la entrada en funcionamiento de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas; una fase alistamiento donde cada uno de los actores dio una información inicial para que la UBPD comenzara con sus labores”, recuerda Jhon León, representante legal de la Corporación y maestrante en Derechos Humanos.
Actualmente tienen presencia en ocho departamentos: La Guajira, Magdalena, Cesar, Bolívar, Sucre, Córdoba, Norte de Santander y Santander; las mismas zonas en las que solían operaban los frentes del grupo armado.
Allí, su trabajo es recolectar información clave de excombatientes, organizaciones y familias buscadoras para nutrir los procesos de búsqueda y memoria de la UBPD. Además, su presencia en los territorios facilita la logística de la entidad a la hora de, por ejemplo, intervenir zonas estratégicas donde posiblemente puedan estar cuerpos de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado.
A cierre de 2023, asegura León, los excombatientes han documentado 1.128 casos de personas dadas por desaparecidas. Esto le ha permitido a la organización entregar 49 posibles lugares de localización en cementerios y 90 posibles lugares de localización a campo abierto, llevando al hallazgo de 142 cuerpos. Además, a impulsar la identificación de 90 y a realizar 17 entregas dignas.
Con este ejercicio colaborativo, Reencuentros quiere demostrar que, a la hora de hablar de reparación, justicia y verdad, todos los actores son importantes. Eso, entendiendo que en el país hay por lo menos 80 mil personas víctimas de desaparición forzada, según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica.
“Detrás del trabajo de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas hay una infinidad de actores. Sin su participación, trabajo y búsqueda, sería imposible que la labor pudiera salir adelante. Durante años, las organizaciones y familias han recopilado archivos e información muy valiosa que hoy han puesto a disposición de la Unidad”, agrega.
En el camino, además de las casi 150 personas rastreadas, también han apoyado a la UBPD en la búsqueda de familiares que puedan incorporar su ADN al banco de perfiles genéticos para facilitar el reconocimiento de cuerpos.
Según León, el trabajo de la Corporación contribuye a que el país y las comunidades transformen el imaginario que hasta el momento se ha tenido de la búsqueda, entendida a partir de noticias criminales y procesos judiciales, hacia un enfoque más humano y colaborativo.
«Creemos que la búsqueda es un camino directo a la reparación», concluye.