A sus 80 años, Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal ha sido elegido por el Papa Francisco para ser el décimo cardenal colombiano. La designación será el próximo 27 de agosto.
La mayor distinción dentro de la jerarquía ascendente de la Iglesia Católica que puede hacer el Papa Francisco es designar a alguien como Cardenal. Hasta hoy, nueve colombianos habían obtenido este título, sin embargo, gracias a la larga trayectoria Jorge Enrique Jiménez Carvajal dentro de la iglesia católica, durante 55 años, este bumangués se sumará a la lista.
Monseñor Jiménez estudió Filosofía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Teología en el Seminario Eudista de Valmaría en la misma ciudad. El 9 de noviembre de 1992 fue nombrado por el papa Juan Pablo II obispo de Zipaquirá y el 6 de febrero de 2004 reconocido como arzobispo coadjutor de Cartagena.
A sus 80 años, Jorge Enrique Jiménez manifiesta que uno de los pilares sobre el cual fundamenta gran parte de su creencia es el amor. A través de él se ha entregado a sus seres queridos, al servicio como sacerdote y en su aporte a la sociedad.
Actualmente ejerce sus actividades religiosas en Cartagena: “No es fácil la vida en Cartagena porque hay tanta gente que sufre y que no tiene comida; que no tiene con qué vivir. Tanta gente desanimada, jóvenes que han perdido la esperanza. Eso me preocupa mucho”, agrega.
Para él, el amor se aprende a través del testimonio y del perdón y ese es uno de los principales mensajes que ha querido transmitir a través de su ministerio sacerdotal y episcopal. Jiménez también será el décimo Cardenal colombiano.
Fue en Cartagena, ciudad que alberga la arquidiócesis más antigua del continente, donde ayudó a formar y ordenar a más de 70 sacerdotes.
Esteban Hernández Correa, seminarista de quinto año de formación en el Seminario de Cartagena, afirma que “si no fuera por monseñor Jiménez quien sabe dónde estaría. Yo me había retirado del seminario y el día que me estaba inscribiendo en la universidad, él me llamó y eso fue suficiente para entender cuál era mi camino”.
Al ser designado Cardenal, Monseñor Jiménez reconoce que tendrá una gran responsabilidad sobre sus hombros. No obstante, confiesa que, si tuviese la oportunidad de repetir su vida, no dudaría en escoger ser sacerdote nuevamente.
“Le doy gracias a Dios que me dio la posibilidad de ser sacerdote y de ser obispo, porque me dio la posibilidad de servir. Ser sacerdote es una experiencia muy linda. Invito a los jóvenes; les digo que vale la pena entregar la vida al servicio. Es un don, un regalo recibir el llamado”, agrega.
Monseñor Jiménez fue presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) entre 1999 y 2003, una labor durante la cual fue secuestrado por las FARC, en 2002.
Fue allí, desde el Consej,o donde conoció a Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, como obispo de Buenos Aires. Se han encontrado en varias ocasiones: en 2001 se acompañaron durante tres semanas charlando camino a las reuniones en el marco del Sínodo de los Obispos en el Vaticano, Roma. En 2007 también se encontraron en la Conferencia General de los Obispos de América Latina, donde Bergoglio era el encargado de la redacción del Documento en Aparecida, un santuario de la Virgen María, en Brasil.
Para Jiménez, lo que los unió fue su amor a la persona de Jesucristo. “Él es un fiel discípulo de Jesús. Eso particularmente lo descubrí en la reunión de Aparecida cuando estábamos haciendo la redacción del documento. Se ve que es la fuerza de su vida y eso es una coincidencia muy bonita”, puntualiza.
Monseñor Jiménez, además, se convertirá en el tercer consejero colombiano del papa, junto a monseñor Pedro Rubiano Sáenz y a monseñor Rubén Salazar Gómez.