Estas mujeres de El Retorno, Guaviare, lograron su autonomía económica con dos proyectos

A través de la panadería y la confección de ropa, mujeres de El Retorno, Guaviare, han encontrado alternativas económicas para la mujer rural.

Guaviare se caracteriza por ser un territorio rodeado de selva y atravesado por ríos. Gran parte de la actividad económica local mayoritaria es de tipo comercial y agrícola: plátano, yuca, maíz, arroz, entre otros./FOTO: Steffy Riquett - Colombia Visible

Desde el cielo, toda la riqueza que posee Guaviare se oculta entre el extenso verde que cubre el paisaje hasta el horizonte, donde una larga hilera de montañas corta la vista hacia la frontera de sus departamentos vecinos: Guainía, donde están los Cerros de Mavecure, y Caquetá, que alberga una parte de la Serranía de Chiribiquetetesoro en arte rupestre a nivel mundial.

Los ríos atraviesan el territorio de punta a punta, y las carreteras, delgadas, marcan el croquis que delimita el casco urbano de su capital, San José del Guaviare. La vía más extensa se pierde hacia el sur; es la que va rumbo a El Retorno y, derecho, llega a Calamar. La tierra en Guaviare es color naranja intenso, como sancochada por los ardientes rayos de sol. Esa misma tierra ha visto caminar sobre sí a campesinos, turistas, indígenas, investigadores, caucheros, tigrilleros… Cada quien llega a Guaviare con su propio interrogante en la cabeza.

Uno de esos interrogantes es la situación de orden público actual. “Ahora uno duerme con las puertas sin seguro y no pasa nada”, dice el conductor del vehículo que nos transporta rumbo a El Retorno. El tono jocoso de un ejemplo de la vida cotidiana oculta, en realidad, la historia de un panorama sociopolítico más complejo. 

Por mucho tiempo, Guaviare fue un departamento considerado ‘zona roja’ producto de los altos niveles de violencia que generó el conflicto armado. Para esa época, grupos al margen de la ley, sobre todo las Farc, tenían gran despliegue en la región. Los cultivos de hoja de coca, que se movilizaban mayoritariamente por el río Caño Grande -que bordea El Retorno-, también influyeron para que hoy el municipio haga parte de los 170 priorizados por los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial.

El Retorno: ejemplo de un campesinado que se reinventa

La estatua El Colono es emblemática dentro de la comunidad porque representa a los primeros colonos campesinos que llegaron a la zona, hace poco más de 50 años. /FOTO: Steffy Riquett - Colombia Visible

En la entrada de El Retorno nos recibe la estatua de un campesino con hacha y machete llamada El Colono.

Los historiadores cuentan que los primeros campesinos en asentarse en el territorio lo hicieron a través de los caudales del río Guaviare, cuando la expansión paulatina de la región Andina hacia las fronteras orientales comenzó a empujar la población rural a buscar nuevos territorios. En sus inicios, la zona que hoy compone el departamento comenzó a ser vista como una conexión entre el centro del país y la Amazonía, región atractiva por sus recursos naturales.

La estatua la crearon en 1968 con la intención de representar a todos los colonos que llegaron desplazados de la violencia de los años 50. Luz Mery Urrego, una sabedora local que nos acompaña, explica que el color de la camisa le cambia dependiendo el partido político que esté de turno. «Los más comunes son rojo para Liberal y azul para el Conservador», dice. En esta ocasión, El Colono viste de azul, al igual que todo el cielo que arropa este municipio con calles llenas de pequeños comercios.

Aunque esas ‘épocas oscuras’ de violencia y coca aún siguen en la memoria colectiva, el tiempo avanza y nuevos recuerdos aparecen. También nuevos caminos, como el que nos conduce a la calle donde un grupo de mujeres lleva meses demostrando que, para ellas, también existen alternativas de ocupación y generación de ingresos por fuera de las parcelas.

La casa donde se encuentran los dos proyectos productivos que nos disponemos visitar queda en la cima de una calle empinada. Son alrededor de 20 mujeres reunidas en la sala de una casa blanca, símbolo de paz, que alberga una iglesia en su interior. 

La pastora de la iglesia es Elvira Hernández, integrante y fundadora de la Asociación Mujeres y Jóvenes Formando Futuro (Asdemuff), la primera red de trabajo conjunto dedicada a la confección de ropa en el municipio. 

Para explicar el proyecto, Elvira se remonta a 2020, cuando decidió reunirse con otras retornenses para elaborar tapabocas que donaron a los habitantes como medida de prevención contra el covid-19. Hoy, la Asociación la integran cuatro modistas y un joven diseñador gráfico de 28 años, que se dedica a elaborar unos cojines con mensajes cristianos.

Elvira recuerda que antes, para poder coser, utilizaban las máquinas de la Casa Social de la Mujer, un espacio que dispone el municipio para que las mujeres retornenses con alguna iniciativa se acerquen a producir, socializar y comercializar sus productos. 

Asociación Mujeres y Jóvenes Formando Futuro
La Asociación Mujeres y Jóvenes Formando Futuro reúne a varias mujeres modistas del municipio que, durante la pandemia, se unieron para elaborar tapabocas. Ahora tienen pedidos de casi 200 piezas. / FOTO: Steffy Riquett - Colombia Visible

Ya para 2021, al ver que el trabajo conjunto con los tapabocas tuvo éxito, decidieron agruparse para comenzar a confeccionar otros productos, principalmente uniformes para los niños y jóvenes de la zona. Su intención era vender ropa, pero también donarla a quien no pudiese adquirirla.  

La vocación de pastora de Elvira, confiesa, ha despertado en ella una gran disposición de servicio hacia la comunidad. «Creo en la capacidad transformadora de los emprendimientos«, comenta. 

Asdemuff ha participado en varias ferias. Las mujeres, además, también han recibido capacitaciones del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Esas capacitaciones les permitieron perfeccionar su técnica y pasar de producir 3 prendas en una semana a casi 20 en 2 días. “Ahora podemos recibir encargos de hasta 200 prendas”, comenta Elvira, al tiempo que enseña las máquinas que utilizan para coser y los grandes carretes de hilo de todos los colores.

Asociación de Mujeres Formando Futuro
La Asociación de Mujeres Formando Futuro está integrada por 8 personas. Además de cumplir con los pedidos que les llegan, también están en la capacidad de donar a los más necesitados. / FOTO: Steffy Riquett - Colombia Visible

Dentro de los productos principales que confeccionan se destacan los uniformes, camisas para caballeros, abrigos para entidades públicas, bodys y otros. Nora Arango, también fundadora de la iniciativa, tiene 36 años y recuerda que desde niña le gustó coser. «Este oficio es el que me genera ingresos para mi familia desde hace 25 años», añade.

Habla despacio, pero cuenta con rapidez el impacto de este emprendimiento en la vida de la comunidad: “Esta asociación fue una oportunidad para que las mujeres retornenses aprendan a tejer lazos alrededor del trabajo social y el empoderamiento femenino”, comenta.

El proyecto lo presentaron ante la alcaldía, para que esta los vinculara a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial –PDETS-, en el pilar de reactivación económica con la línea de género. A través de esta entidad, recibieron una dotación de tijeras, máquinas planas, bordadoras y otras herramientas que fortalecieron su trabajo. La Agencia de Renovación del Territorio acompaña más de 32.000 iniciativas en el país. Asdemuff es una de ellas.

Panadería con sabor a paz e independencia

Asociación de Panaderos y Productores Agropecuarios
La Asociación de Panaderos y Productores Agropecuarios reúne actualmente 8 personas. A través de este emprendimiento han encontrado una fuente de empleo y de ingresos para sus familias. /FOTO: Cortesía Agencia de Renovación del Territorio

Otra de las iniciativas que acompaña los PDET es la Asociación de Panaderos y Productores Agropecuarios (Asopanagro). Cuatro de sus 8 integrantes nos esperan con los brazos extendidos y las manos repletas de productos elaborados por ellas mismas. 

Se reúnen todos los jueves de 8:00 a.m a 4:00 p.m a preparar los pedidos y dejarlos listos para la venta del resto de la semana. Pese a que el lugar de fabricación queda calles abajo,  no fue necesario que transportaran las máquinas para corroborar que ellas son las productoras, pues explican el proceso de fabricación de cada pasabocas de forma muy detallada, con pasión y orgullo, ofreciendo muestras para degustar a quien se acerque.

Galletas, almojábanas de trigo y de maíz, mantecadas, panes… todo lo hacen utilizando la misma materia prima que produce su tierra, como el arroz el cual, aunque se produce en menor cantidad comparado con la yuca o el plátano, también está presente en la región. 

Blanca Nubia Lozada, integrante de la Asociación, comenta que cuando decidieron comenzar a incursionar en la panadería, uno de los retos más difíciles fue tratar de abrirse campo entre los negocios más grandes que hay en el municipio. Según ellas, los PDETS han entrado a reforzar una labor con la que ya venían trabajando, pero que, al igual que Asdemuff, se lograba con herramientas prestadas.

El haberse consolidado legalmente como asociación desde 2022 facilitó la comercialización de los productos por fuera de la comunidad, haciendo que una parte de la identidad guaverense aterrice en otros territorios para hacer contrapeso al imaginario nacional que se creó de la región a causa del conflicto. 

Blanca resalta que este emprendimiento ha logrado demostrar que «la mujer campesina también tiene la capacidad de dedicarse a actividades económicas fuera de los cultivos». 

Asopanagro
Asopanagro ha recibido dotación y capacitaciones que, confiesan, han ayudado a perfeccionar y aumentar su producción. Esto ha hecho que sus productos entren a competir en el mercado local. / FOTO: Cortesía Agencia de Renovación del Territorio

 «Nuestros productos saben a pura paz«, concluye Blanca Nubia, con migajas de pan en los labios, ofreciendo más galletas. 

En El Retorno, todos comparten el mismo empuje y resiliencia de los primeros campesinos pobladores. También, como ellos, trabajan en equipo para lograr el desarrollo económico y social de su comunidad, pero esta vez con otras herramientas.

Cae la tarde y escasas gotas de lluvia comienzan a sentirse sobre el techo de zinc. Todas las mujeres y los pocos hombres presentes quedan en reposo, cada quien en el espacio que le corresponde. No se mueven de sus respectivos emprendimientos hasta que escampa y nos despedimos. Su permanencia al lado de los mismos transmite un mensaje de orgullo claro: «esto es mío, lo produje yo».

Para adquirir los productos de Asdemuff puede contactarse al número ‪+57 312 8057038‬

Para adquirir los productos de Asopanagro puede contactarse al número ‪+57 314 2890162‬