Juventino Ojito: el guardián del legado musical del Carnaval de Barranquilla

Juventino Ojito es un referente indiscutible de la música del Caribe colombiano. Este músico, compositor y arreglista ha dedicado su vida a la promoción y preservación de los ritmos tradicionales, dejando una huella imborrable en el ámbito musical a través de la educación.

El Carnaval de Barranquilla, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2008, es más que una fiesta: es un espacio de formación, identidad y preservación del patrimonio. Juventino Ojito Palma ha sido un impulsor clave de esta visión, utilizando la música como una herramienta de transformación social.  

Tanto, que la edición 2024 de la celebración le rindió homenaje nombrándolo Rey Momo, un reconocimiento a su trayectoria y compromiso con la educación musical

Es que, Juventino, oriundo de Polonuevo, Atlántico, relata que para él es una cuestión de defensa de la herencia. «Mi padre era musico, compositor, creador, arreglista y productorTodo ese legado musical y la formación que recibimos en casa, era un quehacer diario en mi hogar. Por eso he desarrollado mi labor con el objetivo de aportar al progreso de la música del Caribe», señala. 

Por eso, por ejemplo, constituyó la Orquesta Juventino Ojito y su Son Mocaná, no solo para reivindicar y preservar el sonido tropical colombiano sino también para crear una nueva sonoridad que desemboque en la evolución orgánica del folclore del Caribe.

Por eso mismo es vocal a la hora de hablar de sus influencias, amigos y fuentes de inspiración: artistas como Joe Arroyo, Carlos Vives y Moisés Angulo, con quienes ha trabajado; o el Grupo Bananas, Álvaro José, el maestro Pacho Galán, Chelito de Castro, Diana Lucia y Alejandro Martínez, de quienes ha recibido apoyo.  

Juventino Ojito es un referente indiscutible de la música del Caribe colombiano, su legado se entrelaza con la historia del Carnaval de Barranquilla. | Foto: Cortesía - Juventino Ojito

Desde hace años, Juventino impulsa proyectos educativos como Carnaval al Aula, un programa que lleva formación musical y cultural a niños de Barrio Abajo y Montecristo; y que, gracias a la participación del músico, llevó a la grabación, en un estudio profesional, del álbum homónimo, una experiencia que les permitió consolidar su aprendizaje y plasmar su talento en una producción musical. Gracias a esta iniciativa, los participantes tuvieron más acercamiento a sus raíces y fortalecieron su identidad.  

Además, ha sido catedrático del diplomado Carnaval: Arte, Patrimonio y Desarrollo, una plataforma académica que profundiza en la historia y evolución del festejo, formando nuevos gestores culturales. Su visión ha sido clara: convertir la música y la tradición en motores de desarrollo y emprendimiento.  

Paralelamente, y de la mano de su esposa, Verónica Vanegas, creó la Fundación Cuarto Verde, una organización que desarrolla múltiples actividades culturales y sociales, como el Festival Nacional del Polombo, un homenaje al género musical que marcó la vida de Julio Ojito Mendoza, su padre; y el Carnaval de Tradición, un encuentro que ya se ha dado cinco veces en el marco del Carnaval de Barranquilla.

«Queremos seguir sacando proyectos para niños, jóvenes y artistas interesados en la divulgación del Caribe colombiano. A través de la fundación buscamos que el conocimiento musical y cultural se convierta en una herramienta de transformación social», afirma Juventino. 

Juventino ha impulsado proyectos de educación musical como Carnaval al Aula, un programa dirigido a niños del Barrio Abajo, donde se enseña el valor del patrimonio sonoro del Carnaval. | Foto: Cortesía - Juventino Ojito

Su periodo como Rey Momo 2024 fue una oportunidad para reforzar su mensaje: el Carnaval no es solo una celebración, sino una escuela de vida. A través de sus iniciativas, Juventino demuestra que la música puede ser un puente entre la tradición y el futuro, asegurando que las nuevas generaciones mantengan vivo el legado sonoro del Caribe colombiano

Una labor que, como cuando era niño, todavía se ve en casa: «Entre mis hijos, Fausto es una gran guitarrista, Helena es cantante y Juventino tiene un gran talento; Cristian y Susana, a pesar de no ser músicos, nos apoyan con todo. Vivo acompañado de una mujer que apoya cada uno de mis proyectos. Todos me motivan para seguir adelante con este legado y herencia», concluye el arreglista y compositor.

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