La Manchita Editores lanza libro con este poema de Rafael Pombo e investigaciones de la ciencia colombiana sobre el comportamiento de las mariposas.
Leer literatura para entender la vida. Es la apuesta de una editorial infantil bogotana que nació en 2019 con la intención de acercar los clásicos de la literatura infantil a una nueva generación cada vez más atravesada por el consumo de contenidos a través de dispositivos tecnológicos.
Una familia en un restaurante, mientras los adultos conversan y los niños ven videos en una tablet o un celular es una escena cotidiana que Diva Marcela Piamba Tulcán, creadora de La Manchita Editores, siempre se preguntó cómo intervenir. Cómo aprovechar estos dispositivos para la construcción de cultura, no solamente como entretenimiento.
Diva eligió los clásicos de Rafael Pombo para apelar a la nostalgia de los abuelos y a la realidad aumentada que atrae a los nietos, y conectar a ambas generaciones. En 2019, La Manchita inició con la edición de El renacuajo paseador, que usa ilustración en 2D y luego llegó Joaco, el ballenero, con ilustración 3D.
“Nosotros también somos de la vieja escuela, de los libros estáticos con letras quietas. Experimentar con la tecnología ha sido un gran reto porque se necesita un equipo editorial mucho más grande del que necesita un libro normal”, reconoce Diva, quien sabe que leyendo literatura se comprenden las sociedades y la historia.
“Pero qué interesante sería poder leer literatura y entender, por ejemplo, las matemáticas o la función que cumplen los animales en nuestro planeta”, afirma. Por eso, para la edición de su tercer libro, El niño y la mariposa; La Manchita se unió con un grupo de mujeres investigadoras llamado Satúrnida, para combinar el relato de este escritor colombiano tradicional con un ejercicio de divulgación científica.
Así, este poema de Pombo no solo habla de estos animales como un personaje ficcional que aparece en la narración, sino como un actor que realmente aparece en el contexto colombiano, que tiene una función dentro de los ecosistemas que rodean a los lectores, que se presenta de manera diferente dependiendo del lugar geográfico en donde se esté leyendo.
El Niño y La Mariposa trae en cada una de sus páginas un código QR que el adulto puede activar mientras lee el libro con los niños. Entonces, al saber lo que sucede con esa mariposa dentro del cuento, el libro describe qué pasaría con esa situación desde la mirada de la ciencia. Por ejemplo, cuando le dan miel en el poema, el QR indica si se puede dar miel a una mariposa o no y por qué.
La publicación está acompañada de ilustraciones fieles con los colores más llamativos de las mariposas, las flores que habitan, los lugares del país a donde migran y otros datos científicamente soportados. La editorial realizará su lanzamiento en la próxima Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, pero ya está disponible en preventa a través de la Vaki que este equipo multidisciplinar adelanta para lograr su primer tiraje
Tras la idea de narrar con ciencia
Este diálogo entre los momentos del poema y la información científica se logró por la coincidencia que tienen la ciencia y la literatura: la curiosidad y la creatividad que motivan a explicar el mundo.
Así lo define Adriana Mantilla, la correctora del libro y licenciada en Literatura de la Universidad Industrial de Santander, quien colaboró en el proceso de responder las preguntas que se generaron entre Satúrnida y La Manchita sobre las mariposas: su ciclo, en qué momento son orugas o crisálidas, qué sucede cuando le falta un ala, si sobreviviría o no.
Para Adriana, estas son preguntas que, aunque un adulto sepa su respuesta, lo maravillan como a un niño. “Nuestro trabajo como editoras es también empezar a adaptar ese lenguaje científico a la necesidad de un lector infantil y juvenil, no tenemos que obligarlo a entender todos los tecnicismos, pero sí conservar los que la narración ayuda a explicar o darle la vuelta a la información para que sea más digerible”, explica la correctora.
Adaptar es precisamente la meta que persigue Satúrnida, el laboratorio de investigación que quiere contar el nuevo conocimiento generado por los más de cinco mil grupos de investigación adscritos al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Colombia, para que todas las personas lejanas al ámbito académico lo entiendan.
Satúrnida quiere contribuir a crear una cultura científica en los colombianos, que les permita conocer datos tan simples como que la Tierra gira alrededor del Sol o entender la diferencia entre astrología y astronomía.
Con El niño y la mariposa, Satúrnida implementa una de sus metodologías de divulgación científica desde una perspectiva cercana y local. “Lo que hacemos es consultar la fuente científica original, es decir, los artículos publicados en revistas científicas alrededor del mundo, los revisamos, entendemos, contrastamos y a partir de ahí generamos propuestas para ser un camino entre el investigador y la audiencia”, afirma Lina Gómez, líder del laboratorio.
Para Lina, hablar de la ciencia a través de la literatura permite no solamente hablar de los hallazgos sino de las incertidumbres, riesgos y dificultades de hacer ciencia en Colombia. Con este laboratorio quieren seguir abriendo caminos para enlazar el conocimiento con esos públicos no relacionados con él, pero que al conectarse, se interese, logre discutir y ser parte de la construcción del conocimiento en el país.
