Las apuestas de Urbaser en el corredor Cundinamarca – Boyacá: una vía ecológica

Desde la llegada de la empresa, el mantenimiento del corredor vial Briceño – Tunja – Sogamoso se enfoca en el cuidado del entorno y la generación de oportunidades para poblaciones vulnerables. Así lo han logrado.

La vía Briceño – Tunja – Sogamoso es una de las más importantes del país: es la puerta de entrada a las principales ciudades de Boyacá y la transitan más de 120 mil vehículos al año. Su mantenimiento es crucial para garantizar una visita agradable, por lo que Urbaser, la empresa detrás del mantenimiento del corredor resolvió apostarle al compromiso con la población local para mantener un entorno libre de contaminación. Para ello, sus operaciones en la zona se apalancan en dos pilares: sostenibilidad y generación de oportunidades a poblaciones vulnerables.

Omar Higuera es uno de los 77 operarios que actualmente trabaja en el mantenimiento del corredor. Tiene 24 años y, además de trabajar como operario de guadaña, estudia Administración de empresas en la Universidad Santo Tomás. Es hijo de padres campesinos, un factor que, explica, le dio “el temple y las habilidades” para ejercer su trabajo actual.

“Llevo un mes con la empresa, pero estoy muy agradecido con Urbaser por haberme dado la oportunidad de trabajar y estudiar al tiempo. Es un poco pesado, pero cuando uno se propone las cosas, se le dan. Gracias a Dios hasta el momento me ha ido bien”, comenta Higuera. 

Como Higuera, en las labores de mantenimiento del corredor, hay otras 77 personas pertenecientes a poblaciones vulnerables locales, entre campesinos y jóvenes, que hoy se desempeñan como operarios.

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“Nuestra idea era darle oportunidades a estas personas, que no necesitaran muchos requisitos académicos o profesionales para tener trabajos formales, estables y con mejores salarios. Dispusimos cuatro buses para garantizarles su traslado y también les damos incentivos para motivarlos y reconocer su trabajo”, explica Oscar Parra, gerente de la Regional Nororiente de Urbaser, haciendo referencia a bonos, apoyo psicológico y salas de escucha que ofrece la empresa.  

Gracias a esas rutas, Omar Higuera alterna las labores con el estudio: trabaja de lunes a viernes de 5:00 a.m. a 2:00 p.m. y llega a la universidad a las 4:00 p.m. participando en clases hasta las 10:00 p.m.

“Lo que hago lo hago con amor para que todo salga bien. Yo tengo que trabajar para pagar mis semestres y hasta el momento no he necesitado de créditos. Este trabajo es una motivación más para continuar mi carrera”, comenta Omar quien, a futuro, desea montar su propio negocio de agricultura o ganadería. 

El antes y el después del corredor vial

Los comercios distribuidos a lo largo de la vía se han beneficiado con acciones como la poda de árboles, que permite que locales como el de la empresa 'Ensamble, muebles y diseño', cuenten con mayor visibilidad ante posibles clientes. / Foto: cortesía Urbaser

Además del trabajo con la comunidad Oscar Parra relata que antes de la llegada de Urbaser, la zona presentaba problemas sobre todo en los sistemas de canales entre Briceño y Chocontá: “Nos tocó quitar todos los residuos para que las corrientes de agua corrieran y evitar inundaciones. Encontramos tramos bastante deteriorados en cuanto a corte de césped y mantenimiento de cunetas”. 

Las inundaciones están entre las problemáticas más recurrentes cuando se acumulan los residuos. Oscar Niño, comerciante de 29 años dedicado al diseño y fabricación de mobiliario en el Kilómetro 2 de la vía Paipa – Duitama, asegura que, antes de la llegada de la empresa, los mismos habitantes debían salir con palas y bolsas a limpiar las cunetas durante las épocas de precipitaciones. 

“Hace años tuvimos un invierno muy fuerte y nos alcanzamos a inundar. Nos tocó salir a recoger los desechos. Desde que ellos llegaron eso ya no se volvió a presentar, también disminuyeron los accidentes viales en esta zona”, comenta el emprendedor, destacando que el mantenimiento ha servido para darle mayor visibilidad a su negocio y para que los clientes se sientan mejor acogidos al llegar a un lugar limpio y ordenado.  

El respeto de los conductores con los operarios en la vía también es vital para que el trabajo pueda seguirse desarrollando con éxito. / Foto: cortesía Urbaser

Hoy, la empresa ejecuta más de dieciocho actividades para garantizar el mantenimiento de los 124 kilómetros que intervienen en la doble calzada. Van desde la poda de césped hasta el lavado y pintura de barandas y señales de tránsito. 

Los residuos de corte de césped y poda de árboles, posteriormente, son enviados al Parque Ecológico y Tecnológico de Pirgua (Tunja), a una planta de compostaje donde los convierten en materia orgánica para la restauración de suelo. 

Este proceso es uno de los ejemplos de la apuesta de la compañía por introducir un componente ecológico en sus operaciones. En total, Urbaser trata alrededor de 85 toneladas de residuos orgánicos mensualmente que tiene el mejor del destino, el Parque Ecológico Tecnológico de Pirgua donde son procesados como compost para recircularlos a la cadena ambiental del ecosistema de alto Chicamocha.