El departamento del Cauca, históricamente asociado a la violencia y el conflicto, abre camino hacia una nueva perspectiva que resalta su riqueza cultural y natural a través de iniciativas de turismo comunitario.
Municipios como Guapi, Silvia y Santa Rosa han convertido el turismo en una herramienta de desarrollo sostenible. Así quedó de manifiesto durante el panel en el que Viviana Tombé, cofundadora de Casa del Colibrí; Milena Gil, alcaldesa de Guapi y Eduardo Jiménez, alcalde de Santa Rosa, hablaron sobre su experiencia apostándole a dicha industria, en el marco de Proyecto Cauca, una iniciativa de Colombia Visible y Prisa Media.
A lo largo del diálogo, los tres voceros coincidieron, con ejemplos, en el poder transformador que tiene esta actividad, tanto desde lo económico como desde lo social, cuando se le promueve entregándoles, a las comunidades locales, las herramientas necesarias para apostarle de lleno. Entre algunas de ellas, destacaron la educación, la asociatividad y la inversión.

En Guapi, por ejemplo, el turismo comunitario ha girado alrededor de experiencias como la faena de pesca, la gastronomía local y la ruta de la piangua, ideas que no solo exaltan las tradiciones afro del territorio, sino que garantizan que los beneficios económicos permanezcan en el mismo. En esto, añadió Gil, ha sido clave la inversión en servicios asistenciales y complementarios que, tras bambalinas, son fundamentales para el desarrollo del turismo.
De acuerdo con la mandataria del municipio, este «es reconocido en el turismo por la isla Gorgona. Antes, esta actividad la manejaban empresas foráneas, pero ahora hemos crecido en el turismo comunitario. Hemos capacitado a mototaxistas y vendedoras de frutas para mejorar el servicio, y queremos formar guías que hablen inglés para recibir mejor a los turistas».
En Silvia, por su parte, el resguardo Misak ofrece un acercamiento auténtico a la cultura indígena, una experiencia que desde la firma del Acuerdo de Paz ha atraído, sobre todo, al público internacional. Sobre esto, la cofundadora de la Casa del Colibrí afirmó: «a los colombianos nos falta mucho para arraigarnos más a lo nuestro. Los invito a que conozcan Silvia, porque no van a ver algo repetido; cada cosa es única. Y si los extranjeros creen en lo nuestro, ¿por qué nosotros no?«.
A su turno, el alcalde de Santa Rosa se refirió a la forma en la que el municipio se ha consolidado como un destino ideal para el aviturismo. Colombia es el país con la mayor diversidad de aves en el planeta, con más de 1.900 especies registradas, y esta población a orillas de la cordillera Central de los Andes, alberga 1.033 de ellas. Por eso, explicó el alcalde Jiménez, en la actualidad le apuestan a la formación de jóvenes en temas de guianza y fotografía.

Estas iniciativas que empoderan a la población local apalancándose en la defensa del patrimonio cultural y natural del Cauca, buscan, como resultado de la atracción de visitantes, el fortalecimiento de la economía local y la generación de nuevas oportunidades para jóvenes y familias que ven en el turismo una alternativa de sustento.
Como concluye Jiménez, «nosotros somos más que conflicto, tenemos unas potencialidades que no se han descubierto». Es hora de comenzar a hacerlo.
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