A finales del año pasado, la Gobernación de Antioquia y la Gobernación de Caldas llegaron a un acuerdo para conformar la Región Administrativa de Planeación de Agua y Montaña, un proyecto de asociatividad económica y cultural para el desarrollo de ambos territorios.
Caldas y Antioquia, cuenta Luis Carlos Velásquez Cardona, gobernador del primero de estos departamentos, “tienen un vínculo directo y profundo”. Después de todo, este departamento del Eje Cafetero se pobló, principalmente, a través de un proceso en el que colonos antioqueños emprendieron camino buscando tierras para trabajar.
“Es la historia de mis abuelos”, cuenta Velásquez y agrega que “llegaron de Abejorral a Palestina a recolectar café”.
Asimismo, ambos departamentos comparten aspectos culturales de larga tradición como el carriel, el sombrero aguadeño, la vida cafetera y la tradición oral, así como aspectos económicos entre los que se encuentran la producción de cítricos, de aguacate y, claro, de café.
“De muchas formas somos hermanos, compartimos la misma sangre y tenemos una misma historia común. Nuestra cultura es prácticamente la misma”, asegura el gobernador de Caldas.
Teniendo todo eso en cuenta, ambas gobernaciones tomaron la decisión de conformar la Región Administrativa de Planeación (RAP) de Agua y Montaña con el propósito fundamental de generar una profunda integración económica que contribuya al desarrollo social de ambos departamentos.
“Creemos que el futuro del departamento de Caldas está ligado al de Antioquia”, dice Velásquez.
Cinco proyectos estratégicos
En ese sentido, cuenta Luis Carlos, la RAP de Agua y Montaña, que cuenta ya con la aprobación de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado de la República y de ambas Asambleas Departamentales, tiene cinco proyectos estratégicos con los que le apuesta al desarrollo de ambos departamentos y que, del lado de Antioquia, se enmarcan dentro de la Agenda 2040, un plan estratégico que funcionará como hoja de ruta del desarrollo del departamento para las siguientes dos décadas
Para su desarrollo, asegura el gobernador, la RAP contará con un presupuesto anual de 1.000 millones de pesos.
Por un lado, la construcción de vías que aumenten la conectividad entre dichos departamentos es un elemento al que con fuerza le apuesta la RAP. Vías que, a su vez, aumentarán la posibilidad de intercambios económicos, sociales y culturales entre ambos territorios.
Así, hay tres proyectos que van en esa línea: la construcción de la vía que conduce de Supía (Caldas) a Caramanta (Antioquia), la cual cuenta con recursos de la Gobernación de Antioquia y el visto bueno del Gobierno Nacional.
De igual manera, está la vía que conduce de Río Sucio a Jardín, que también cuenta ya con los estudios y diseños, pero únicamente por el lado de Caldas, así como con una parte de los recursos: 30.000 millones que aportará la Gobernación de Caldas para construir “un tramo importante de la vía”.
En tercer lugar, se construirá una carretera para conectar al municipio de Sonsón (Antioquia) con La Dorada (Caldas). Esta tiene un presupuesto, según Velásquez, de 100.000 millones de pesos que deben convertirse a valor presente con el apoyo de Findeter (Financiera de Desarrollo Territorial).
Por otra parte, en el marco de la RAP también se construirá el Tren del Café, que pretende unir ambos departamentos a través de una vía férrea de 187,7 kilómetros que tendrá como punto de partida Medellín, seguido del municipio de La Pintada, también en Antioquia y “cuando los antioqueños lo lleven hasta allá, nosotros lo vamos a tirar hasta Kilómetro 41”, una vereda de Manizales.
Para ello, cuenta el gobernador de Caldas, “Ferrocarriles de Antioquia viene avanzando con determinación; el Instituto para el Desarrollo de Antioquia va a destinar 15.000 millones de pesos de inversión, y nosotros comenzaríamos el otro año los estudios del proyecto”.
Por último, la RAP entre Antioquia y Caldas busca reactivar y concretar un proyecto del que se viene hablando hace tiempo: el Aeropuerto del Café en Palestina, que tiene el objetivo de reemplazar el aeropuerto de La Nubia, en Manizales.
Esos proyectos, afirma el gobernador, “hacen parte del ADN de la visión de desarrollo territorial de ambos departamentos”. Además, tener una persona adicional que se encuentre al mando de la RAP y, en ese sentido, al frente de los proyectos que esta pretende ejecutar, “se convierte en un brazo derecho de las gobernaciones”, agrega Velásquez.
El turismo y la cultura, otra de sus grandes apuestas
Y aunque la RAP, según el gobernador, es un proyecto de asociatividad principalmente económica, es una oportunidad también para apostarle al fortalecimiento de la cultura y, así, al turismo.
Entre Antioquia y Caldas hay cuatro de los 17 pueblos patrimonio que existen en Colombia: Aguadas y Salamina en territorio caldense, y Jardín y Jericó en Antioquia, así como 55 pueblos paisas con los que ambos departamentos pretenden dinamizar esa afinidad cultural que comparten.
En ese sentido, asegura el gobernador, “vamos a comenzar a vender paquetes turísticos para visitar los cuatro pueblos patrimonio que tenemos en ambos departamentos y que son joyas de la arquitectura en Colombia”.
Con todo eso, ambos departamentos le apuestan a la conformación de una asociación que tenga como fundamento las necesidades e intereses particulares de las personas que habitan en ambos departamentos y que “nos permite acomodarnos mejor territorialmente, según esos intereses”, de acuerdo con Velásquez, para generar un desarrollo integral de ambos territorios.
Todas estas iniciativas hacen parte de la preparación de Antioquia para los próximos 20 años. La Agenda Antioquia 2040 es un documento que, con cinco pilares y un banco de proyectos, buscará ser la hoja de ruta del desarrollo del departamento para las siguientes décadas. Estas estrategias para mitigar el cambio climático no solo hacen parte de la Agenda, sino que también está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.