Tres actores antioqueños de trayectoria se dedican hoy a liderar procesos artísticos y contenidos que combinan el lenguaje radiofónico con insumos del lenguaje teatral contemporáneo.
En medio de la cuarentena de abril de 2020, Felipe Álvarez, docente y actor con más de 10 años de experiencia en la escena teatral de Medellín, empezó a preguntarse por un problema fundamental: ¿qué hacer para seguir representando arte con todos los teatros cerrados?
Como muchos de sus compañeros, empezó a encontrar la respuesta en los lenguajes audiovisuales, el streaming y las redes sociales. Pero entonces recordó cuando el maestro Bernando Romero Lozano, el director bugueño de radioteatro, revolucionó el género costumbrista que se presentaba en las salas de Colombia cuando puso a sonar teatro extranjero en la Radio Nacional de Colombia; y se le ocurrió que él también podía explorar otros lenguajes, otras formas de texto que desencadenaran otras reflexiones teatrales.
Fue así como se juntó con Lavinia Sorge, actriz, directora, profesora y durante años jefa del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad de Antioquia; y el director y profesor Carlos Arango, actor destacado en la academia y en el teatro, con experiencia con locución radial; para dirigir un grupo de artistas versátiles: músicos, actores de voz y productores que constituyen la compañía teatral Radio Escénica de Colombia (REC).
Para Felipe, REC representa dos líneas: volver al origen con la herencia de los lenguajes radiofónicos propuestos desde mediados del siglo pasado en Colombia y llevar a cabo procesos transteatrales, es decir, la puesta en escena influenciada con la potencia de la radio. “Esto hace que podamos soñarnos espacios de libertad, crear obras dignas de ser escuchadas, una aventura poderosa desde la rigurosidad estética”, afirma el actor.
Festival Internacional Radio Escénico
El recorrido de REC inició con el formato del podcast, sumergidos en un ecosistema rico en propuestas digitales y sonoras, como la del Teatro Matacandelas de Medellín con una versión en audio de O Marinheiro, una de sus obras más icónicas; o el grupo de Bogotá Simulacro Producciones con algunas radionovelas.
“Nos empezamos a dar cuenta de que somos muchos los apasionados a lo radial desde lo dramático”, cuenta Felipe, describiendo las alianzas con otros colectivos teatrales y las invitaciones a festivales que REC ha recibido para experimentar con lo sonoro. “También supimos que el radioteatro en Colombia dejó de existir desde los años 70, más o menos, siendo remplazado por otro formato con la misma escena difusora: las radionovelas”.
En un proceso de reconocimiento de lo cotidiano, como describe Felipe, REC se acercó a producciones como ‘Kalimán‘, que marcó la generación de los 90 en términos de entretenimiento, o ‘Las aventuras de Montecristo’, un personaje creado por el humorista Guillermo Zuluaga Azuero, que se destacó en las cadenas radiales de Todelar, Caracol y RCN entre los 60 y los 80.
“Quisimos recuperar esa fuerza dramática desde lo radiofónico que se había perdido en nuestro país, entonces comenzamos a involucrar a otra gente que se sumara a ese propósito, porque una sola compañía no puede mantener un legado tan importante como el del radioteatro”, afirma Felipe.
Así llevaron a cabo la primera versión del FIRE, Festival Internacional Radio Escénico, con la participación no solamente de compañías profesionales sino de grupos universitarios como el Grupo Escénico de la Universidad Eafit, grupos de la Universidad de Antioquia, quienes pudieron intercambiar metodologías de radioteatro con compañías latinoamericanas de Argentina, Chile y México.
“Con el FIRE le dijimos al mundo que la gente sí está escuchando, está creando procesos audibles y no solo es una contingencia por pandemia, hay una pregunta alrededor de formatos diferentes a la acción física”, reconoce Felipe.
REC espera realizar este festival cada dos años para poder no solo visibilizar a los artistas, sino retribuirles por su hacer con el pensamiento. Es su manera, según su director, de seguir las enseñanzas de Fanny Mikey, actriz colomboargentina recordada por impulsar la dignidad de los artistas en Colombia.
Un espacio propicio para el arte sonoro
En medio de un público colonizado por las artes visuales y un contexto socioeconómico donde es difícil acceder a capitales culturales, REC apuesta por construir una audiencia que le entregue tiempo, espacio y dedicación a productos sonoros.
“REC tiene una tarea muy grande, una responsabilidad muy fuerte y es hacer parte al espectador de la puesta en escena. Porque hacemos un engranaje que le permite tener unas pistas de creatividad, pero finalmente es el público el que le da vida, le pone color a la piel del protagonista y construye los paisajes de las escenas”, explica Felipe.
Hoy REC suena en Spreaker, Spotify, Deezer y Youtube, pero también en las emisoras de las universidades públicas de Medellín y buscan otras alianzas con emisoras comunitarias que les lleven a alcanzar más oyentes. También exploran procesos que implican el Foley -o la producción de ruido- en escenario físico y los seriados.
Su podcast principal se llama ‘Detrás del micrófono’, pero su puesta al aire también se puede escuchar en un producto desarrollado para el Banco de la República donde fabularon lo que sucede al alrededor del río Magdalena, los habitantes de sus orillas y el resto de su historia.
“Nosotros vamos a hacer del teatro una apuesta política, esto no significa meternos en bipartidismos ni nada por el estilo, sino decirle al mundo qué nos duele y sobre eso creamos, sobre el acontecimiento social”, concluye Felipe, quien con la compañía está en construcción de dramaturgias propias para explicar las actuales coyunturas de incertidumbre, que contemplen sinergias con lo performático, la poesía y la conversación.