La convocatoria entregará 50 viviendas prefabricadas funcionales y totalmente terminadas a familias que viven en el área rural de Tunja.
La capital del departamento de Boyacá se caracteriza por poseer un área rural extensa que abarca más del 80 % del territorio y que se compone de 10 veredas.
Allí, es más frecuente encontrar casas que no presentan condiciones aptas para su habitabilidad.
Fue precisamente en la vereda Tras del Alto, donde la gestora social de Tunja, Gisela Rodríguez Bacca, y un grupo de amigas tuvieron una experiencia positiva de mejoramiento de una vivienda, en la que vivía una pareja con sus cinco hijos.
“La experiencia con la intervención en Tras del Alto nos dejó con las ganas de convertir el proyecto en algo macro, de mayor alcance. Por eso, decidimos organizar y lanzar la convocatoria Techos de Vida, en la que 50 familias tunjanas pudieran recibir su casa prefabricada en un lapso de un mes”, explica Rodríguez, quien lidera del proyecto.
A partir de ese momento, y después de identificar que gran parte de la pobreza y pobreza extrema presente en el departamento se concentra en las zonas rurales, desde la oficina de la Gestión Social de la Alcaldía de Tunja crearon este proyecto de vivienda para el área rural para que impacte a más familias tunjanas.
De ahí nace la convocatoria Techos de Vida, cuyo objetivo es lograr que 50 familias tunjanas puedan recibir su casa prefabricada en un lapso de un mes.
Tener casa propia
La convocatoria, que finalizó el pasado 31 de marzo con 100 familias inscritas y que en este momento se encuentra en fase de validación de requisitos con el acompañamiento de la Personería Municipal, contó con el apoyo de Ecovivienda, una entidad adscrita a la Alcaldía, que ejecuta las políticas de vivienda del municipio. El sistema prefabricado que esta utiliza permite agilizar el tiempo de entrega y asegurar “las condiciones necesarias para que el hogar sea digno de habitar”, explica Rodríguez.
Las casas tienen un costo aproximado de 57 millones de pesos, asumidos por la Alcaldía de Tunja. “Ese costo incluye todo. Las construcciones no se entregan en obra negra, sino totalmente terminadas: con enchapes, pintura, cielo raso y demás”, menciona la gestora social.
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Por otro lado, uno de los requisitos para postularse era tener la titularidad de un predio pues, según explica Rodríguez, en terreno se dieron cuenta que muchas familias sí cuentan con un lote propio, pero no con los recursos para construir su casa.
“Por eso, decidimos que la mejor opción era que esas personas llenaran el formulario, presentaran los papeles y si cumplían todos los requisitos, resultaran beneficiadas”, agrega.
En la convocatoria Techos de Vida se priorizarán hogares con jefatura femenina, familias con dos o más niños, con adultos mayores, integrantes de primera infancia o personas con discapacidad, víctimas del conflicto y, además, a hogares unipaternales o unimaternales.
“Eso, al final, sumado con el nivel del Sisbén y otros requisitos, nos dará un porcentaje que determinará quiénes son los beneficiados”, explica la gestora.
Este proyecto, para Rodríguez, espera “darle una vivienda digna a muchas familias tunjanas que viven en situaciones precarias para impactar ese porcentaje de pobreza y pobreza extrema de la ciudad que se localiza en área rural«.
Desde la Oficina de la Gestión Social esperan que el impacto sea tan fuerte como para que la convocatoria se mantenga en administraciones futuras.