Tunja: así se diseña la ciudad del futuro

Diferentes sectores de la capital boyacense reflexionan sobre las necesidades y los avances de cara a la consolidación del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial.

Para los cerca de 180.000 habitantes de la capital boyacense, ha llegado el momento de pensar en la evolución de su ciudad: cómo se imaginan a Tunja en los próximos 12 años. Esto, en el marco de la formulación de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que contempla, a su vez, el futuro de los recursos públicos del municipio. 

Se trata de una necesidad urgente. En palabras de Ronald Cadena, asesor de Planeación de la Alcaldía de Tunja: “El POT vigente – 2001, está desactualizado, ya que no cobija las realidades actuales del territorio”. Y agrega que, aunque en 2014 se hizo una modificación excepcional, esta solo contempló puntos específicos. 

Lo secundan otros actores de la ciudad, como John Alexander Boada, decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas de la Fundación Universitaria Juan De Castellanos, opinando que “es importante proyectarla a futuro, porque Tunja tiene un gran potencial de desarrollo y crecimiento regional, no solo desde el aspecto físico, sino también desde el aspecto económico y social”.

Así mimo, Santiago Orjuela Rodríguez, miembro del Consejo de Juventudes, asegura que la ciudad “tiene bastante potencial”, pero más que obras, requiere una proyección consciente de crecimiento que apunte nuevamente a las necesidades específicas de poblaciones mayoritarias, como la de los estudiantes universitarios. 

En este sentido, lo primero es apuntar a rubros concretos. Es el presidente de la Asociación de Juntas de Acción Comunal de la capital boyacense, Jail Corredor, quien reconoce que “Tunja es una ciudad joven, pero con oportunidades laborales escasas. Planear el futuro nos sirve como una carta de navegación para promover el fortalecimiento del sector privado”.

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Y es que, en las conversaciones con los cuatro representantes de distintos sectores, se destaca un elemento en particular: todos califican el territorio como “una ciudad universitaria”, principalmente por el número de instituciones de educación superior —como mínimo unas 15— que atraen estudiantes de todo Boyacá e incluso de departamentos como Casanare, Magdalena, Santander, entre otros. 

De esta manera, concuerdan que las debilidades y problemáticas radican en que se trata de población flotante que llega por el semestre, generando economía para el sector inmobiliario, gastronómico, de comercio o de servicios, hasta que llega la hora de regresar a casa durante las vacaciones. Lo mismo sucede con los egresados, donde “de cada 100 estudiantes, 90 emigran a otras ciudades a trabajar”. Esto, a causa de la falta de oportunidades en Tunja, según Cadena. 

En ese sentido, el funcionario precisa que el POT ya finalizó la fase de diagnóstico y se encuentra en la etapa de formulación. En la primera se determinaron cinco dimensiones que ofrecen varias claridades sobre lo que actualmente sucede en la ciudad y lo que se puede esperar para la Tunja del futuro.

De estas, quizá la más destacada es la funcional, donde de acuerdo con el asesor “vamos a delimitar política y administrativamente la ciudad, vamos a ver cómo va a ser la ocupación del suelo en la parte rural y urbana, entre otros aspectos.”. 

Ello implica la implementación de una potencial zona de desarrollo económico para atraer inversión privada en proyectos de servicios, tecnología y educación que logren la reducción en los índices de desempleo y pobreza. 

Tunja
Tunja se destaca por ser una ciudad universitaria en la que la principal fuente de trabajo se concentra en las dependencias municipales. El nuevo POT buscaría atraer empresas privadas para generar más empleo. / FOTO: Shutterstock

Ahora bien, el aspecto laboral no es la única necesidad de los estudiantes. En palabras de Corredor, también “necesitamos un servicio integral con tarifas especiales para los estudiantes, senderos para caminar, ciclorrutas, transporte y servicios de esparcimiento”. Estas ideas también están contempladas.

Para ello, se está trabajando en varios ejes, entre ellos: el económico, donde se revisa la estructura predial con miras a implementar un catastro multipropósito. Este permitirá diagnosticar vías y equipamientos como edificios públicos, instituciones educativas y hospitales para priorizar mejoras y generar justicia tributaria.

Otro eje relevante es el sociocultural, donde se busca ampliar los servicios sociales básicos de educación, salud, bienestar social y recreación, es decir, un mayor enfoque en la dinámica demográfica y la dinámica poblacional. 

En ese sentido, Cadena habla de proyectos puntuales como un nuevo sistema estratégico de transporte “que más allá de nuevas flotas con vehículos eléctricos va a generar un presupuesto importante para urbanismo en materia de diseño de ciclorrutas, andenes y paraderos con accesibilidad universal”. 

El mismo, espera Orjuela, debería tener rutas que conecten de manera directa a todas las universidades y tarifas preferenciales para los estudiantes.

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Igualmente, se busca atender el llamado de las comunidades que necesitan y requieren la construcción de nuevas vías, la integración de lo rural y lo urbano, y la oficialización de construcciones y barrios. Ello, comenta Boada, entendiendo que “Tunja tiene más de 161 barrios y al momento solo hay 20 delimitados”. 

Una realidad que, tanto el Decano como el funcionario de la Alcaldía atribuyen al hecho de que la ciudad ha venido creciendo históricamente sobre las vías Norte y Oriental, dándole un perfil largo, estrecho y ocupado por una serie de construcciones que han surgido de manera informal. 

“Lo que va a pasar es que se van a reconocer muchas situaciones que estaban pasando desapercibidas desde el punto de vista normativo”, dice Cadena, agregando que lo que se busca es, además, garantizar un acceso equitativo a servicios públicos de manera oficial.

Finalmente, el asesor concluye que “La Tunja del futuro está primero que todo, ordenada desde su territorio; tiene claras sus características y potencialidades para explotarlas en términos de servicios, empleo y malla vial, para llevarla a un punto en el que sea una ciudad universitaria”.

Para lograrlo, recuerda Orjuela, todavía existen mecanismos de participación como una cuenta de WhatsApp en la que se pueden conocer detalles del desarrollo del POT y hacer aportes al mismo. 

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