Un ‘convite’ boyacense quiere que los turistas también conozcan los alrededores del Cocuy

A través de varios recorridos por sus municipios, que terminan en la Sierra Nevada del Cocuy, los habitantes de la provincia de Gutiérrez quieren dar a conocer la cultura que hay alrededor del nevado.  

En la tradición campesina del altiplano cundiboyacense, cuando había que realizar una siembra en una finca, un trabajo que usualmente implicaba muchas manos, en vez de acudir a la contratación de obreros, las comunidades apelaban a sus vecinos para hacerla entre todos.  

A cambio, el dueño de la tierra en la que se sembraba ofrecía comida o posada en una dinámica de colaboración comunitaria y campesina conocida como ‘convite’. “Es la suma del trabajo de todos para llegar a un fin común”, comenta Lida Núñez, quien lidera la agencia turística Convite Travel, en la provincia de Gutiérrez, Boyacá.  

Fue con esa misma disposición colaborativa y comunitaria que surgió la agencia en el 2015, gracias a la conformación previa de la Red Convite Provincial, que hoy reúne a diez municipios de la provincia de Gutiérrez.  

Esa red se conformó de la mano del Sena que, en el 2010, llegó a la región con un proyecto en articulación con la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), cuyo objetivo era identificar los potenciales turísticos de los municipios de la región para vincularlos a las rutas hacia la Sierra del Cocuy.  

A ese proyecto ingresó Lida, quien tiempo antes había vuelto al municipio de Guacamayas, uno de los diez de la provincia, de donde es oriunda.  

“Yo me metí porque en la región la Sierra es un ícono y todos quieren conocerla; pero todos los pueblos que hay alrededor se quedan por fuera de eso, porque los turistas llegan a Guicán o a Cocuy, que tienen la Sierra pegada, suben, bajan y se devuelven. No conocen la cultura ni las comunidades que hay en los pueblos”, asegura. 

La Red Convite Provincial

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Convite Travel busca dar a conocer los elementos culturales que hay en los municipios alrededor de la Sierra, por ejemplo, la cestería en royo y las alpargatas de Guacamayas, que tienen denominación de origen. / FOTO: Convite Travel

Con eso claro, las comunidades de cada uno de los municipios comenzaron un proceso de identificación de una serie de elementos característicos, potencialmente turísticos, por mostrar.  

“En San Mateo, por ejemplo, está la ruta de la miel y las abejas, así como el tema del sombrero de pico, una artesanía característica del municipio; en Guacamayas está la cestería en royo y las alpargatas guacamayeras, que tienen denominación de origen; en La Uvita, el tema de los senderos ecológicos y temas históricos, y en Cocuy, como es la capital de la provincia, existe un tema histórico muy bonito, de hecho están gestionando para volverlo Pueblo Patrimonio”, indica Lida. 

Una vez identificados esos elementos, cada uno se organizó en unidades turísticas productivas con las que después conformaron la Red de Convite Provincial, cuya junta directiva reúne a un representante de cada uno de los diez municipios en un proyecto que, además, tiene como objetivo generar oportunidades y alternativas laborales para la juventud.  

“Los jóvenes no encuentran mucho que hacer acá, el trabajo agrícola no representa una opción para ellos, entonces se están yendo de manera masiva hacia las ciudades y eso, a su vez, representa un gran peligro para las tradiciones culturales de cada uno de los pueblos”, explica.  

Convite Travel

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Teniendo los potenciales turísticos identificados, el reto que quedaba era convertirlos en productos y salir a venderlos.

Con esa meta, y gracias a un proyecto que presentó y lideró Lida con Fondo Emprender, de la Red se desprendió la agencia turística Convite Travel, a cargo de la misma vocera. Comenzó operaciones en el 2015.  

“La agencia se dedica a vender paquetes de la ruta hacia la Sierra, pero con cada uno la gente se lleva un poco de la cultura y de las comunidades que hay en los pueblos y que hacen grandes esas experiencias”, cuenta. 

Convite Travel ofrece cinco paquetes turísticos: el ‘plan amigos’, que es el que más se vende, comprende tres días en los cuales se conocen igual cantidad de municipios: Panqueba, donde se realiza una caminata de aclimatación por un sendero de fauna y flora; Cocuy o Guicán, por donde se sube a la Sierra, y termina en Guacamayas, con un taller de artesanías.  

El ‘plan familia’ dura cuatro días en los que se conocen cuatro pueblos: es fundamentalmente el mismo recorrido que el plan amigos, con un día adicional en el que los turistas van a La Uvita a “vivir el día de un campesino boyacense”. 

El ‘plan caminantes’ comienza en Guacamayas y consiste en hacer los tres senderos que hay disponibles para subir a la Sierra: el sendero Púlpito del Diablo, el Laguna Grande y el Ritacuba. “Siempre involucrando a las comunidades por donde pasamos”, explica Lida.  

La ‘Expedición Boyacá’ involucra a municipios más allá de la provincia de Gutiérrez. En él llevan a los turistas desde Ventaquemada hasta la Sierra, en un recorrido de siete días por 16 poblaciones.  

“Se trata de mostrar la parte escondida de cada lugar. Por ejemplo, el taller de carranga que hacen las artesanas de Villa de Leyva o el Recorrido Acuña, en el que te llevan por todos los museos de ese municipio”. 

Dificultades y contratiempos  

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A la laguna grande de la Sierra, al final del recorrido del mismo nombre, en el Nevado del Cocuy, se llega tras cinco horas de caminata. / FOTO: Esteban Dávila Náder

Cuenta Lida que, aunque la agencia comenzó en el 2015, “si hemos podido operar dos años enteros bien, es mucho”. 

Han tenido, según ella, tres grandes contratiempos: El primero fue el cierre de la Sierra que llevaron a cabo los indígenas uwa por 17 meses, a causa de un grupo de ambientalistas que jugaron un partido de fútbol en uno de los glaciares del nevado.  

“Para los indígenas eso fue una ofensa enorme debido a que el nevado está en vía de extinción. Cerraron todas las entradas al parque y no llegaba ningún turista porque, por más de que nosotros queramos mostrar otra cosa, el foco siempre es la Sierra y, con eso cerrado, pues no iba nadie”, explica. 

Por otra parte, en el 2017 hubo un prolongado paro campesino que dificultó la llegada de personas a la región por el cierre de vías y la situación de orden público.  

“Y ahora la pandemia. Además de la cuarentena obligatoria, los que llevan la batuta son en su mayoría adultos mayores, por lo que no hemos llevado grupos grandes, sino familias y poca cantidad de gente, porque no es muy responsable traer personas a que de pronto nos contagien”. 

Aun así, ya comenzaron a retomar sus actividades: “Y esperamos que esta sea la vencida”, agrega. Durante 2022 esperan profundizar sus capacidades en la generación de estrategias de mercadeo para aumentar sus ventas, así como fortalecer los temas administrativos y de gestión de recursos en cada una de las unidades productivas turísticas que conforman el proyecto. 

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