Desde 2019 Lilia María Herrera comenzó un trabajo comunitario con los niños de la isla Tierra Bomba (Bolívar). Hoy el agradecimiento de la comunidad por su esfuerzo es tan grande, que grabaron un cortometraje en su honor llamado 'Mujer con Alas', que llegó a presentarse en México y España.
Nunca faltan los gritos de voces infantiles haciendo eco en las calles de la Isla Tierra Bomba, Bolívar cuando se ve a Lilia María Herrera caminando de aquí para allá. “¡Tía Lilia! —exclaman los niños— ¿Hoy hay talleres?”
Tierra Bomba es una isla pequeña ubicada a unos 10 minutos hacia el sur de Cartagena. La mayoría de sus habitantes son pescadores, guías turísticos o lancheros. Según Lilia, no existe ningún lugar de esparcimiento para los niños. La habitación de su casa es, donde funciona la Biblioteca Alas Libres desde 2019, el único lugar que esta población ha encontrado para invertir su tiempo libre en actividades constructivas, como ella las denomina.
Lilia María tiene 31 años, es licenciada en Educación, auxiliar administrativo y madre soltera. Trabaja en la Institución Educativa Tierra Bomba, plantel donde administra la biblioteca de la escuela. Allí cumple una jornada laboral de lunes a viernes al tiempo que alterna su vida laboral con los cuidados de Dulce María, su hija de 8 años. Los fines de semana, sin embargo, en lugar de descansar pasa gran parte de sus días con los niños de la comunidad. Para ella es una actividad que le reconforta el corazón pues durante estos tres años, ha aprendido que para cambiar un pedazo de la realidad solo se necesita disposición, amor y paciencia.
Actualmente lidera la Biblioteca Comunitaria Alas Libres, un espacio en el que los niños de la comunidad pueden aprender, leer, ver cine y asistir a talleres para aprender a forjar sus proyectos de vida. “Antes de crearse la biblioteca, muchos de esos niños ni siquiera conocían algo por fuera de Tierra Bomba. No sabían cómo se veía un bombero o un marinero. No estaba mal que quisieran ser pescadores pero ahora creo que tienen una visión ambiciosa de lo que pueden lograr hacer con sus vidas”, comenta Herrera.
Lilia recuerda que su gusto por el arte y la lectura comenzó cuando era pequeña y se sentaba en un rincón de su casa a leer los libros pedagógicos que su papá le llevaba. Allí se entretenía pasando páginas y páginas, leyendo cuentos cortos, jugando a ser docente. “Podían pasar horas y yo seguía ahí sentada. Los libros me desconectaban del mundo”, explica. Su mayor deseo fue que su hija también experimentara esa sensación, por eso decidió comenzar a llevarlo los sábados a una serie de talleres que dictaban en la Cooperación Española.
Con el tiempo, los niños de la comunidad comenzaron a manifestar su interés por asistir. Primero llegaron cinco y tuvo hasta quince, tanto así solicitó ayuda de mediadores para transportarlos. Cosas tan cotidianas como ver la ciudad amurallada o la Torre del Reloj para ellos era una experiencia muy significativa. Ese brillo en sus ojos la impulsó a prestar una habitación de su propia casa para montar un espacio de esparcimiento cultural que les quedara más cerca.
Con el tiempo consiguió donaciones de libros y elementos para adecuar el lugar. Uno de los donantes fue Heidy Mejía, la directora de la Red de Libros Libres para Todos, un proyecto que tiene varias escuelas comunitarias en diferentes regiones del país y que la hizo merecedora del Premio Iberoamericano al Liderazgo Social, por la Organización de Estados Iberoamericanos.
Su trabajo se hizo conocido en la comunidad, tanto que unas niñas asistentes a la biblioteca decidieron hacerle un homenaje a través del corto ‘Mujer con Alas: en los zapatos de Lilia Herrera’ en el que cuenta su historia de vida, su liderazgo social y el amor que siente por Tierra Bomba. La producción de ocho minutos, fue grabada por los mismos chicos asistentes a la Biblioteca y lo filmaron con sus celulares. Fareidis Sampallo, Ana Isabela Rodríguez, Yirleis Otero, Dulce María González, Maidelis Morales fueron algunas de las productoras.
Y eso no es todo. Este trabajo audiovisual fue presentado en el Festival de Cine en la ciudad de Cartagena FICCI pero también se ha proyectado en México y distintas ciudades del territorio nacional. Su objetivo, según comenta Lilia, es “dar una voz de aliento y resaltar esos trabajos comunitarios que empoderan a los líderes y a toda la comunidad”.
Con algunas asistentes a la biblioteca también realizan talleres de peinados donde se les explica la importancia de las trenzas para la cultura afro pues, según comenta, antiguamente las mujeres las utilizaban para trazar los caminos hacia la libertad por donde ellos se escapaban para ser libres de sus amos y también eran usadas para ocultar semillas y oro.
Son ese tipo de datos, para Lilia, que hacen que los chicos se enamoren y se empoderen de su raza.