Venseremos, realizada por el escritor y artista visual Futuro Moncada, consta de 25 piezas que buscan generar un diálogo de las realidades políticas de Colombia y México. Está en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá.
Hay una persona de espalda observando hacia un bosque. Se nota que es un hombre y que por su estatura es apenas un niño. Tiene un arma larga terciada en su espalda. Está de pie y lo único que rompe con los tonos tierra de la foto es la guerra azul que cubre su cabello. Sin embargo, hay algo que rompe con la “fidelidad” de la imagen.
El arma no está completa y en el espacio de la espalda hay un recorte. Pero no es al azar. Ese recorte tiene la forma de una guitarra. El recorte es el futuro de una vida que quedó en medio de la violencia y que ya no será. Con este abrebocas parte Venseremos, la nueva exposición de Futuro Moncada que estará hasta el 17 de julio en el Centro Cultural Gabriel García Márquez en Bogotá.
Venseremos consta de 25 piezas de intervención textual, instalación gráfica, intervención del archivo fotográfico y hemerográfico que “haciendo un diálogo entre las realidades políticas de Colombia y México pretenden interpelar a los visitantes e invitar a una reflexión sobre cómo nuestras sociedades han aprendido a convivir con las distintas manifestaciones de la violencia y los patrones históricos atados a ella”, explica el Fondo de Cultura Económica.
Futuro señala que la apuesta desde el nombre, que es un juego de palabra refiriéndose al “concepto de victoria, pero no de una facción sobre otra, sino una victoria colectiva”, es que se trate de “una invitación a convivir, a vivir en colectivo, que es algo que nos ha costado mucho a nosotros”.
Adicional a la exposición, habrá conversatorios, como el del jueves 7 de julio, de otras figuras que participaron como Katia González, investigadora en historia cultural y del arte en Colombia, y Claudia Girón, coordinadora del Costurero de la Memoria, un colectivo integrado por víctimas de desplazamiento forzado, desaparición forzada, violencia sexual, falsos positivos y otras violaciones en Colombia.
La creación de Venseremos
“La intervención apela a la fuerza simbólica de los documentos y a la manera en cómo pueden ser resignificados, poniéndolos en relación con otros. Surgen lecturas que no son institucionales, sino que plantean fisuras en las posibles interpretaciones de esas fotografías, de esos audios, de esos documentos”, dice Futuro para explicar en qué consiste Venseremos.
La exposición consiste de, entre otras, piezas de archivos. Elementos que se han convertido claves para el arte según Futuro. “De un tiempo a la fecha. El archivo, que reposan en instituciones privadas y del Estado, tienen una clasificación para que la gente encuentre lo que busca: por orden cronológico, por personajes, por periodos históricos y sociales… Lo que hace el arte, lo que hace Venseremos, es reorganizar, resignificar e intervenir esos materiales”.
Es lo que pasa, por ejemplo, con la imagen del niño con un arma convertida en la imaginación en guitarra. Esa imagen, cuenta Futuro, hace parte de una serie de fotografías que se conocieron en 2020 después de que 10 músicos indígenas fueran masacrados en Chilapa, en el Estado de Guerrero, en México. “Los indígenas se unieron en una asociación de defensa y a raíz de la muerte de los músicos, armaron a 19 niños entre los 7 y los 14 años”.
Y concluye “lo que hago en la intervención es recuperar la fotografía, la reimprimo, recorto la silueta de una guitarra sobre la imagen del fusil para poner en un ángulo la doble situación de un niño obligado a tomar las armas, y la que hubiera podido ser su razón de ser en la vida. Esta intervención del archivo le da una nueva lectura a la imagen, le vuelve a dar un peso”.
El proyecto surgió en 2016 cuando con su pareja Lorena Estrada -mexicana también artista y con quien formó el Colectivo Estética Unisex-, realizó una residencia artística en Bogotá de la mano de Corpovisionarios, el Costurero de la Memoria y el Archivo General de la Nación. Fue una residencia que ocurrió antes del plebiscito, pero con el acuerdo de paz y la exguerrilla de las Farc en el centro de la discusión.
Así que en 2017, realizaron otra residencia pero en México en la que trabajaron con personas como Luis Astorga –sociólogo que ha estudiado el narco en el país norteamericano–, Vidulfo Rosales Sierra, abogado de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y con Enrique Jezik, artista argentino radicado en México.
“A partir de esas residencias desarrollamos el primer capítulo de Venseremos. Ya son seis años. Fue un trabajo con el archivo fotográfico de la revista mexicana Proceso”.
Una violencia que se disuelve
Desde 2006, Futuro vive en México. Sin embargo, viaja periódicamente a Colombia. En una de sus residencias en el extranjero fue que cayó en cuenta que en la sociedad colombiana hay “acciones de microviolencia que son muy sutiles. Cuando uno ve desde afuera las dinámicas que se dan en el país empieza a entender algunos códigos que en la cotidianidad se disuelven”.
Códigos que relata con un ejemplo propio. Cuenta que hace poco estaba en un taxi cuando alguien se acercó a pedir dinero, al decirle que no tenía en ese momento la respuesta de esa persona fue decir ’¡descuartícenlo!’ y siguió su camino.
Más allá de la anécdota, que incluso puede ser recibida con cierto tono de humor, para Futuro esa es una de tantas pruebas que muestran cómo en las interacciones diarias, “aflora nuestra historia, que es una historia muy desgarradora y dolorosa; es una herida abierta que, como si dicen en México, la rascas un poquito, saldrá”.
Esta es una exposición que “apela a la paradoja, a la reflexión, al absurdo, a la ironía”. También porque, como el mismo Futuro reconoce, no es una búsqueda de consenso pues esa no es una responsabilidad del arte sino más bien es una forma que desde la ambigüedad, se puedan leer las realidades de Colombia y México.
“Los poetas ven las intermitencias de la vida (…) Ningún periódico informa que la lluvia golpea la ventana, ese es trabajo de un poeta” escribió el portugués Afonso Cruz en su libro Jalan Jalan. Y esa idea, desde su propia perspectiva, la explica Futuro al hablar de Venseremos. Aunque resalta la importancia del periodismo, el afán de mostrar el día a día, hace que “los materiales -refiriéndose, por ejemplo, a las fotografías- sean cubiertos por nuevos sucesos”, siendo esa su razón de ser.
Por supuesto, hay excepciones que él mismo menciona, como Jesús Abad Colorado, el cual tiene un trabajo fotográfico que también ha tenido espacios artísticos. Sin embargo a juicio de Futuro, “el arte tiene un carácter atemporal. En el arte hay una manera de borrar la marca histórica con piezas que trascienden su contexto y ayudan a entenderlo de manera diferente”.