En Puerto Carreño, Vichada, la iniciativa Woman Fish congrega por primera vez a las mujeres cabeza de hogar que encuentran en la pesca artesanal el sostenimiento de su familia.
A través de la práctica artesanal sustentable de pesca ornamental y el cuidado del medio ambiente, las mujeres de Woman Fish sacan adelante a sus familias.
La pesca artesanal es una práctica que no se lleva a cabo de manera sistemática o masiva, sino por medio de conocimientos que permiten la conservación de las especies. Se puede subdividir en pesca ornamental, deportiva, para cultivo, alimentación y medicinal.
Esta pesca, en particular, se lleva a cabo con manta, chinchorro, angeo o malla (hilado de nylon fino) e incluso en estilo de buceo nocturno, como lo aclara Luzmira Vargas, representante legal de Woman Fish.
Los departamentos de Vichada, Meta, Guaviare y Guainía tienen afluentes de gran importancia para la pesca artesanal. Según la Asociación Colombiana de Productores y Exportadores de Peces (Acolpeces), juntos representan el 80% de procedencia de las variedades de peces ornamentales en el territorio colombiano.
En lanchas, canoas o bongos en madera, lámina o fibra, se pueden pescar de manera artesanal más de 30 variedades.
La primera asociación de mujeres pesqueras en Vichada
15 mujeres cabeza de hogar hacen parte de la primera asociación de mujeres pesqueras en Puerto Carreño, llamada Woman Fish. Cada una de ellas tiene como fuente económica principal la pesca artesanal. Como lo afirma Luzmira, “somos conscientes de que el mejor camino para seguir en este oficio es tratando de conversar el equilibrio de la naturaleza, por eso somos muy cuidadosas de no pescar en junio, que es la veda por reproducción de las especies”.
Esta asociación, conformada el 20 de marzo de 2021, busca a través de la pesca con bongos de madera y chinchorros en el río Meta, generar una cadena de producción consciente con el medio ambiente y sostenible económicamente.
Toda la familia de Luzmira se dedica al oficio. Por esto, ocho de las mujeres asociadas son sus familiares directas: “Mi abuelo era pescador y mi esposo también lo es, pensamos que con esta asociación podríamos mejorar un poco la calidad de vida para nosotras y para otras personas que indirectamente también se benefician”.
“Puerto Carreño se inunda con facilidad y nosotras vivimos en el barrio Santa Teresita muy cerca al río, entonces aprovechamos el invierno para pescar cerca a nuestras casas”, agrega Luzmira.
Con protocolos estrictos de manejo de los residuos que se generan en la labor, Woman Fish emprende su recorrido diario hacía al río. Como comenta Luzmira, “se tiene claro que ninguna basura, anzuelo que se daña o manta que se rompe se puede echar al río, así como cada especie que se pesca por error debe ser devuelta en el menor tiempo posible y cuidando que no tenga heridas mortales”.
Para estas mujeres, la preservación del ecosistema les permitirá extender el sustento de sus familias. De acuerdo con Luzmira, “cuidar la naturaleza nos permitirá sacarle mejor provecho al río, entiendo que hay momentos en que debemos dejarlo descansar para que comience el ciclo de la vida de nuevo, por esto es de vital importancia respetar la veda”.
Lea también:
Este proyecto en Vichada que quiere difundir el consumo de moriche
Víctimas, comunidades indígenas y excombatientes: socios de un emprendimiento pesquero