Bohío: la empresa paisa que promueve la economía circular desde la moda

Bohío es una empresa de moda que promueve el compromiso con la sostenibilidad ambiental y el impacto social positivo a través de la fabricación de prendas de vestir hechas con materiales reutilizables.

Bohío es una marca colombiana de ropa ambientalmente sostenible, inicialmente inspirada en el criollismo colombiano, fundada por los hermanos Juan Camilo Velásquez, administrador de empresas; y Daniel Velásquez, comunicador social. 

La iniciativa toma su nombre de las cabañas tradicionales del Caribe hechas con materiales naturales. Su concepto refleja la conexión con la naturaleza, la sostenibilidad, el consumo consciente y el valor de lo hecho en Colombia desde una perspectiva social y ambiental.

El proyecto arrancó en 2015 como una marca de ropa tradicional. Sin embargo, en 2017 surgió la idea de incorporar una estrategia de conciencia ecológica en el uso de las prendas, motivada por la conexión de Camilo y David con la naturaleza, especialmente con el mar y la playa.

Antes de crear la marca, Daniel era vocalista de una agrupación de música tropical llamada La Fragua. Durante sus giras por México, Cuba y Estados Unidos, él y la agrupación comenzaron a diseñar prendas para la banda, lo que despertó su interés en la moda y, eventualmente, llevó al nacimiento de la primera propuesta: Bohío Playa.

“Las personas comenzaron a interesarse más por las prendas que por la misma banda, y así fue como artistas como Carlos Vives, Juanes, Gusi, Vicente García y muchos otros empezaron a vestirse con nuestra ropa. Nuestras camisas se volvieron simbólicas en festivales como Estéreo Picnic o La Solar. Fue entonces cuando empezamos a vender, abrimos nuestro primer punto de venta y comenzamos a expandir los canales”, cuenta Camilo.

Los hermanos Daniel Velásquez y Juan Camilo Velásquez son los fundadores de Bohío, una marca de ropa que promueve la economía circular. | Foto: cortesía Bohío

A partir de botellas de plástico reciclado (PET), palma de moriche, redes de pesca y algodón reciclado (prendas de segunda mano y desechos textiles), empezaron a sacar la primera colección de ropa sostenible llamada “Alabando Mares”, debido a que las botellas fueron recogidas del mar.

Y es que, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)“cada año ingresan aproximadamente 13 millones de toneladas de plástico en los océanos, y esta cifra podría aumentar a 17,5 millones de toneladas anuales para 2025″. La entidad, además, estima que ya existen más de 150 millones de toneladas métricas de plástico acumuladas en los océanos y que la contaminación plástica representa aproximadamente el 80% de todos los desechos marinos, desde la superficie hasta los sedimentos del fondo del mar.

“Entonces, a ese paso, nosotros vamos a tener más plástico que peces en el mar en el 2050”, comenta Velásquez.

El proceso de transformación de botellas plásticas en tela, cuenta, inicia con la recolección del material por parte de recicladores o empresas especializadas. Luego, las botellas son llevadas a bodegas donde se seleccionan cuidadosamente para asegurar que no estén contaminadas ni contengan residuos.

Posteriormente, se trituran y se someten a un proceso de descontaminación con altas y bajas temperaturas. El plástico limpio se convierte en pequeños pellets [pequeños cilindros prensados] que se funden en una inyectora para producir la fibra textil utilizada en la confección de prendas sostenibles.

Bohío Playa se inspira en la fauna colombiana para diseñar sus prendas y destina parte de sus ventas a la conservación de especies como jaguares, tiburones martillo y tortugas marinas, a la reforestación de la Amazonía, al apoyo de fundaciones sociales y a jornadas de limpieza de playas. | Foto: cortesía de bohío

«Uno de los principales desafíos es la dificultad para conseguir este tipo de materiales, ya que no son muchas las empresas que lo proveen. Esto genera una oferta limitada en el mercado de prendas sostenibles. Además, el costo es otro factor influyente: este tipo de tela puede ser entre un 20% y un 30% más costosa que una tela convencional”, menciona David.

Para contrarrestar este impacto, han centrado su estrategia en fortalecer la comunicación con los clientes a través de redes sociales, su principal canal. Allí explican todo el proceso detrás de sus prendas, lo que permite que los consumidores valoren el esfuerzo y estén dispuestos a pagar un precio más alto al conocer el trasfondo sostenible del producto.

«El impacto ambiental de Bohío puede medirse en cifras concretas. Según la empresa, han trabajado con aproximadamente 150 mil botellas recicladas, reutilizado más de 12.500 metros de desechos textiles y logrado un ahorro superior a los 46 millones de litros de agua.

Además de su apuesta sostenible, Bohío genera oportunidades laborales para madres cabeza de hogar, adultos mayores y personas con movilidad reducida, promoviendo la inclusión y el trabajo digno. | Foto: cortesía de bohío

“Además de nuestras colecciones sostenibles, destinamos fondos para apoyar la conservación de la biodiversidad en Colombia. Hemos contribuido con investigaciones sobre jaguares en el Magdalena Medio; tiburones martillo en Malpelo y tortugas marinas. También hemos participado en procesos de reforestación en la Amazonía, apoyado fundaciones infantiles y realizado jornadas de limpieza de playas en Santa Marta, Sapzurro y Capurganá”, añade David.

Bohío es una de las cuatro empresas certificadas como Empresa B en el sector textil colombiano, es decir, que son una compañía con un modelo de organización que genera un impacto positivo en lo social, lo ambiental y lo económico.

Además, la empresa prioriza  en darles empleabilidad a madres cabeza de hogar, adultos mayores y personas con movilidad reducida. 

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