Con este proyecto, los jóvenes identifican a la fauna que regresa a Santuario, Risaralda

El redescubrimiento y protección de especies a través del fomento de la ciencia ciudadana son los pilares de este proyecto social.

Bajo la tutela de los profesores Raúl Pareja y Uriel Hernández, nació en 2020 ¿Quiénes Vuelven?, un Proceso Comunitario de Educación Ambiental (PROCEDA), que redescubre y protege la biodiversidad del Distrito de Manejo Integrado (DMI) Planes de San Rafael, área de manejo especial para la conservación, ubicada en el municipio de Santuario, Risaralda.

A través de la articulación de acciones para el monitoreo de la biodiversidad, estudiantes de los semilleros de investigación Gallitos de Roca, de la Institución Educativa Santuario, y Cacique Candela, de las escuelas veredales del municipio, trabajan en el rastreo de mamíferos o aves que regresan a lo que hace treinta a años fue una finca de siembra y ganadería.

“No se trata de caminar, sino de interactuar con la naturaleza”, “¿qué cosas podrían sorprendernos en un camino que hemos recorrido tantas veces?”, dice una de sus cartillas pedagógicas. 

Precisamente, según el profesor Raúl, la pregunta que da nombre a este proyecto surge de la necesidad de saber quienes han vuelto a las 570 hectáreas que componen este DMI, un espacio natural que, además, cumple una función amortiguadora del Parque Nacional Natural Tatamá, porque «lo que pasa allí, también pasa en el parque».

Con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), la colaboración y capacitación de Parques Naturales Nacionales, y el financiamiento del Programa Ondas, de Colciencias, el proyecto ha podido obtener herramientas de rastreo científico, tales como binoculares, chalecos, mapas, o como lo que el profesor Uriel denomina “las mal llamadas cámaras trampa”.

Dos años de trabajo han permitido la identificación de especies consideradas en peligro de extinción, y la difusión y fomento de valores de protección y cuidado de la naturaleza entre niños y jóvenes entre los 7 y 15 años

Aulas Vivas y Ciencia Ciudadana para la investigación

Instituto Santuario
Estudiantes de los semilleros de investigación Gallitos de Roca y Cacique Candela, liderados por Raúl Pareja, de sombrero, y acompañados por Uriel Hernández, de gorra. / FOTO: Quienes Vuelven

Con caminatas y campamentos, los estudiantes tienen la oportunidad de conocer su entorno usando sus sentidos e incluso conocimientos previos. “Nosotros nos la gozamos con este diálogo de saberes. Así, después de los recorridos, y con materiales didácticos, podemos entender que especies han vuelto y cuales podemos conservar”, dice el profesor Raúl, quien además dicta clases de ciencias naturales en el Instituto Santuario.

 “Aquí los estudiantes y los habitantes de a pie, tienen un espacio de reconocimiento y apropiación del entorno. Podrán estar en condiciones de hacerse preguntas de investigación y obtener respuestas, dentro de lo que nosotros conocemos como Aulas Vivas”, así define el profesor Uriel, zootecnista y agroecólogo, el principal instrumento pedagógico del proyecto: la ciencia ciudadana.  

Aula Viva
Una sesión se clases de Aula Viva, la herramienta pedagógica de protección y redescubrimiento del medio ambiente, se lleva a cabo a través de la recolección de datos e imágenes en campo. / FOTO: Quienes Vuelven

Material de difusión multimedia y cartillas pedagógicas han sido el resultado de este proyecto. Con estas herramientas de identificación, muchos de los habitantes del municipio cambian su forma de relacionamiento con la naturaleza o contactan a los profesores para dar aviso sobre el avistamiento de animales en la zona.

“Tenemos el caso del ex administrador de la finca ubicada dentro del DMI. Él era un cazador y agricultor y ahora es el principal defensor del territorio”, explica el profesor Uriel. 

Especies que se encuentran en peligro de extinción o que desaparecieron debido a la siembra de monocultivos, son los hallazgos más significativos dentro del DMI. Entre ellas se encuentran el venado cola blanca, el armadillo colatrapo, el tigrillo, la taira – zorro, o el guatín.

Con estos redescubrimientos, se planea realizar un mapa interactivo dirigido a turistas y habitantes del departamento. Todo dependerá del financiamiento y la obtención de nuevo material de trabajo. 

«Dejar durante mes y medio una cámara y que no se capte ningún animal, es una frustración muy grande, pero cada minuto de espera vale la pena cuando hacemos un redescubrimiento«, señala el profesor Raúl. 

La mirada de las universidades, una nueva perspectiva

Desde inicios de este año, se han sumado a Quiénes Vuelven, los estudiantes Erick Barragán, miembro del Semillero de Investigación Ambiental y Cultural de la Universidad Tecnológica de Pereira (SIGAC – UTP) , y Pablo Jaramillo,  miembro del Semillero de Ornitología de la Universidad de Caldas.  

Con su participación en el proyecto, Pablo y Erick han adquirido habilidades técnicas, didácticas y pedagógicas. Coordinan y dictan talleres, lideran caminatas, e instalan los instrumentos tecnológicos para la recolección de datos.

“Me interesó porque era un mundo que no conocía. En la primera caminata que hicimos, me di cuenta de que no solamente iba a ver aves, sino que realmente iba a explicar y enseñar a los niños», señaló Pablo. 

Para estos universitarios adentrarse en el mundo de la ciencia ciudadana, ha significado un cambio importante. “Es un reto trasladar conceptos académicos hacia un lenguaje común y simple. Nosotros los biólogos usamos nombres científicos, mientras que los niños usan nombres conocidos en la región”, agregó Pablo.

Así mismo, afrontar y cambiar imaginarios sociales que pueden amenazar la supervivencia del hábitat es otro reto significativo. “No podemos hablar mal o satanizar al perro de la finca que mata a las zarigüeyas, más bien debemos enseñar como evitar que estos animales entren a los corrales de gallinas”, comentó Erick. 

Actualmente,  junto con el profesor Raúl y Uriel, planean realizar un nuevo inventario de aves dentro del DMI e invitar a estudiantes de otras facultades y universidades al proyecto. 

Para Erick, es fundamental tener una mirada transdisciplinar que sume y le de mucha más visibilidad a todo lo que se ha venido realizando. Mientras que, para los profesores, es de vital importancia pasar la antorcha de la enseñanza a nuevas generaciones ambientalistas.  

“Mientras tenga alma vida y corazón, seguiré impulsando este espíritu investigativo. Ya tenemos jóvenes que salen del Instituto directo a estudiar carreras universitarias relacionadas con las ciencias naturales, queremos que vuelvan y se sumen a nuestro proyecto”, enfatizó el profesor Uriel.t

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