Daniel Piedrahita: el ‘alma del bosque’ que cuida a las orquídeas colombianas

Piedrahita, de 62 años, cuenta con una de las colecciones de orquídeas más completas de Colombia: alrededor de 5.000 especies y 25.000 ejemplares. A través de su proyecto Alma del Bosque, incentiva el interés por conservar esta flor en el país.

Colombia es el país con mayor diversidad de orquídeas en el mundo. Según el Instituto Humboldt, se estima que existen alrededor de 4.270 especies nativas y 1.572 endémicas. De ese total, el 77% se encuentran distribuidas en la región andina.

Allí, precisamente, en medio de las frondosas montañas que rodean el municipio de La Ceja (Antioquia), existe uno de los santuarios de orquídeas más completos y longevos del país: Alma del Bosque.

Se trata de un proyecto de conservación de flora creado por Daniel Piedrahita, un tecnólogo agropecuario de 62 años, que se presenta a sí mismo como “un ser absolutamente apasionado y que siempre quiere tener lo mejor”. Alguien que ha encontrado su propósito de vida en conservar y estudiar a las que son consideradas como las “reinas” de las flores en el mundo.

Alma del Bosque, cuenta Piedrahita, nace en 2014 con tres objetivos: conservar especies de flora, llevar educación botánica a la ciudadanía y ofrecer servicios ecoturísticos responsables alrededor de las orquídeas

Actualmente, el santuario alberga 5 mil especies y un total de 25 mil ejemplares, una variedad considerable, ideal para recibir a los visitantes que llegan de todas partes de Colombia y el mundo para aprender más sobre la flor. Así lo señala Daniel, recordando que Alma del Bosque recibió, en 2023, 3.800 turistas, cifra que, estima, se duplicó en 2024. 

En el invernadero, Daniel Piedrahita siempre cuenta con al menos 1.000 ejemplares de orquídeas florecidos. | Foto: Alma del Bosque
La calidad de las flores de Alma del Bosque ha sido reconocida con importantes premios nacionales e internacionales. | Foto: Alma del Bosque

El santuario también ofrece talleres virtuales que han llevado contenidos educativos a más de 300 personas desde 2020. A esto se le suma el impacto que genera con la divulgación en redes sociales donde, entre YouTube e Instagram, ya acumula 476 mil seguidores. 

En el mundo ya somos referentes. Eso es muy importante, no por la fama, sino porque ayudamos a que más personas vean hacia Colombia, un país megadiverso. En los talleres tengo alumnos de Alemania, Francia, España, Argentina, Chile… Me da mucha felicidad ver que, a las personas a las que les estoy enseñando, les están floreciendo las plantas. Es un granito de arena para que pierdan el miedo y dejen de creer que tener una orquídea es muy difícil. Es difícil solo por la falta de conocimiento”, explica Piedrahita, actual miembro de la Sociedad Colombiana de Orquídeología.

En 2023, Alma del Bosque recibió a alrededor de 4.000 visitantes. | Foto: Alma del Bosque
Uno de los objetivos de Piedrahita es lograr que más colombianos valoren la gran diversidad de esta especie única de planta. | Foto: Alma del Bosque

A pesar de que Colombia es el país con mayor cantidad de esta especie, son pocos los colombianos que se dedican a su estudio formal en comparación con otros países.  

De acuerdo con Daniel, la Sociedad Americana de Orquídeología (Estados Unidos) cuenta con 35 mil miembros. En Alemania, donde no hay más de 100 plantas nativas, la sociedad registra 10 mil miembros. En Colombia, calcula, la asociación no supera las 1.000 personas.

Yo quiero, justamente, democratizar esta pasión. El propósito de mi vida es enseñar y apasionar a las personas por las orquídeas, que son una de las familias más biodiversas dentro del reino vegetal. Hay una diversidad gigantesca de olores, colores, floraciones para arriba, para un lado, para abajo… Yo siempre digo que Dios hizo el mundo y de último las orquídeas. Le sobró mucho tiempo”, comenta entre risas.

La colección de Alma del Bosque, además de ser especial por la cantidad de ejemplares, también lo es por la calidad de sus flores.

Hasta la fecha, el proyecto ha recibido 9 de los 30 Certificados de Primera Clase internacionales (FCC/AOS por sus siglas en inglés) por parte de la Sociedad Americana de Orquídeas con los que cuenta el país. Este reconocimiento califica de 0 a 100 puntos las plantas del mundo que más se acercan a la perfección.  

Alma del Bosque cuenta con 9 de las 30 certificaciones que tiene el país en cuanto a orquídeas de la más alta calidad en el mundo. | Foto: Alma del Bosque

Tengo una que se llama Bollea Coelestis, que tiene 94 puntos; el puntaje más alto en el mundo en Bollea Coelestis. La segunda, es una Miltoniopsis vexillaria (90 puntos) que es la mejor del mundo también porque es gigantesca y espectacular. Y la tercera, la Pescatoria alice hipkins (93 puntos) es un híbrido natural. Es decir, que un insecto polinizó dos especies. Eso es muy raro. Eso es como que se haya juntado un elefante y un rinoceronte. La flor normal es blanca con puntas amarillas y esta nació totalmente morado oscuro. Impresionante”, explica Piedrahita con orgullo.

Actualmente, planea construir lo que él llama un «coliseo de orquídeas», es decir, un espacio con el que busca recrear los hábitats naturales de cada especie para que los visitantes las aprecien en sus propios entornos y, de esta forma, se incentive el cuidado de los mismos, ya que las principales amenazas que enfrentan las orquídeas son la deforestación y el cambio climático. 

Por fortuna, Daniel cuenta con ejemplares de algunas que aparecen en el Libro Rojo de Especies Amenazadas. Lo que está haciendo para salvarlas, explica, es seleccionar algunas de ellas para clonarlas y, con el tiempo, devolverlas a sus ecosistemas de origen. Sin embargo, el proceso requiere de años de trabajo.

La semilla tarda entre cuatro meses y un año en germinar. Posteriormente, se envía a un laboratorio donde continúa su desarrollo, lo que requiere aproximadamente un año adicional. Una vez endurecida, la primera floración puede tardar entre cinco y siete años. 

En total, el proceso de clonación para que un ejemplar esté listo para ser reintroducido en su hábitat natural toma alrededor de una década.

Expertos estiman que aún faltan más de 2 mil especies de orquídeas por descubrir en el territorio nacional. | Foto: Alma del Bosque

Daniel comenta que ya comenzó el proceso de polinización de plantas. Además, que ya cuenta con cápsulas de semillas y con una planta que inició y que ahora se encuentra en el laboratorio, donde espera a que se endurezca y crezca. 

«Colombia va por buen camino en el tema del turismo ecológico, que es una estrategia interesante para aumentar el conocimiento alrededor de nuestra riqueza natural. Lo que nos falta es acatar las leyes e investigación. Los grupos armados no nos dejaron caminar por muchos territorios por mucho tiempo. Se estima que aún faltan más de 2 mil especies de orquídeas por descubrir aquí«, concluye.