En la vereda San Marcos, en Sucre, Yusleidys Arrieta y un grupo de diez mujeres amas de casa trabajan artesanías con el material que más abunda en la región: el totumo. Junto a ellas, un grupo de niños asiste diariamente a la Biblioteca Rural Entre Aires y Letras para tener su oferta de actividades culturales.
Soy aquel artesano
Que con sus manos talla y teje una ilusión
Esos colores que se pintan
como se pinta el cielo en el mar
Mar de cantares y de amores
De anocheceres sin final.
Así comienza el verso de uno de los poemas de Yusleidys Arrieta Salgado, la mujer de 32 años que hoy coordina la Biblioteca Rural Entre Aires y Letras, ubicada en la vereda San Marcos, en Sucre. Yusleidys confiesa que ama la poesía y desde pequeña quiso dedicarse a las artes, pero que la escasez de oportunidades la detuvo. Eso es, precisamente, lo que no quiere que pase con los demás niños, niñas y mujeres de la vereda.
“Este proyecto comenzó hace cinco años, luego de que recibiéramos el apoyo de la Red de Bibliotecas Libros Libres para Todos”, menciona Yusleidys quien, de la mano del programa ‘Misión emprende’ de Heidy Mejía (la directora de la Red que hace unas semanas recibió un premio de la Organización de Estados Iberoamericanos por su liderazgo social), comenzó a organizar espacios para promover el empoderamiento femenino a través de artesanías.
Arrieta cuenta que uno de los materiales que más abunda en el departamento son los árboles de totumo. Además, uno de los problemas más comunes de la zona rural es la desigualdad laboral entre mujeres y hombres. “Lo que quisimos fue que esa transformación de la materia prima se convirtiera en transformación personal, desarrollarles habilidades para la vida”, explica.
Básicamente, el proyecto ´Aire Nativo Artesanías´ necesita del proceso de sacar la pulpa y poner el totumo a cocinar durante una hora para que afloje el excedente y quede más resistente. Luego, se debe lavarlo con limón para ponerlo más blanco y dejarlo un día al Sol. Pasado el día, cuando el material ya es más fuerte, se comienza el proceso de lijado y pintura. Es de esa transformación de donde las amas de casa que participan en el proyecto sacan pocillos, collares, aretes y demás productos.
Las artesanías son comercializadas principalmente dentro de la propia comunidad, pero Yusleidys cuenta que, en algunas ocasiones, tuvieron la posibilidad de exponerlas en ferias en Cartagena y Sincelejo y que, además, a través de redes sociales (a pesar de las dificultades existentes con la señal en la vereda), también han logrado darlas a conocer.
«Aunque no sea un trabajo fijo, yo sí noto la diferencia en el pensamiento de las mujeres. Siento que han repensado lo que significa ser una mujer rural y que se han dado cuenta que con sus manos pueden hacer todo, solo es necesaria la voluntad y tener una mente emprendedora», explica Yusleidys.
Yusleidys menciona que, además del trabajo con las mujeres, en la biblioteca realizan actividades de promoción de lectura, danza, música, escritura creativa y gestión ambiental con los niños y que, en gran parte, la poesía ha influido en «despertar una mayor sensibilidad hacia el entorno».
Y aunque la directora de la Biblioteca Entre Aires y Letras reconoce que todo su trabajo es voluntario y a tiempo completo, «lo hago por amor, porque me nace y porque quiero ver que toda la vereda transforme su realidad».