Por Camilo Espitia Bernal
El colectivo ‘Río Abajo, cultura y comunicaciones’ está conformado por un grupo de jóvenes del Bajo Cauca que creó el ‘Festival de Cine del Bajo Cauca’. Sus productos audiovisuales han llegado a España y Estados Unidos.
El sueño de contar las historias positivas del Bajo Cauca antioqueño unió a cinco estudiantes de comunicación social de la Universidad de Antioquia, en Caucasia. Todo comenzó hace diez años, en el 2013, cuando hacían tomas audiovisuales del territorio como pasatiempo. Hoy, ese trabajo se convirtió en Río Abajo, cultura y comunicaciones, una corporación que desarrolla programas de cooperación social en la región y que organiza, anualmente, el Festival de Cine del Bajo Cauca, que ya llegó a su novena versión.
“En el 2013, nuestro trabajo audiovisual llamó la atención y nos empezaron a contratar para fotos y comerciales. Nosotros nos lo creímos; renunciamos a nuestros trabajos por el proyecto”, comenta Diego Álvarez, director de ‘Río abajo’, una corporación que se define como “la que fuerza del río que nace desde el sentir humano”.
Si bien en el Bajo Cauca antioqueño siguen latentes las dinámicas del conflicto armado, los jóvenes visibilizan las historias positivas de la región con ‘Río abajo’, un festival de cine que, ocho años después de su primera edición, ya ha convocado a figuras como al director Víctor Gaviria, al crítico Oswaldo Osorio o la productora Alejandra Quintero. También a actores como Vicky Hernández y Manolo Cruz, además de los protagonistas de películas como ‘Los reyes del mundo’ (2022), ‘Días de la ballena’ (2019), ‘Matar a Jesús’ (2017) y ‘La mujer del animal’ (2016).
Dos años después, en el 2015, la ahora Agencia para la Reincorporación y Normalización los contactó para la creación del documental ‘Volver’, que retrata el proceso de desmovilización y reinserción de excombatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia en Tierralta, al sur de Córdoba.
“Ese día mentimos. Era nuestro primer proyecto importante, pero cuando íbamos a firmar el contrato nos preguntaron: ‘¿Ustedes solo tienen esa cámara?’. Dijimos que no, que los demás equipos estaban en la oficina, aunque sí era nuestra única herramienta de grabación. Pedimos un adelanto del 50 %, nos contrataron, compramos micrófonos, trípodes y otra cámara, y cumplimos con el proyecto. Desde ahí Río Abajo no ha parado”, recuerda Álvarez.
A partir de ese año, el equipo comenzó a desarrollar proyectos de cooperación social. Iniciaron con ‘Este cuento se acabó, cuatro acciones para construir paz’ con la organización Red de Territorios por la Paz. Gracias a ese proyecto fueron invitados a exponer su trabajo en el Parque de la 93, en Bogotá: “Yo me sorprendí de que, entonces, en esos instantes fuimos los más destacados de la capital mostrando lo que hacemos en la región”, comenta.
‘Río abajo’ también dicta talleres audiovisuales y empodera a medios de comunicación de comunidades campesinas e indígenas. Además, lidera espacios de diálogo, cohesión familiar y reconstrucción del tejido comunitario en los seis municipios que integran el Bajo Cauca antioqueño.
“Trabajamos desde abajo, con las comunidades que no han sido escuchadas y que merecen voz. Amamos nuestra región y nos proponemos seguir comunicando y cooperando”, añade Álvarez.
‘Empeliculados’ por el cine, la cultura, el territorio y la comunidad
“Con el cine, la juventud se arriesga a expresar temas no hablados en la región, como la salud mental, la depresión y el suicidio; o lo referente al conflicto, como el reclutamiento y la aparición de cadáveres en el territorio. También, todo lo relacionado con la pobreza”, explica Álvarez.
Es allí donde cobra un papel protagónico el ‘Festival de cine del Bajo Cauca’ que, en la edición de octubre de 2022, congregó a más de 1.900 asistentes en espacios de formación y proyección fílmica, alcanzando a usuarios de diferentes regiones y países, como España y Estados Unidos.
La primera edición se llevó a cabo en 2015 junto a la Universidad de Antioquia. En ella participó el director Víctor Gaviria y presentaron alrededor de 10 producciones locales. Álvarez dice que, aunque los trabajos tenían errores técnicos y narrativos, lograron generar interés en la juventud del Bajo Cauca, que desde entonces empezó a grabar sus historias. “Ocho años después vemos a esos mismos jóvenes haciendo producciones locales de alta calidad”.b
Uno de los retos más grandes, además de los financieros y logísticos, fue incentivar a la población a crear producciones. Por eso optaron por dictar talleres audiovisuales en colegios y organizaciones locales. Así, mientras en las primeras ediciones se exponían de 10 a 15 producciones, las más recientes superan las 30.
Las primeras películas del festival se reproducían en las paredes de los barrios con pequeños parlantes. Hoy, la iniciativa ha crecido al punto de contar con lugares más propicios para la proyección de los productos, contando incluso con la participación de figuras como el elenco de la galardonada película ‘Los reyes del mundo’; Oneida Orjuela, protagonista de ‘Cantos que inundan el río’; la cantautora ‘La muchacha’; la escritora y periodista Patricia Nieto, entre otras personalidades.
Uno de los espacios más importantes del festival es la exposición de los filminutos desarrollados por los y las jóvenes locales; en el último año ‘Río abajo’ formó a más de 50 de ellos para esta presentación.
Río abajo se oyen las historias de los pescadores
barequeros, campesinos, indígenas y ciudadanos
Río abajo se junta la diversidad y la resiliencia de la gente.
Río abajo para comunicar y cooperar.
* Camilo Espitia Bernal es periodista y comunicador con experiencia en proyectos de cooperación social en más de 14 departamentos de Colombia. Como independiente ha colaborado en medios como El Espectador, Relatto y Cerosetenta. En el 2020 fue uno de los escritores seleccionados para el libro de relatos ‘Plantas | Palabras’ del Instituto Caro y Cuervo, del Ministerio de Cultura. En 2023 fue becado en el taller de novela que dicta el Instituto Distrital de las Artes de Bogotá.