Los excombatientes que le apuestan a la apicultura en Anorí

En Anorí, al nordeste de Antioquia, se creó Miel de la Montaña - Voluntad de Paz, una organización que trabaja la apicultura y comercializa la miel que se produce como parte del proceso de reincorporación de excombatientes de las Farc.

Hace tres años que Alejandro y Henry, dos firmantes de paz, crearon Miel de la Montaña, un proyecto que busca que 18 excombatientes de las Farc se reincorporen a la sociedad por medio de la apicultura y del cuidado del medio ambiente. Este se encuentra dentro del Espacio Territorial para la Capacitación y Reincorporación (ETCR) Jhon Bautista Peña de la vereda La Plancha de Anorí, Antioquia.

“Teníamos la necesidad de crear un proyecto productivo que fuera beneficioso tanto para nosotros como para la comunidad y, al mismo tiempo, pensando en que fuera un producto saludable para la gente, que pudiéramos llegar a muchos rincones de Colombia y sacarle provecho a la naturaleza de una manera sana”, cuenta Arley de Jesús Betancur Barbarán, encargado de todo el proceso de comercialización de Miel de la Montaña.

Miel de la Montaña
Miel de la Montaña surgió como iniciativa de dos excombatientes que buscan apostarle a un producto de origen natural comercializable en todo el país. / FOTO: Miel de la Montaña

Dentro del proyecto hay 18 excombatientes inscritos, pero dicen que son tres las personas que se dedican de lleno al emprendimiento. Arley Betancur se encarga de toda la parte comercial del producto, de las ventas y de buscar cómo Miel de la Montaña puede llegar a nuevas ciudades; Alejandro Borrero se encarga de la parte técnica y de las abejas, la cajonería, los tiempos de producción, los lugares en los que se ubican; y Ferney Casanova se encarga de la parte administrativa, los inventarios y de los implementos que hacen falta.

En total, Miel de la Montaña trabaja con 100 colmenas y constantemente se capacitan en el manejo de las abejas y producción de miel, aunque para Betancur son las mismas abejas las que más les han enseñado a ser más efectivos en la producción y desarrollo del proyecto.

“Las abejas son complejas, requieren mucha dedicación y no es fácil. Lo que hacemos es cuidarlas, estar pendiente de ellas porque si les caen plagas se van y nos dejan la cajonería sola. Nos comprometimos a aprender de ellas”, asegura Arley.

Miel de la Montaña
Arley asegura que están aprendiendo de cada situación que se presenta y que superan cada uno de los retos que les pone el desarrollo de este proyecto. /FOTO: Miel de la Montaña

Hasta el momento, Miel de la Montaña comercializa sus productos en Bogotá y Medellín, pero quieren expandirse y no solo llegar a más ciudades sino también variar sus productos. De acuerdo con Arley, venden tres presentaciones: un kilo, 570 gramos y 280 gramos de miel pura y orgánica, además están probando un nuevo producto: mieles fusionadas con moringa, con ají picante, con uchuva y jengibre y con achiote y caléndula.

“Queremos también empezar a sacar productos con propóleo, con cera de abejas, con polen, incluso queremos comercializar la pitocina, el veneno de las abejas que sirve para curar enfermedades”, explica. 

En su producto cuentan su historia y no niegan su pasado, antes lo relatan. Miel de la Montaña es su forma de demostrar la voluntad de cambio y agradecen a quienes la compran por apoyar la construcción de paz en Colombia.

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