A través de la donación de 'revistas de actividades', la Fundación Cucú ha logrado llevar 10.000 de sus publicaciones a las bibliotecas comunitarias de Colombia.
Desde hace cinco años, a las revistas de la Fundación Cucú sobrevuelan los cielos del campo colombiano. Sus hojas parecen haberse convertido en las mismísimas alas del pájaro cucú, el ave insignia de la fundación con la que han logrado aterrizar con su mensaje pedagógico en 13 departamentos. La cifra de revistas donadas asciende los 10 mil ejemplares.
Son una bandada de pájaros guiados por una misma coreografía: romper los círculos de pobreza educativa del país.
Gabriela Ramírez, artista visual, fundadora y actual integrante del comité editorial de la revista, comenta que la Revista Cucú comenzó como un proyecto familiar. Al nacer su hija, surgió en ella la necesidad de diseñar un producto editorial independiente para niños. con lecturas frescas, novedosas y actuales. Según Gabriela, la oferta de revistas para la primera infancia en Colombia es muy escasa.
Actualmente son 5 personas de planta que trabajan en la fundación. No obstante, con tanto años de trabajo el proyecto se ha enriquecido gracias a la red de escritores, músicos, ilustradores y pedagogos que se han unido alrededor de la niñez:
“La Fundación Cucú se ha convertido en un movimiento. Y las alianzas que hemos logrado con las bibliotecas en zonas rurales nos ha permitido ver la revista en acción, es decir, verlas suplir el vacío que dejan las brechas educativas presentes en gran parte de la población infantil de sectores vulnerables en Colombia”, comenta Ramírez.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la cifra de inasistencia escolar en zonas rurales pasó del 4.8% en 2019 al 30.1% en 2020. Es por eso que el trabajo de muchas bibliotecas comunitarias en el país está enfocado, precisamente, en esa población que presenta dificultades en el acceso y permanencia en las instituciones educativas oficiales.
La Fundación Cucú es testigo de la cantidad de bilbiotecas comunitarias y promotores de lectura a lo largo del país. Las hay en todos los rincones del país y para todas las culturas: desde La Biblioteca Comunitaria Fundación Juvenil Alto Mira y Frontera, en Tumaco (Nariño) hasta la Biblioteca La Biblioteca Pública Kankuaka, en Atánquez (Valledupar). En todas ellas, el material pedagógico es fundamental.
Los contenidos de la Revista Cucú están muy enfocados en temas que puedan ser familiares a los niños sin importar el contexto, como el agua, el viento, cuerpo e, incluso, el tiempo, del cual esperan sacar su próximo número. Hasta el momento han publicado 3 colecciones y casi 50 ediciones de la revista.
Una de ellas, por ejemplo, fue Cucú en la Vereda. En ese número, la Fundación agregó juegos y secciones de recorte interactivas relacionadas con el campo: “Tocaba armar un sembrado, es decir, había una parcela y los niños debían ir pegando sus cultivos como quisieran”, explica Gabriela.
Para ella, la idea es que esta revista sea el primer paso para que los niños se enamoren de la lectura. No es igual un libro de 100 páginas a un material interactivo que, quizás, a primera vista puede despertar un mayor interés por sus colores y dibujos.
En la realización de los cuentos que integran la revista han participado más de 80 colaboradores, dentro de los que destacan algunos como la novelista Piedad Bonnet e ilustradores como Helena Ospina y Guillermo Cubillos.
Por otro lado, Gabriela explica que consiguieron expandirse en gran parte gracias a la alianza con Heidy Mejía, la barranquillera que recibió el Premio Iberoamericano al Liderazgo Social por la Organización de Estados Iberoamericanos gracias a la creación de 160 puntos de lectura en el país.
“Nosotros queremos que la revista sea una excusa para leer desde muchos formatos, por eso también incluimos canciones de proyectos musicales emergentes para niños a través de un código QR. No somos una editorial que publica libros, somos una fundación que publica revistas de actividades”, explica Ramírez quien, además, menciona que su trabajo como fundación dedicada a la promoción de la lectura adquiere doble valor al tener en cuenta que, según indicadores del Banco Mundial de la pobreza educativa, el 49 % de los niños y niñas en Colombia llegan a los 10 años sin una adecuada comprensión de lectura.
La Fundación Cucú explica que ha logrado donar alrededor de 10 mil revistas a través de un sistema simple: por cada revista que alguien compre se fabrica otra revista destinada a donación. Hasta el momento tienen registro de la Revista Cucú en 13 departamentos, 30 ciudades y veredas y, además, han realizado alianzas con más de 20 bibliotecas comunitarias.
Paola Becerra, Key account manager de la Fundación, comenta que a esa cifra de 10 mil revistas donadas hay que sumarle otros ejercicios de donación que han hecho, por ejemplo, con entidades estatales. Actualmente trabajan de la mano con la secretaria de Recreación, Cultura y Deporte de Bogotá, con la cual tienen un estímulo para poder hacer un proyecto con bibliotecas comunitarias de 5 localidades de Bogotá, con el que esperan impactar a cerca de 4 mil niños.
“También manejamos un enfoque de formación con los promotores de lectura. Son talleres dictados por otros promotores para que ellos piensen sus propias herramientas de pedagogía según el contexto en el que estén”, comenta Paola.
Proyectan seguir expandiendo la presencia de su material pedagógico a otros departamentos del país. Quieren que la revista siga ‘batiendo sus hojas como alas’ hasta que cualquier niño en Colombia que mire al cielo vea los ejemplares llegando a su territorio con las letras y dibujos necesarios para ayudarlos a conseguir dos objetivos: construir conocimiento y entender, con ayuda de los promotores de lectura, los beneficios que puede traer para su vida empezar a leer desde temprana edad.