Cinco lugares para descubrir el pasado y presente de Lorica, Córdoba

Recorra la historia de Lorica, en Córdoba, a través de estos cinco destinos. Atestigüe esa influencia de la cultura siriolibanesa que aún conservan algunas edificaciones.​

Lorica, conocida como la ciudad antigua y señorial’fue de gran importancia para el desarrollo de la economía caribeña. Ubicada al norte del río Sinú, su cercanía con este afluente que atraviesa el departamento de Córdoba facilitó el transporte de mercancía entre ciudades, principalmente con Cartagena, donde tenía lugar la actividad mercantil más dinámica de la región.

Lorica alcanzó su protagonismo entre el siglo XIX y principios del XX gracias a su puerto, que fue el desembarcadero más importante en todo el río Sinú.

Por los conflictos en medio oriente, el municipio recibió un alto número de migrantes durante el siglo XIX, mayoritariamente siriolibaneses, cuya influencia cultural aún se ve reflejada en la arquitectura del lugar. Los registros dicen que fueron ellos los que popularizaron el comercio de productos como el jabón, cigarrillos y bombillas.

La bonanza comenzó a debilitarse a mediados de siglo XX a causa de la sedimentación del río Sinú y la construcción de las primeras carreteras troncales, haciendo que el transporte marítimo perdiera protagonismo. Sin embargo, por su riqueza arquitectónica, cultural e histórica, Lorica hace parte de uno de los 17 Pueblos Patrimonio de Colombia. De hecho, su Centro Histórico es considerado patrimonio histórico y arquitectónico del país.

Lorica es un municipio famoso por ser la cuna de personajes importantes en la historia colombiana, como el escritor Manuel Zapata Olivella y el periodista David Sánchez Juliao.

Conozca cinco destinos dentro del municipio en los que puede viajar en el tiempo y dejarse contagiar por su encanto:

1) Catedral de Santa Cruz de Lorica

La Catedral de Santa Cruz de Lorica es una de las obras arquitectónicas que más resalta en el lugar, pues condensa la mezcla cultural entre españoles, indígenas y árabes que aún está presente en la idiosincrasia del municipio. De hecho, el reloj fue una donación de la comunidad siria, mientras que las campanas fueron importadas desde Portugal. / FOTO: Hamilton Negrete
Antes, como era común, los pueblos se construían alrededor de las plazas, que siempre incluían templos religiosos. Lorica no fue la excepción. Los expertos describen el estilo de la iglesia como republicano, pero sin dejar a un lado los tintes artísticos siriolibaneses, con un poco de romano y mudéjar. No hay una fecha exacta sobre su construcción, pero parece ser anterior al año 1800. / FOTO: Hamilton Negrete

2) Malecón La Muralla

Bañado por la Ciénaga Grande del bajo Sinú, el Malecón de Santa Cruz de Lorica es uno de los atractivos turísticos más modernos del lugar, pues es un espacio abierto que permite el encuentro entre visitantes y residentes, además de ofrecer una excelente vista hacia el afluente que sirvió por tanto tiempo como vía de comunicación e intercambio de mercancías con otras ciudades como Cartagena. / FOTO: Hamilton Negrete
Uno de los murales más grandes de Lorica se encuentra cerca del río Sinú y fue pintado por el maestro Adriano Ríos Sossa, hijo de ese mismo municipio. En este se condensa buena parte de las actividades mercantiles, sociales y culturales del pueblo como, por ejemplo, un gran barco que se relaciona con la llegada de migrantes durante épocas antaño y la importancia del lugar como puerto fluvial. / FOTO: Hamilton Negrete
Alrededor del malecón, que se extiende por aproximadamente 5 kilómetros, los visitantes pueden encontrar restaurantes para degustar platos típicos del lugar, como el sancocho de bocachico, la sarapa y el mote de queso. Este malecón, entre 1940 y 1943, sirvió como barrera cuando se presentaban crecientes en el río Sinú, sobre el cual, más adelante, se encuentra el Puente 20 de julio, que permitió la expansión del municipio hacia el norte. / FOTO: Hamilton Negrete

3) Mural de Manuel Zapata Olivella

/ FOTO: Hamilton Negrete

3) Edificio González

Compuesto por dos pisos, en un primer momento, el Edificio González fue llamado Edificio Martínez. Se construyó en 1929 y se destaca por las tres fachadas que posee: una que da hacia el río Sinú, otra hacia el mercado público y la tercera que da hacia el Parque Simón Bolívar. / FOTO: Hamilton Negrete
El edifico posee una arquitectura de estilo republicano. La Alcaldía municipal de Lorica lo compró en el año 2005, adecuando las instalaciones para el funcionamiento de sus distintas dependencias. Fue incluido entre los inmuebles que hacen parte de la declaratoria de Patrimonio Histórica hecha por el Ministerio de Cultura. De este se destacan su gran cantidad de balcones dorados y su tamaño. / FOTO: Hamilton Negrete

4) La Plaza del Pastelillo

Otra de las atracciones de la capital del bajo Sinú es su plaza. Rodeada de locales comerciales, que además del encuentro entre vendedores y compradores, propician el intercambio de saberes culinarios y el fortalecimiento de las relaciones sociales. Es un espacio donde se condensa la multiculturalidad del pueblo. Hay muchos restaurantes típicos; los visitantes pueden tanto comprar alimentos como degustar platos ya preparados. / FOTO: Hamilton Negrete
Cerca del lugar también se puede encontrar la emblemática casa Afife Matuk y el edificio de los hermanos Jattin. De hecho, la Plaza de Mercado fue nombrada Monumento Nacional en 1996. En el lugar, además de comida, también se pueden encontrar artesanías típicas de la región, como sombreros vueltiaos, hamacas. y mochilas. / FOTO: Hamilton Negrete

5) Edificio La Isla

Según se tiene registro, el edificio La Isla fue construido aproximadamente en 1919. También cuenta con varias fachadas, 4 en total. Es de un solo piso y siempre ha sido utilizado en actividades comerciales. Los visitantes pueden acercarse a los establecimientos que funcionan sostenidos por varia columnas con un estilo muy parecido al de los templos romanos. / FOTO: Hamilton Negrete