Colombia prehistórica: ocho cosas que no sabía de nuestro territorio hace millones de años

Desde el fósil de la serpiente más grande del mundo, hallado en La Guajira, hasta osos perezosos de cuatro toneladas que caminaron por Santander: conozca las ocho curiosidades paleontológicas que revelan los cambios que ha experimentado el país durante millones de años.

El libroHace tiempo: un viaje paleontológico ilustrado por Colombia’, es una de las guías más completas que existen  de los millones de años de evolución que han atravesado los ecosistemas colombianos y las especies que los habitan. Una historia que ya acumula 1.600 millones de especies, de las cuales se estima que el 99% están extintas.

Con Carlos Jaramillo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y Luz Helena Oviedo del Instituto Alexander von Humboldt como editores, la investigación aborda desde cuáles fueron las especies que se ubicaron en el tope de la cadena alimenticia por su enorme tamaño hasta porqué es posible encontrar fósiles de especies marinas en zonas de Colombia donde hoy no hay mar. Para ellos, “la evolución no se debe ver como el recorrido por una línea recta, sino como treparse a un árbol y recorrer sus ramas”.

Curiosamente, en el libro, el apartado más corto es el que se le dedica al ser humano pues, aunque el planeta tierra se originó hace 4.500 millones de años, la especie humana apareció hace apenas 300 mil: “Si comparamos la duración entera de nuestro planeta con un día, nosotros habríamos aparecido apenas en los últimos 6 segundos”, explican los expertos en el libro.

A manera de abrebocas de esta fascinante historia seleccionamos ocho datos curiosos consignados en el libro.

1) El fósil de la Titanoboa, la especie de serpiente más grande sobre la tierra, fue encontrado en El Cerrejón, en La Guajira.

La reina de los ríos y pantanos colombianos hace 60 millones de años era la Titanoboa cerrejonensis, una especie de serpiente constrictora que se calcula podía pesar hasta 1.100 Kg. Su comportamiento era similar al de las anacondas actuales, aunque estas están muy por debajo de su tamaño. 

Sus restos se encontraron en rocas que se formaron en antiguos ríos y lagos de El Cerrejón, y son los que le permiten estimar a los investigadores el tamaño de esta gigante: 15 metros de largo y 65 centímetros de ancho. ¡Podía devorar un cocodrilo de un bocado! 

Ilustración de la Titanoboa cerrejonensis, la gran serpiente que habitó los pantanos y ríos del Cerrejón hace 60 millones de años. / FOTO: página del libro Hace tiempo: un viaje paleontológico ilustrado por Colombia

2) Entre Huila y Tolima se encuentra la localidad con el mayor registro fósil de toda sudamérica: La Venta.

Se trata de La Venta, una localidad situada entre los departamentos de Huila y Tolima (en el Desierto de La Tatacoa) que hoy alberga el registro fósil de una de las faunas más diversas que existió en Sudamérica: crustáceos, aves, reptiles y mamíferos. Cada especie ocupaba su lugar en el frondoso ecosistema, dominado por reptiles superdepredadores como el Sebecus huilensis, una especie de cocodrilo particularmente atractiva por la longitud de sus extremidades.

En esta zona también se han encontrado fósiles de 10 especies de murciélagos y 11 especies diferentes de monos. Y también fósiles del pez pulmonado Lepidosiren, que puede vivir dentro y fuera del agua: “El conjunto de peces de La Venta es muy similar al que vive hoy en las tierras bajas del Orinoco y Amazonas, lo cual muestra que en el área corrían grandes ríos”, explican los expertos. 

3) La mina Cerrejón, en La Guajira, alguna vez estuvo totalmente cubierta de bosque.

Los más de 5.000 nuevos fósiles de plantas colectados en la mina de carbón Cerrejón evidencian que los primeros bosques húmedos tropicales surgieron en el norte de Sudamérica hace aproximadamente 60 millones de años atrás, durante el Paleoceno, cuando Sudamérica aún se encontraba aislada del resto del continente. 

El Cerrejón guarda evidencias de haber sido el bosque tropical más antiguo que se conoce en el mundo.  

4) La formación del Itsmo de Panamá fue la que permitió el intercambio de especies entre continentes.

La formación del Itsmo de Panamá permitió la conexión entre dos mundos que luego conoceríamos como norteamérica y sudamérica. Los nuevos caminos facilitaron la migración de fauna durante el período del Plioceno. Este acontecimiento se conoce como el Gran Intercambio Biótico Americano.

El registro fósil ha permitido encontrar especies norteamericanas en suelo sudamericano y viceversa, como coatís, animales emparentados con las llamas, y también el género de aves no voladoras Titanis

5) Por cuatro departamentos de Colombia caminó el Purusaurus, una especie de caimán que medía casi lo mismo que un bus de transporte público.

Entre 15 y 17 millones de años atrás, los megahumedales que se extendían por la Amazonía estaban dominados por el Purusaurus, un caimán gigante que sobrepasaba los 10 metros de largo (un bus de transporte público mide 14 metros) y podía pesar 5 toneladas. Sus fósiles se han encontrado en Tolima, Huila, Amazonas y La Guajira, distribución que se debe a que, en esa época, aún no se había levantado la cordillera Oriental ni otras cadenas montañosas.

Hasta el momento se conocen tres especies de Purusaurus: la más antigua (Purussaurus neivensis) se encontró en Huila y Tolima, y también en la Amazonía de Perú. Los expertos dicen que comparte rasgos con el caimán negro y las babillas. 

6) En Colombia se encontró el fósil de la tortuga marina más antigua del mundo.

Contrario a lo que hoy pensamos cuando hablamos de tortugas, hace 60 millones de años estos animales cuadruplicaban su tamaño actual. Los expertos dicen que hay tres posibles causas para su gigantismo: más espacio después de la extinción de los dinosaurios, el efecto ecológico entre predadores como cocodrilos y serpientes y las tortugas y, por último, el aumento de la temperatura.

La tortuga marina más antigua del mundo y la más grande del Cretácico inferior en Colombia es la Demastochelys padillai, que podía alcanzar un tamaño cercano a un carro. Las tortugas marinas actuales son tres veces más pequeñas. Sus restos fueron encontrados en Villa de Leyva. 

7) Por el territorio caminaron osos perezosos que podían llegar a pesar hasta 4 toneladas.

Hace 50 millones de años, los osos perezosos caminaban por grandes sabanas y vivían hasta en la alta montaña. A diferencia de otras especies extintas, los fósiles les han permitido a los expertos encontrar ejemplares de perezosos gigantes que existieron hasta hace 12 mil años.

En Colombia existían más de 10 especies de perezosos, distribuidas en dos etapas de evolución: el Mioceno medio y el Pleistoceno. En la primera etapa se registró un fósil de un perezoso del tamaño de una vaca; en la segunda se destaca el Eremotherium, que pesaba 4 toneladas y podía alcanzar una altitud de 5 metros erguido en dos patas.

Los investigadores han encontrado fósiles de perezosos provenientes de la Alta Guajira y también en Santander.

8) Se han encontrado fósiles de crustáceos con más de 130 millones de años de antigüedad.

Los investigadores tienen registrado que, hasta la fecha, se han descubierto cerca de 25 especies de cangrejos fósiles en el Cretácico de Colombia, sobre todo en rocas de la cordillera Oriental, desde Huila hasta Norte de Santander.

El Telamonocarcinus antiquus, por ejemplo, es el cangrejo superior más antiguo del mundo, y vivió en los mares de Colombia en el Cretácico temprano hace 110 millones de años. 

Con más años de antigüedad -y con un nivel de conservación más difícil debido a su cuerpo blanco-, también se halló el fósil de un cangrejo ermitaño de hace 130 millones de años, durante el Cretácico temprano, convirtiéndolo en uno de los fósiles más antiguos de Suramérica.

Los cangrejos son parientes distantes de las langostas y los camarones. Como dato curioso, es importante saber que sus pinzas tienen diferentes formas, tamaños y funciones. Algunos las utilizan para triturar animales, para cortejas hembras o para sostener anémonas que usan como ‘guantes de boxeo’ para defenderse de sus depredadores. 

Ilustración de algunas de las especies encontradas en La Venta, en el Desierto de la Tatacoa, entre Huila y Tolima. Desde grandes cocodrilos hasta peces y armadillos, variedad que demuestra la riqueza del ecosistema hace miles de millones de años. / FOTO: página del libro Hace tiempo: un viaje paleontológico ilustrado por Colombia
/FOTO: tomada del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.



Puede acceder al libro en PDF a través del siguiente enlace: Hace tiempo. Un viaje paleontológico ilustrado por Colombia.