Excombatientes que fortalecen la democracia, mujeres que trabajan por la salud sexual en sus comunidades, jóvenes que buscan equidad para la comunidad LGBT. Estos son 12 líderes comunitarios destacados de Colombia Visible.
Para despedir el 2022, desde Colombia Visible compilamos algunas iniciativas y acciones, así como personajes destacados, que le están apostando a la construcción de un país más interconectado, más equitativo y más justo.
Se trata de proyectos comunitarios que le apuestan a la reconciliación, agrupaciones campesinas que buscan dinamizar las economías rurales, colectivos de jóvenes que se la juegan por la conservación desde lo local, científicos que trabajan con comunidades para crear un conocimiento más práctico y aterrizado; y deportistas que dejaron en alto el nombre de Colombia en las competencias más importantes del mundo, solo por mencionar algunos ejemplos.
A lo largo de estos últimos días del año, en Colombia Visible estaremos publicando una serie de listados que agrupan esas iniciativas que, a su vez, se destacan como noticias positivas que llegan desde todas las regiones del país.
No pretendemos, sin embargo, darles un puntaje o calificarlas como más o menos valiosas. Simplemente reunirlas, visibilizarlas y exaltarlas, y con ello insistir en la importancia de actuar de manera local para tener impacto global.
Darío Barrero
Darío Barrero entró de lleno a las filas de las Farc en 1998 y estuvo hasta el 2015, cuando fue capturado con su pareja. Durante los 17 años que estuvo, cuenta, fue testigo de cómo se tomaban decisiones deliberativas y democráticas al interior de la guerrilla, muchas más de las que se cree.
Para él fue siempre una prioridad recordarle a comandantes y soldados rasos la importancia de tomar decisiones de esa manera, por lo que, incluso, hizo sancionar a varios comandantes por no acatar órdenes que se habían tomado de manera colectiva.
Una vez firmado el Acuerdo, y Darío acogido a él, el firmante de paz asumió el liderazgo para instalar una serie de mesas de votación en la vereda La Cooperativa, vecina del Centro Poblado Georgina Ortiz, donde hoy vive, para garantizar el derecho al voto en la ruralidad del municipio de Vistahermosa, en Meta, una comunidad que poco acercamiento tenía con el sufragio dada la inexistencia de lugares de votación y el tedioso y largo desplazamiento que eso implicaba.
De la misma manera, Darío se encargó de liderar una serie de rondas pedagógicas durante las pasadas elecciones regionales, así como de aquellas presidenciales.
Puede leer su historia completa aquí.
María Eugenia Mosquera Riascos
Nativa del departamento del Cauca, María Eugenia es la representante legal de Comunidades Constructoras de Paz, una red que abarca 140 organizaciones de víctimas en 14 departamentos del país donde permanece el conflicto armado y con las que desarrolla estrategias para la construcción de paz y la defensa de los derechos humanos.
María Eugenia ha trabajado por más de 30 años con mujeres, comunidades campesinas, afro, indígenas, LGBTIQ+ y población vulnerable en general.
Por su trabajo fue seleccionada este año como recipiente del Premio Mujeres Constructoras de Paz, que entrega cada año el Instituto de Paz de Estados Unidos a mujeres destacadas en procesos de liderazgo social y comunitario en países en conflicto.
“El Premio rinde homenaje a las mujeres con un compromiso, liderazgo e impacto extraordinarios que trabajan por construir la paz y resolver conflictos violentos en sus comunidades. María Eugenia Mosquera Riascos es una defensora de la justicia, la dignidad y la paz en Colombia. Es una excelente pacificadora”, sostuvo Lise Grande, presidenta del Instituto.
Puede conocer más acerca del trabajo que realiza María Eugenia y la red Comunidades Constructoras de Paz aquí.
Julia Meriño
Seis años después de que el Bloque Héroes de los Montes de María, de las Autodefensas Unidas de Colombia, asesinara a 27 campesinos en el corregimiento de Chengue, municipio de Ovejas, en Sucre, y que ello provocara el desplazamiento de cientos de personas del corregimiento, un grupo de 15 mujeres decidió volver con el propósito de reconstruir el tejido social en la región.
Una de ellas fue Julia Meriño, líder social y comunitaria reconocida con el Premio Cafam a la Mujer Rural por su trabajo de más de una década por la construcción de paz en su territorio.
Con esas 15 mujeres, Julia constituyó un grupo de atención psicosocial que luego se transformó en una de las asociaciones de víctimas con mayor cantidad de miembros en la región: la Asociación de Víctimas de Chengue, Asovichengue, que hoy lidera. Desde allí ha encabezado procesos fundamentales para su comunidad, como la devolución de tierras para ella y otras 36 familias del corregimiento.
Puede leer su historia completa aquí.
Luz Estella Romero Villalva
Es abogada ecofeminista y defensora de derechos humanos, además de fundadora, coordinadora y representante de la Asociación Colectivo Mujeres al Derecho, Colemad, una organización que cuenta con estatus consultivo ante las Naciones Unidas y que trabaja en la promoción, exigibilidad y defensa de los derechos de las niñas, jóvenes y mujeres, así como de comunidades marginadas. De la misma manera, trabaja en asuntos relacionados a la protección del medio ambiente.
Gracias a sus conocimientos en abogacía y litigio estratégico, ha sacado adelante casos emblemáticos de violaciones de derechos humanos, crímenes de lesa humanidad e infracciones del Derecho Internacional Humanitario, con impacto diferenciado en mujeres y niñas.
Este año ganó el Premio Nacional de Derechos Humanos en la categoría de defensor del año.
Puede seguir el trabajo de la Asociación aquí.
Anyel Durán
Para Anyel Durán, “ser trans es el símbolo más claro y contundente de la libertad”. Nació y se crio en la comuna siete de Barrancabermeja, donde nació el ‘Cartel de la Gasolina’, que sirvió para financiar a las Farc y al ELN y posteriormente a las AUC.
De su madre, dice, heredó su interés por los procesos sociales, y ya desde muy pequeña asistía y lideraba espacios de formación política y social para los jóvenes de su comuna y de otros barrios vulnerables.
Desde muy pequeña se sentía trans, pero nunca supo cómo tramitar ese sentir, por lo que en un primer momento se autorreconoció como un hombre gay. Desde allí comenzó a tener incidencia en espacios de incidencia LGBT y con ello conoció otras experiencias trans.
Con su identidad ya consolidada, desde hace diez años Anyel ha ejercido un liderazgo por generar procesos de acción comunitaria que lleven a las personas trans a ocupar espacios de decisión política. Eso desde Magdalena Diversa, una organización que ella fundó.
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Edilia Mendoza Roa
Oriunda del municipio de Los Santos, Santander, Edilia ha dedicado 30 años de su vida a la defensa de los derechos humanos y particularmente de comunidades campesinas, negras e indígenas, así como de gremios de pescadores, mineros y artesanos, desde la presidencia de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos – Unidad y Reconstrucción, ANUC – UR. Su liderazgo, sin embargo, no ha sido solo en Colombia, sino en América Latina.
Edilia fue fundamental en la creación de la normatividad agraria en los 90, que derivó en la promulgación de la Ley 160 de 1994, que creó el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino, así como figuras como las Zonas de Reserva Campesina, además de contar con apartes diferenciados para las mujeres rurales.
Este año fue galardonada con el Premio Nacional de Derechos Humanos en la categoría de ‘Toda una vida’.
Heidy Mejía Sánchez
Hace diez años que Heidy Mejía se acercó a la Junta de Acción Comunal de su barrio en Barranquilla para decir que quería ‘hacer algo’ por su comunidad. No tenía muy claro qué, pero pensó que podría contribuir a través de la promoción de lectura.
Hoy, Heidy es la responsable de la creación de 160 puntos de lectura en seis departamentos del país: Antioquia, Amazonas, Atlántico, Cesar, Magdalena y La Guajira, así como la creación de la organización ‘Libros Libres para Todos’, que ha logrado, entre otras cosas, conectar a expertos internacionales para dictar talleres para responder a problemáticas en las comunidades, como la violencia de género.
De la misma manera, cuenta con una red de 14 bibliotecas.
Por su labor Heidy recibió este año el Premio Iberoamericano al Liderazgo Social, que entrega la Organización de Estados Iberoamericanos y el Centro Ricardo B. Salinas Piego.
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Leonor Zalabata
Se trata de una lideresa indígena del pueblo arhuaco, con una amplia trayectoria como defensora de los derechos de los pueblos indígenas en Colombia. Particularmente se ha concentrado en el acceso a espacios de participación política y toma de decisión por parte de comunidades indígenas, así como en la protección y conservación de las tradiciones y la identidad indígena.
Leonor fue fundamental para la consolidación del Resguardo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como de la Comisión Nacional de Derechos Humano y la Comisión de Territorios Indígenas de Colombia. Además, fue delegada en las mesas de trabajo nacional para los derechos indígenas en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y en el desarrollo de los primeros programas y planes de salud que propendían por la autonomía del pueblo arhuaco.
Eso, entre varios otros cargos. Este año, Zalabata fue designada por el presidente Gustavo Petro como embajadora ante las Naciones Unidas, siendo la primera vez en la historia que una persona de origen indígena ocupa ese cargo.
Edilia Corzo Barrera
Edilia Corzo nació en Boavita, departamento de Boyacá, hace 77 años. Se ordenó como monja cuando tenía 24 años, en la comunidad religiosa de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.
Desde entonces, Edilia ha dedicado su vida a trabajar con poblaciones marginales y en condición de vulnerabilidad, particularmente mujeres, en todos los lugares donde ha estado.
En Bogotá, a donde se fue para hacer su noviciado, los dos años que cursan las mujeres que quieren convertirse en monjas para determinar si efectivamente quieren hacerlo y decidir a qué orden quieren pertenecer, comenzó a trabajar con un grupo de mujeres recicladoras en talleres de tejido y manualidades.
Más tarde haría lo propio en barrios marginales en Bucaramanga, donde consolidó la Fundación de Mujeres Artesanas y después en La Uvita, donde creó Teji-Uvita, usando siempre el tejido como herramienta de reunión, escucha y empoderamiento.
Ese último proyecto reúne a 45 mujeres del municipio de La Uvita y sus veredas en un proceso que les ha significado una alternativa económica, al tiempo que una plataforma para visibilizar a las mujeres rurales ante la alcaldía municipal y otras instituciones.
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Lali Fernando Riascos
Es un líder juvenil y creador de contenido digital, parte de la Red Comunicativa de Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes de Guapi, en el departamento del Cauca. Fue representante de Colombia en la Cumbre de Jóvenes One Young World de 2021, donde habló acerca de lo que significa para él construir paz y los retos que implica.
Fue víctima de desplazamiento forzado a causa de un combate entre las Farc y el Ejército y hoy tiene un proyecto de comunicación comunitaria a través de redes sociales, principalmente Instagram y Tik Tok, donde se dedica a hablar de las problemáticas que afectan a Guapi, el Cauca y el Pacífico en general, al tiempo que a retratar sus tradiciones y hablar de su cultural.
Puede consultar su proyecto aquí.
José Luis Rodríguez
Nació y creció en San Andrés de Tumaco, en Nariño. Desde pequeño se interesó por las tradiciones rurales del Pacífico, y desde los diez años se convirtió en rezandero y cantaor en su comunidad, al tiempo que desarrolló un profundo interés por la justicia social.
A sus 11 años, además, y a pesar de crecer en un entorno muy conservador, se supo y se reconoció como un hombre gay. Desde entonces ha sido activista luchando por los derechos de la población LGBTIQ+ en Tumaco y el Pacífico, al tiempo que un defensor y protector de sus costumbres tradicionales.
Con su trabajo ha impactado la vida de muchos pobladores de Tumaco, particularmente a través de la Fundación Afrocolombiana Arco Iris, organización que conformó en 2012 y desde donde ejerce trabajo jurídico, cultural y de incidencia política para defender los derechos de la población LGBTIQ+.
Hoy, su organización es referente para la comunidad LGBT en los diez municipios del Pacífico nariñense.
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Yirley Velasco
En sus palabras, Yirley pasó de ser “víctima a sobreviviente”. En el 2000, 450 paramiliatres, apoyados por helicópteros, llegaron a El Salado, corregimiento del municipio de El Carmen de Bolívar, y asesinaron a 60 personas en la cancha de fútbol.
Yirley fue testigo y víctima de esa masacre, pues fue abusada sexualmente, sin embargo, dice “no me quedé ahí, no dejé ni dejaré que me traten de pobrecita, porque sueño que nunca nadie viva esa tragedia”, asegura.
Así, creó la Asociación de Mujeres Sembrando Vida, que trabaja en los Montes de María, acompañando a mujeres en proceso de denuncia sobre violencia sexual y en la prevención del embarazo adolescente, para que decidan libremente sobre su cuerpo y su maternidad. Además, las respalda para sacar adelante emprendimientos que hoy se han convertido en espacios terapéuticos.
Puede leer su historia completa aquí.