Un año de Colombia Visible: 32 historias que nos inspiraron en los 32 departamentos del país

En el primer aniversario de Colombia Visible, destacamos 32 historias, una por cada departamento, que narran las respuestas que individuos y comunidades dan a los desafíos que enfrentan todos los días, la esencia del periodismo de soluciones.

Durante el primer año de Colombia Visible, el portal de buenas noticias dedicado a amplificar y resaltar los proyectos comunitarios que transforman sus entornos, hemos contado más de 1.000 historias en 32 departamentos y más de 250 municipios

A medida que avanza nuestro cubrimiento periodístico, reforzamos la idea de que, todos los días, en cada rincón de Colombia germinan o se fortalecen proyectos sociales que persiguen un objetivo común: mejorar la calidad de vida de sus habitantes y cuidar esa riqueza natural y cultural que caracteriza al país. Al final, las historias por sí solas evidencian que son las propias comunidades las que, con su talante, transforman los territorios que habitan, pese a los retos que encuentran en el camino.

A continuación una selección con las historias más destacadas de Colombia Visible en cada departamento:

Amazonas

En Leticia, la Fundación Maikúchiga combate el tráfico de especies convirtiendo a los cazadores en guardianes de los monos churucos y guías turísticos.

Diferentes especies de monos y otros animales encuentran un refugio en la Fundación Maikúchiga, dentro del resguardo Mocagua. / FOTO: Fundación Maikúchiga

«Buscamos consolidar una economía consciente, responsable y comunitaria en su contexto natural, donde todo el mundo pueda sentir que está ganando. Después de muchos años caminando con binoculares y GPS, uno comienza a cambiar. Te transformas en otra persona para ser un ejemplo para tu pueblo», asegura Jhon Vásquez, uno de los fundadores de Maikúchiga, que desde 2006 trabaja para proteger a los monos churucos. 

Lea la historia completa: En Mocagua, la comunidad creó un espacio seguro para combatir el tráfico del mono churuco

Antioquia

En un antiguo basurero, habitantes de la Comuna 4 de Medellín vieron la posibilidad de plantar un jardín que incentiva la apropiación del espacio público y el reciclaje.

Jardineros de Moravia
Uno de los puntos críticos del barrio era una de las esquinas del colegio. Allí se reunieron Jarum, la Corporación Ambiental de Moravia, estudiantes y vecinos para limpiar y crear un jardin que está al cuidado de todos. / FOTO: Ana Cristina Marino

“Las personas jóvenes tienen muchas intenciones de cuidar el planeta, de cambiar la realidad del barrio, les da mucha tristeza que la quebrada esté muy sucia. Es muy importante trabajar con los niños porque son esa semillita que podemos ir regando, abonando y que con ellos podemos asegurar que sea un proceso continuo de cuidado del ambiente”, comenta Jesica Alexandra Gómez Murillo, ingeniera ambiental de Jardineros Unidos de Moravia, organización que también produce materia vegetal y brinda jornadas de ecoturismo.

Lea la historia completa: Los jardineros que hicieron florecer un antiguo basurero de Medellín

Arauca

La primera persona trans del departamento en cambiar su nombre y género en la cédula le enseña a la población de Arauca sobre diversidad y respeto.

La población trans en Arauca ha sido perseguida de manera sistemática por actores armados en el marco del conflicto armado. Hoy, insisten en un mensaje de paz. / FOTO: Tamara Montenegro

“La fundación se creó con el propósito de retribuir a la población trans los derechos que nos han sido vulnerados toda la vida. Hoy ya no queremos vivir más en las sombras, queremos ser visibles y que nuestras identidades sean respetadas. Tenemos talentos y capacidades para trabajar y contribuir al país”, asegura Tamara Montenegro, creadora de la Fundación Dignidad Trans que ha logrado, por ejemplo, reducir los altercados entre policía y población trans en un 89% en Arauca, luego de capacitarlos en el trato hacia la población y enseñarlos  a respetar su identidad de género más allá de la identidad jurídica.

Lea la historia completa: La lideresa trans que rompe los imaginarios violentos contra su comunidad en Arauca.

Atlántico

En el municipio Campo de la Cruz, la Escuela de Béisbol Prospectos del Futuro consigue becas para que los jóvenes puedan acceder a la educación superior.

Beisbol dentro 1
Daniel Quiceno es uno de los jóvenes del club que ha firmado con equipos de las grandes ligas, los Ranger de Texas. / FOTO: Fundación PDF

“Comencé a mandar vídeos y al año siguiente visitaron el Club y se llevaron, becados con el 100% de la matrícula, a seis muchachos a jugar en universidades de Miami, Alabama y Iowa”, cuenta Erika Crissón, una de las creadoras de la Fundación Prospectos del Futuro, que también ha logrado firmar a algunos jóvenes en equipos profesionales, como los Astros de Houston.

Lea la historia completa: Esta escuela de béisbol ayuda a jóvenes del Atlántico a acceder a educación superior.

Bolívar

Al ritmo de la canción de champeta ‘ChampeTiTiando’, las comunidades aledañas a San Juan de Nepomuceno aprendieron cómo conservar al tití cabeciblanco, una especie en peligro de extinción.

Jornada educativa del Proyecto Tití en un colegio de primaria. / FOTO: Proyecto Tití
Jornada educativa del Proyecto Tití en un colegio de primaria. / FOTO: Proyecto Tití

“Nuestro mayor objetivo es trabajar de todas las maneras posibles para que la especie no se extinga. Siempre pensamos en involucrar a la comunidad para lograr un reconocimiento social del tití dentro de la población (…) Cuando eso pase, seguramente las personas dejarán de utilizarlos como mascotas y de traficarlos ilegalmente”, explica Rosamira Guillen, directora de la Fundación Proyecto Tití, que cuenta con 35 personas desplegadas en San Juan de Nepomuceno (Bolívar), la Reserva Natural El Ceibal —ubicada en la ruta entre Santa Catalina (Atlántico) y Luruaco (Bolívar)— y en Colosó (Sucre), con el objetivo de preservar los escasos 7.000 ejemplares de este mamífero declarado en peligro de extinción en 1973.

Lea la historia completa: En el Caribe crearon una champeta para proteger a este mamífero.

Boyacá

En el Nevado el Cocuy, los campesinos se unieron para proteger el páramo a través de educación, turismo sostenible y diálogos para llegar a consensos con las entidades.

Para Marlen Ibáñez es fundamental que los campesinos puedan conservar sus predios y que las instituciones ofrezcan alternativas productivas para aquellos que no pueden cultivar por motivos de protección ambiental. / FOTO: Andrés Ortiz

“Quizás el gobierno da bonos de medio salario mínimo por servicios ambientales, pero quién vive con eso, quién estudia con eso. El campo se está quedando solo porque no hay oportunidades (…) si hay alguien que ha conservado el parque, hemos sido los campesinos (…) Sabemos que el cambio climático se está dando, que el glaciar va a desaparecer, pero tal vez lo podamos retrasar así sea un poquito, que no se dé tan rápido», comentan campesinos y guías de la zona, como Carlos Pérez y Marlen Ibáñez, que además de educar a los visitantes sobre, por ejemplo, qué semillas no se pueden tirar al páramo, también ofrecen recorridos ecoturísticos y abogan ante las entidades por un mayor reconocimiento de su labor.

Lea la historia completa: Así se organizaron los campesinos de El Cocuy para conservar su territorio

Caldas

Alertar a los campesinos y mineros sobre deslizamientos o sequías: estos 25 jóvenes del municipio de Marmato desarrollaron una estación meteorológica para mantener informada a la comunidad.

10 de los 25 integrantes del club Amantes de la Ciencia y la Tecnología en Marmato son mujeres. / FOTO: Cortesía
10 de los 25 integrantes del club Amantes de la Ciencia y la Tecnología en Marmato son mujeres. / FOTO: Cortesía

“Al principio la comunidad era muy cerrada y muchas personas no prestaban atención a las predicciones que hacíamos. Fue con el tiempo que empezaron a leer con más frecuencia los boletines y se dieron cuenta que si servían. Hoy escuchamos muchos comentarios positivos de agricultores o mineros que dicen que les ha sido útil la información que compartimos”, asegura Jairo Alexander Sánchez, profesor de la Institución Educativa General Ramón Marín del corregimiento San Juan de Marmato, cuyo club, Amantes de la Ciencia y la Tecnología, ya agrupa 25 integrantes.

Lea la historia completa: Los jóvenes de Marmato que construyeron una estación meteorológica para la comunidad.

Caquetá

Una pareja construyó una biblioteca en su camioneta para llevar literatura y educación a las zonas más remotas del departamento.

Casita de los Sueños
Los estudiantes de 270 instituciones educativas de Caquetá se han visto beneficiados por la iniciativa creada por Luz Stella y Humberto. / FOTO: Casita de los Sueños

Recorrimos las escuelas más apartadas de San Vicente, que estaban a 9 y a 12 horas (…) Utilizamos los libros como una herramienta de transformación de pensamientos y de realidades en nuestro territorio, y creemos que esa es una herramienta valiosa para esta región», cuenta Humberto Aníbal Patiño, uno de los creadores de la Casita de los Sueños junto con su esposa Luz Stella Salazar. Ambos han logrado llegar a 270 colegios y donar unos 100 mil libros.

Lea la historia completa: Una biblioteca itinerante inspirada en los silleteros

Casanare

En este corregimiento de Yopal, los jóvenes de bachillerato han encontrado soluciones tecnológicas innovadoras para sus entornos, incentivando el desarrollo rural y la tecnificación del campo.

El programa de robótica se desarrolla con estudiantes desde grado sexto hasta once, que adquieren conocimientos integrales para desarrollar proyectos tecnológicos que puedan aplicar en sus entornos inmediatos. / FOTO: Diego González

“Esos proyectos generan resultados prácticos para ellos. Tienen sentido porque pueden aplicarlos en su entorno inmediato y en su cotidianidad; crear proyectos de robótica, para que, en un mediano plazo, puedan generar soluciones tecnológicas a problemas dentro de su entorno, particularmente dentro de la agronomía y el campo”, narra Diego González, docente de informática de la Institución educativa Antonio Nariño, en El Morro, Casanare.

La iniciativa ha sido tan reveladora para los estudiantes que una de ellas, Ana Carolina Rodríguez, fuera seleccionada por la Fundación She Is para participar en un programa que permite visitar las instalaciones de la Nasa en Houston, en agosto y septiembre de este año.

Lea la historia completa: Este colegio de Casanare le apuesta a la robótica como herramienta de desarrollo rural

Cauca

11 mujeres guapereñas se agruparon para transmitir sus tradiciones agrícolas y culinarias a los turistas que visitan el Cauca.

Las integrantes del colectivo son mujeres víctimas del conflicto armado, pertenecientes a la comunidad afro, que trabajan el turismo desde la agricultura, la pesca y la gastronomía. / FOTO: cortesía de Mujeres Tejedoras de Vida

“El potrillo es una lancha pequeña, que tiene una banqueta y un canalete. Uno les enseña a los turistas a manejarlo, mientras los transportamos. La azotea es donde están las plantas medicinales, como la chiyangua, la cebolla, el orégano de la zona, y muchas más; aquí invitamos a los turistas a sembrar una planta antes de irse”, cuenta Yaneth Torres Vallecilla, presidenta de este colectivo de 11 mujeres cuya ruta turística comienza en Guapi, pasa por Juanico y Quiroga, hasta llegar a la playa de los Obregones, y que, además del recorrido, también ofrece talleres donde develan los secretos en la preparación de cocadas, sudado de camarón y encocado de jaiba.

Lea la historia completa: Las mujeres de Guapi incursionan en el turismo comunitario.

Cesar

30 familias tamalamequeras vieron en la taruya, una planta nociva para el ambiente que imposibilita la entrada y desplazamiento de los pescadores a las ciénagas, una fuente de ingresos.

De izquierda a derecha Nerelci Robles, Sandra Vega, Merlí Pérez y Emilse Pérez, quien sostiene una mochila tejida en crochet con fibra de taruya. Cuatro de las mujeres que integran la Fundación Manatí. / FOTO: Fundación Manati

“Decidimos crear un grupo para proteger ese complejo de agua, que es nuestro sustento, y a la vez generar un empleo para las madres cabeza de familia”, cuenta Emilsen Pérez, una mujer de 70 años integrante, junto con otras 30 familias tamalequeras, de la Fundación Manatí, iniciativa que, desde 2009, extrae las fibras de la taruya para fabricar artesanías como bolsos, carteras, mochilas en crochet y cajas.

Lea la historia completa: La Taruya: de plaga incontrolable a alternativa de negocio en Antequera.

Chocó

En Chocó, más de mil parteras y parteros se dedican a conservar este oficio ancestral y a garantizar la atención de las gestantes chocoanas ubicadas en territorios con dificultad en el acceso a los servicios de salud.

La red brinda asesorías en distintos temas a las parteras y parteros afiliados. / FOTO: Rediparchocó

«La mayoría de las 1050 parteras y parteros realizan su oficio en contextos de alta dispersión poblacional, donde hay dificultades para la movilidad debido a los escasos ingresos económicos y el orden público, a lo que se ha sumado la emergencia en salud global”, asegura Manuela Mosquera, quien en 2010 creo Rediparchocó, iniciativa que agrupa parteros y parteras de cinco subregiones del departamento (Atrato, Darién, San Juan, Pacífico Norte y Pacífico Sur), y que de 2010 a 2020 ha logrado atender 15.722 nacimientos.

Lea la historia completa: Esta es la red de parteras en el Chocó que atiende más de 500 nacimientos al año

Córdoba

Una comunidad en Córdoba participa activamente con un grupo de expertos para encontrar al Lorito del Sinú, un ave de la que no se tiene registro hace 70 años.

Hugo Herrera comenta que la comunidad construyó un puente para que el grupo pudiera transportar los equipos durante el seguimiento del águila crestada en Córdoba. /FOTO: Sociedad Ornitológica de Córdoba.

«Nos hemos encontrado con una comunidad con muchas ganas de trabajar, son muy solidarios. De a poco comenzaron a entender que somos un departamento muy afortunado cuando de avifauna se trata. Algunas actividades que organizamos de avistamiento de aves y talleres sobre cómo implementar el turismo sostenible en el territorio refuerzan ese sentido de pertenencia», dice Hugo Alejandro Herrera, presidente de la Sociedad Ornitológica de Córdoba, que persigue dos metas principales: encontrar al Lorito del Sinú para conservarlo y sembrar amor en la comunidad hacia la riqueza alada del departamento.

Lea la historia completa: En Córdoba, esta expedición va en busca de un animal que no se ve desde hace 70 años.

Cundinamarca

El Acuerdo de Paz despejó los caminos de Viotá, y tanto víctimas como reincorporados construyeron un sendero turístico que es símbolo de reconciliación

Sendero el Cardenal
Sendero el Cardenal, parte del recorrido turístico en el municipio de Viotá. / FOTO: ARN

«Lo más lindo de este proyecto es que ha mostrado nuestra fuerza de voluntad. (…) A nosotros, los firmantes del Acuerdo, nos llegó primero el fusil que el balón de fútbol. Queremos que eso nunca le pase a la siguiente generación de Viotá. La paz empezamos a construirla todos juntos desde los territorios, y de eso se trata Asotourhepaz”, cuenta Luis Enrique Castillo, uno de los primeros en proponer esta iniciativa en 2019 que agrupa a 40 miembros, entre víctimas, reincorporados y otros. El proyecto, incluso, fue reconocido por la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo.

Lea la historia completa: De ruta de combate a sendero de turismo comunitario.

Guainía

Esta biblioteca es un espacio multicultural para conocer los saberes de la población indígena desde el reconocimiento y la escucha

La biblioteca ha gestionado alianzas con diversas escuelas, así como con el Sena y la Alcaldía, por lo que en sus instalaciones ofrece procesos de fortalecimiento educativo y de formación en diversos temas. / FOTO: Vanesa Arias

“Es un punto donde la comunidad puede llegar a investigar, estudiar y formarse, además de ser un lugar de reunión entre las varias etnias y culturas que habitan aquí (…) Es un punto neutro dentro de cualquier cosa que haya pasado antes, ahora o después y eso hace que nazca un proceso profundo de comunicación y, así, entendimiento entre culturas, algo que es fundamental para la construcción de paz”, explica Vanesa Arias, directora y bibliotecaria en la Biblioteca Pública de Barrancominas, que maneja un flujo semanal de alrededor 200 usuarios,

Lea la historia completa: Una biblioteca en Guainía hace posible el intercambio de saberes indígenas.

Guaviare

Este dron fue creado por un grupo de investigadores de Guaviare para facilitar el trabajo de campesinos e indígenas a la hora de querer conocer el estado de maduración de los frutos en las palmas de la región.

Mientras una persona tardaría más de una semana en visitar tres hectáreas del bosque en época de invierno para revisar los frutos de las palmas, un dron en una hora puede sobrevolar cien. / FOTO: cortesía de Willington Marín.

“Esta es una ventana hacía un campo nuevo, lleno de oportunidades (…) con esta investigación se puede generar una metodología que permita hacer un seguimiento general de cualquier planta de interés o cultivo explotable. Este aporte científico puede volver mucho más eficiente la gestión económica y agronómica del campo”, comenta Willintong Marín, uno de los expertos que adelanta una investigación para crear una metodología que facilite el monitoreo de maduración de los frutos de las palmas de la región, la cual, hasta el momento, lleva un 64% de precisión. A través de este dron, los campesinos se evitarían tener que desplazarse por bosques y sectores inundables para llegar hasta el fruto.

La Guajira

Esta comunidad wayuú construyó una huerta comunitaria, en medio del desierto, para garantizar la soberanía alimentaria de su población

Cualquier miembro de la comunidad que trabaje en la huerta puede consumir lo que quiera o repartirlo al resto de su familia. / FOTO: Corporación Tepiapa

«En la huerta tenemos muchos cultivos, pero la patilla, el maíz, el frijol guajiro y la auyama son los que más se dan (…) Hemos podido intercambiar cultivos por pescado. El otro día recuerdo que pasó un pescados por acá y le cambiamos un ramo de pescados por algunas patillas.”, cuenta el joven wayuú Andoh, líder de esta huerta circular que garantiza la soberanía alimentaria de la comunidad de Hirtu, pues sus productos benefician a las 236 personas que viven en la ranchería.

Lea la historia completa: Así crece una huerta comunitaria en el desierto de La Guajira

Huila

Olider Barco, quien estuvo en guerrilla de las Farc por más de 10 años, encontró en la música una herramienta para enviar mensajes de paz y reconciliación

Olider Barco es hoy cantante de música norteña y popular. Con estos géneros trabaja por consolidar su proceso de reincorporación. / FOTO: Olider Barco

“Las personas me miran como el ‘As del Sur’, como cantante y compositor, y no como guerrillero, que lo fui, y aprendí muchas cosas buenas estando allá como el respeto, la disciplina, la educación y la honestidad; pero ya no soy eso. Las personas nunca me han señalado, por medio de la cultura he sido aceptado (…) A través de mis canciones siembro amor, pasión, dulzura, intento expresar esos sentimientos del corazón, y creo que eso me hace un revolucionario”, comenta Oleider Blanco, nacido en Planadas, al sur del Tolima, a principios de los años 80.

Lea la historia completa: El As del Sur, el excombatiente que encontró en la música norteña una segunda oportunidad.

Magdalena

La Fundación Híbridas habla de educación sexual con niñas y jóvenes de barrios vulnerables en Santa Marta para prevenir el embarazo adolescente

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Con espacios de dialogo y escucha, Híbridas aborda temas de salud sexual y reproductiva con niñas desde los 13 hasta los 18 años. / FOTO: Fundación Híbridas

“Híbridas nace por la necesidad de generar espacios seguros para niñas, adolescentes y jóvenes de la ciudad en los que se traten temas como la educación sexual integral, la menstruación y demás (…) hacemos círculos de confianza en los que, a través de la palabra, abordamos diferentes temas”, explica Mileidy Jiménez, una psicóloga que desde hace 3 años comenzó con la Fundación Híbridas, que trabaja en barrios vulnerables de Santa Marta dictando talleres a niñas y adolescentes entre los 13 y los 18 años.

Lea la historia completa: Con educación sexual integral, esta organización enfrenta el embarazo adolescente

Meta

Este grupo de 33 mujeres mayores logró salir del analfabetismo para contar sus historias de vida como sobrevivientes del conflicto armado en la región

Las mujeres de la escuela se reúnen todos los viernes de 2 p.m. a 5 p.m. para fortalecer capacidades de lectura, escritura y matemáticas básicas. / FOTO: Cortesía

“Ese fue un año muy productivo, las mujeres aprendieron el alfabeto, a escribir su nombre, firmar documentos y otras cosas que además contribuyeron a construir un reconocimiento de ellas mismas como mujeres, como sujetos políticos y a recuperar una identidad que ellas sentían que estaba perdida (….) Ahora aspiramos a la universidad, vamos a ver si la vida nos alcanza”, asegura Deidania Perdomo, coordinadora de la Escuela de Alfabetización Celmira López Sabogal, en la que participan 33 mujeres. Todas ellas pasaron de no saber leer ni escribir a publicar un libro con sus historias de vida, muchas de ellas atravesadas por el conflicto armado.

Lea la historia completa: Este grupo de mujeres mayores, víctimas del conflicto, creó una escuela de alfabetización en Villavicencio

Nariño

Tecnología y saberes ancestrales se combinan en esta aplicación creada para que las nuevas generaciones aprendan la lengua awapit

FOTO: UNIPA
Esta aplicación está diseñada para que todo aquel interesado en aprender awapit, pero sobre todo para que las nuevas generaciones del pueblo awá, aprendan esta lengua. / FOTO: UNIPA

Dayana Bisbicus, abogada y consejera de Educación de la Unidad Indígena Del Pueblo Awá UNIPA, creó la primera aplicación digital para aprender awapit: ‘ɨnkal Awá Su’, con el objetivo de rescatar y reconocer la importancia de esta lengua en la historia del Pacífico nariñense. La aplicación es una herramienta que utiliza la tecnología para el rescate y divulgación de conocimientos de los pueblos originarios:  «Vimos la necesidad que todo lo que hemos construido en físico, haga parte de plataformas virtuales. Así que, a través de vídeos y ritmos de músicas comenzamos a enseñar la lengua que mantiene fuertes las raíces de nuestra herencia ancestral», comenta la creadora, quien resalta lo innovador que resulta para que la lengua permanezca viva en las nuevas generaciones.

Lea la historia completa: El pueblo Awá de Nariño creó una aplicación para enseñar su lengua nativa.

Norte de Santander

30 mujeres migrantes sanaron 'puntada a puntada' los dolorosos recuerdos de sus procesos migratorios a través del tejido

Memorias textiles dentro
El proyecto de Memorias Textiles desde la Frontera trabaja con alrededor de 30 mujeres migrantes que a través del tejido cuentan sus historias. / FOTO: Fundación Moiras

«Los textiles, que están muy ligados a lo femenino, narran y han narrado en el país muchas cosas que los testimonios, los audios y otras cosas no han logrado. Cuentan desde el silencio (…) Nos reconocimos en el sufrimiento y en el dolor de cada una, y nos saludamos. Ahora estamos muy pendientes la una de la otra, cómo va la situación, estamos ahí para ayudarnos», asegura Sandra Corona, participante del proyecto Memorias y Textiles desde la Frontera, que reúne a 30 mujeres migrantes alrededor del tejido con el fin de incluir sus relatos en la construcción y fortalecimiento de la memoria de esta población.

Lea la historia completa: El libro bordado que reúne las memorias de mujeres migrantes en Cúcuta.

Putumayo

110 agricultores lograron abrirle un espacio a la pimienta putumayense dentro del mercado y convertirla en una alternativa para reemplazar la siembra de coca

Pimienta Valle del Guamuez
Los miembros de Asapiv comercializan desde pimienta negra, que es la que más se vende, hasta otros tipos como la verde, la roja y la blanca. Pero también de otros productos derivados como la pimienta con jengibre, con cúrcuma y la cítrica (que se hace al mezclar el fruto con limón). / FOTO: Asapiv

“Muchas familias se unificaron y decidieron erradicar voluntariamente la coca. Al municipio llegó el cacao, la caña, la ganadería y, por supuesto, la pimienta (…) Este cultivo fue prácticamente nuevo en el municipio”, explica Carmen Cueltan, integrante de la Asociación Agropimentera del Valle del Guamuez (Asapiv), integrada por más de 20 fincas pertenecientes a víctimas desplazadas, indígenas y mujeres cabeza de hogar que pasaron de sembrar coca a comercializar pimienta. De hecho, la Asociación fue reconocida en 2015 con el Premio Emprender Paz, por sus aportes en la construcción de país.

Lea la historia completa: El municipio del Putumayo que convirtió a la pimienta en su producto estrella.

Quindio

Una pareja de esposos convirtió su finca en un modelo potencial de agricultura ecológica y soberanía alimentaria para el resto del departamento

Catalina dice que la paz y la tranquilidad que se desprenden de la vida en el campo no tienen comparación y que por ello no se imagina de nuevo en la ciudad. / FOTO: Catalina Velilla

“Yo no puedo producir un alimento que enferma porque estoy afectando a las personas, al territorio, la economía. ¿Cuál es el costo oculto para el sistema de salud tener una mala alimentación? ¿Cuánto le vale eso al país y al planeta?”. Para responder a este cuestionamiento, una pareja de esposos decidieron dejar la ciudad para montar la Granja Permacultural La Canela, en el municipio de Montenegro, donde garantizan una soberanía alimentaria sostenible y dedican el 25% de su granja a la conservación forestal.

Lea la historia completa: Una granja en Quindío que busca generar salud a través de los alimentos

Risaralda

Estas madres lograron capacitarse en educación para la primera infancia en el jardín infantil de sus hijos, donde ahora también laboran

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Las madres que han entrado al Centro reciben formaciones en educación preescolar y pedagogía infantil. Además, diez de ellas se han formado de manera profesional o están en proceso de hacerlo. / FOTO: Fundación Crisol

Marleny López, actual directora pedagógica de Re+Creo, dice que a través de este proyecto comenzó a recuperarse a sí misma y sus capacidades: «A los 29 empecé de nuevo la educación secundaria, luego en el 2012 empecé la universidad y en el 2018 me gradué como licenciada de pedagogía infantil. Soy muy feliz porque fui la primera mujer en Las Colonias que dije sí a este cambio”, cuenta Marleny. Ahora, gracias al proceso de capacitación, Re+Creo aumentó su personal de maestras de 1 a 10, todas madres de la comunidad.

Lea la historia completa: El jardín infantil que ayuda a las madres de sus alumnos a volverse profesionales.

San Andrés, Providencia y Santa Catalina

2.500 nuevos corales, una especie con alto grado de deterioro, son revitalizados en estas 'guarderías' gracias al trabajo conjunto entre científicos y pescadores de las islas

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En cuerdas a seis metros de profundidad, los buzos y pescadores amarran pequeños fragmentos de coral para que crezcan. / FOTO: María Fernanda Maya

“Trabajamos con un método que es la microfragmentación que consiste en que, si uno parte los corales en pequeños pedacitos, ellos van a tener una tasa de crecimiento mucho mayor a la que tendrías si los dejas quietos. Es sumamente exitoso», indica María Fernanda Maya, cofundadora y directora de la Blue Indigo Foundation, una iniciativa que desde 2020 conserva los ecosistemas coralinos con la ayuda de los pescadores, que juegan un papel fundamental a la hora de ubicar los corales y estudiar el comportamiento del oleaje y corrientes. El proyecto es un ejemplo de cómo el conocimiento científico se apoya en los saberes tradicionales de una comunidad.

Lea la historia completa: Así son las ‘guarderías’ para corales que revitalizan los ecosistemas en San Andrés

Santander

Mantener vivo el oficio de elaboración de papel de fique y conseguir su propia independencia económica han sido dos de los logros de este grupo de mujeres a través de la Fundación Taller San Lorenzo, en Barichara

La Fundación Taller San Lorenzo de Barichara también trabaja con escuelas aledañas al municipio dictando talleres a los niños sobre la fabricación del papel. / FOTO: cortesía

«Quien escuche cómo se fabrica este papel diría que la mano de obra ideal es la masculina porque debemos manipular prensadoras y demás, pero aquí es todo lo contrario. Actualmente somos 11 mujeres, todas muy valientes y ‘berracas’”. Serafina Sánchez de 70 años guarda con orgullo el legado de la fabricación del papel de fique, una actividad artesanal característica de Barichara que, además de garantizar la independencia económica de este grupo de mujeres, también crea lazos con los campesinos de la zona que cultivan la materia prima. 

Lea la historia completa: En Barichara, once mujeres escriben sus historias de vida en el papel de fique que producen.

Sucre

La Corporación Mariamulata quiere recuperar la memoria histórica del bullerengue, el ritmo que da identidad cultural a esta región, a través de encuentros intergeneracionales con 120 niños

Rincón del Mar
En la Corporación Mariamulata creen que el juego es el mejor mecanismo de enseñanza y aprendizaje para los niños. / FOTO: Corporación Mariamulata

120 niños en Rincón del Mar participan en las actividades artísticas de la Corporación Mariamulata para revivir los cantos, bailes, movimientos de polleras y tambores que el conflicto armado apagó en la región como una forma de salvar la tradición, pues muchos mayores murieron sin transmitir el legado a las nuevas generaciones. Para la comunidad  el bullerengue no es sólo un ritmo para bailes y fiesta; a través de este se establecen centros de saberes donde confabula toda la tradición oral, cultural e histórica de estos pueblos del Caribe, explica Vera Ramírez, coordinadora de proyectos de la corporación desde 2020.

Lea la historia completa: En Rincón del Mar, Sucre, los niños siembran manglares, cantan bullerengue y hablan de paz.

Tolima

Una biblioteca llega en moto a las veredas más apartadas para garantizar a los niños un acceso igualitario a las letras

Hace 20 años, la biblioteca de La Arada era un rincón olvidado del pueblo. Hoy es reconocido por la comunidad, y la niñez en particular, como uno de los principales lugares del municipio. / FOTO: Sonia Yaima

“La cultura ha llegado a estos lugares del departamento a través de las bibliotecas rurales y La Arada no es la excepción. Acá se conoce de cultura por la biblioteca”, dice Sonia Yaima, quien trabaja en esta biblioteca cuyas actividades no permanecen solo resguardadas entre sus muros, sino que llegan a veredas aledañas con la moto que conduce.

Lea la historia completa: En moto, esta bibliotecaria del Tolima lleva los libros a su comunidad.

Valle del Cauca

Al ritmo de salsa y cumbia, las 20 personas con discapacidades cognitivas que integran la Orquesta Sonora Boteritos quieren romper estigmas y dar a conocer sus talentos

Rodrigo sueña con un día poder hacer de la orquesta una alternativa económica estable para sus integrantes y sus familias. / FOTO: La Sonora Boteritos

“Cuando ven a sus familias, a sus padres, primos, tíos y al público en general y ven cómo los aplauden, como bailan con ellos, como se ríen, como se contagian de la alegría que ellos transmiten, pues incrementa su autoestima. La agrupación los hace sentir dignos, valorados, apreciados”, comenta Ricardo girón, el director musical de esta orquesta que busca eliminar los estigmas donde, en muchas ocasiones, se reduce esta población a entornos donde estén protegidos. 

Lea la historia completa: La Sonora Boteritos, la orquesta salsera de personas con discapacidades cognitivas.

Vaupés

160 mujeres indígenas lograron sembrar más de 10 mil árboles, ayudando así a la reforestación de la selva y abriéndose espacio para participar en los procesos de gobernanza local

Siembra Vaupés
127 comunidades indígenas hacen parte del Gran Resguardo Indígena del Vaupés, con las que Saving the Amazon trabaja para la reforestación de la Amazonía. / FOTO: Saving the Amazon

«Unir la comunidad mundial y local en una campaña para combatir la crisis climática, mediante la siembra de árboles con comunidades indígenas en el santuario ecológico más importante del planeta, la selva Amazónica” es el objetivo de Saving the Amazon, que reconoce el importante logro de 160 mujeres de las comunidades indígenas: sembrar 10 mil árboles, proyecto que además de ayudar a reforestar este bosque de la Amazonía también es aumentar la productividad del territorio y empoderar a las mujeres para que tengan un papel protagonico en la gobernanza local. 

Lea la historia completa: Las 160 mujeres de Vaupés que sembraron más de 10.000 árboles.

Vichada

Leche vegetal a base de marañón: 50 familias campesinas elaboran este producto como una alternativa de alimentación y fuente de ingresos.

A través de la siembra de árboles de marañón, más de 50 familias de campesinos en Vichada están creando nuevas alternativas alimenticias. / FOTO: Shutterstock

“Llegamos a esta zona para ayudar a mejorar las condiciones sociales de sus habitantes, pues Vichada es uno de los departamentos con mayor pobreza en el país. Según el Dane, más del 50% de los habitantes vive en la pobreza”, cuenta Juan Pablo Muriel, fundador de Kardianuts, dedicada a desarrollar alternativas de trabajo sostenibles a través de la producción agrícola responsable. De hecho, lograron sembrar 100 hectáreas en 2021, equivalentes a 12.500 árboles de marañón, e impactar a más de 50 familias campesinas del departamento.

Lea la historia completa: En Vichada siembran marañón para producir leche vegetal.